EL PAÍS 18/05/17
La charla entre dos republicanos en 2016 extiende la sombra sobre el presidente
El ventilador de las filtraciones azota a Donald Trump sin piedad. Este miércoles The Washington Post ha revelado una conversación privada en junio de 2016 entre dos pesos pesados republicanos que muestra que las sospechas sobre la posible conexión entre el presidente y el Kremlin estaban a la orden del día antes incluso de que Trump fuese nombrado candidato presidencial de su partido. «Yo creo que hay dos personas a las que paga Putin: Rohrabacher y Trump», dijo Kevin McCarthy, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, ante su compañero de filas Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes. ¿Una afirmación o una broma?
«Lo juro por Dios», añadió McCarthy, que ya entonces apoyaba públicamente a Trump. Dana Rohrabacher es un congresista republicano que simpatiza con Vladímir Putin.
Con sexto sentido de purasangre político, Ryan, aún tratándose de una charleta a puerta cerrada entre correligionarios en el Capitolio, abrió de inmediato un cortafuegos en la conversación.
-Esto es off the record. Sin filtraciones, ¿de acuerdo?
[«Risas», indica el periódico en su transcripción de la conversación].
-Así es como sabemos que somos una familia de verdad -añade Ryan.
-Así es como sabemos que estamos unidos -lo respalda el republicano Steve Scalise.
[Más risas].
-Lo que se dicen en familia se queda en familia -concluye Ryan.
Tanto Ryan como McCarthy se acababan de reunir por separado con el primer ministro ucraniano Vladímir Groisman, que había sostenido ante ellos que Rusia estaba jugando sucio para intentar socavar el espíritu democrático de la política ucraniana y su institucionalización. Los dos líderes republicanos se pusieron a comentar su encuentro con el mandatario con otros republicanos. Cathy McMorris Rodgers calificó de «sofisticada» la «propaganda» rusa. «Muy sofisticada», dijo Ryan. «Y no se trata solo de Ucrania», añadió. «Es una guerra propagandística», abundó McMorris Rodgers.
Ryan: «Es de maniacos».
A continuación intervino McCarthy y tuvo lugar el diálogo arriba referido. Corría el 15 de junio de 2016 y un día antes, en plena campaña presidencial, había trascendido que piratas informáticos habían hackeado para el Gobierno ruso los ordenadores del Comité Nacional Demócrata. Un mes más tarde Trump sería elegido candidato republicano para los comicios que ganaría en noviembre.
Portavoces de Ryan y McCarthy trataron de negar en redondo la existencia de la conversación. «Eso nunca ocurrió», dijo el portavoz de Ryan a The Washington Post. «Es absurdo y falso», dijo el de McCarthy. Cuando el periódico les comunicó que disponía de la transcripción de una grabación de esa reunión, los voceros cambiaron el paso. «Fue un intento humorístico», respondió el de Ryan. «Fue un intento humorístico fracasado», completó el de McCarthy. La presidencia de Estados Unidos ha anochecido un día más en entredicho. Esta vez, más concretamente, entre el chiste y el caos. Y con las principales cabeceras de la prensa -declaradas por Trump como enemigo público número uno suyo y a su juicio de todo el pueblo americano- con el cañón de la metralleta al rojo vivo.