EL CORREO 19/02/15
· El buzón instalado en Andoain para recoger autocríticas sobre el asesinato de Pagazaurtundua, se llena de mensajes solidarios
«Yo miré para otro lado. Lo siento y me avergüenzo». El ‘buzón de Joseba’ se empieza a llenar de palabras y de voces. De ánimo, de solidaridad, de apoyo, de recuerdo, pero también de perdón y de arrepentimiento. Un buzón de color blanco instalado en uno de los árboles que cobijan la escultura ‘La casa de Joseba’, en pleno centro de Andoain. ETA mató cerca de allí, hace doce años, al sargento de la Policía Municipal de la localidad mientras desayunaba. Tres tiros acabaron con su vida. Joseba Pagazaurtundúa tenía entonces 45 años.
La familia ‘Pagaza’ quería dar un significado especial al duodécimo aniversario de su muerte. Y surgió la idea del buzón. Fue durante un vuelo. Maite Pagazaurtundúa, hermana de Joseba y eurodiputada de UPyD, viajaba charlando con una muy buena amiga. «Una de esas personas cercanas, que siempre ha estado ahí, que nos ha ayudado en los momentos más complicados. Hablamos de tantas cosas… Y me emocioné», recuerda. Cuando bajó del avión pensó en un lugar físico abierto a recibir manuscritos, anónimos o firmados, que permitan «favorecer la reparación» del daño causado a la familia del asesinado «mediante la asunción de las responsabilidades políticas y sociales» de aquel crimen.
Hace ya diez días que se instaló el buzón. En principio se colocó sin el permiso del Ayuntamiento, gobernado por Bildu, aunque la familia ya ha remitido una carta, dirigida a la alcaldesa, Ana Karrere, en la que le piden «encarecidamente que no lo retire». «Y de momento sigue ahí», constata aliviada la hermana del asesinado.
El buzón también se ha extendido a internet, en la dirección www.elbuzondejoseba.com, donde ya están recogidas cerca de un centenar de confesiones. De hecho, la iniciativa ha despertado ya la adhesión y el reconocimiento de un buen número de escritores e intelectuales. Autores como Mario Vargas Llosa, Jon Juaristi, Fernando Aramburu o Albert Boadella se han sumado ya desde la distancia.
La primera carta en papel. Hace unos días un vecino dejó la primera carta en papel. La confesión de un hombre que fue testigo del asesinato. «Una misiva muy afectuosa. De respeto y cariño. De un vecino que vivió horrorizado el atentado en directo», señala Maite Pagaza. «Sentí que en cualquier otra parte del mundo, ante un asesinato como el que viví, la gente se hubiera echado a a la calle…. Cuando ya no quedaba nadie, aparqué mi coche y caminé con pena hasta el lugar del asesinato y dejé una flor», escribe el vecino que no ha querido firmar su carta.
Desde fuera. Uno de los mensajes que ha llegado al buzón virtual dice así: «Yo no he vivido nunca en el País Vasco; pero tengo entre mis amigos algún hijo sin padre ‘gracias’ a los mismos que te asesinaron entonces. No se lo perdono. No olvido. Y nunca os dejaré solos. Mientras haya memoria estarás entre nosotros. Un saludo a tu familia y amigos, que pelean también porque el recuerdo perdure». La firma Raquel A. C.
Unas frases. Algunas de las cartas que han llegado al buzón son, simplemente, frases de ánimo. Como la de un anónimo que dice «Fuiste un hombre valiente. Gracias». O la de José Antonio Parro: «Loor a los que murieron por sus ideales y nunca asesinaron por ellos». O Joaquín: «Que no vuelva a ocurrir Que no vuelva a ocurrir más. Justicia y dignidad. No más asesinatos». O Juan Carlos A. «Je suis Joseba. Soy Joseba. No mas asesinatos de ETA.
Dirigidas a la alcaldesa. No todas las confesiones están dirigidas a la familia Pagazaurtundúa, algunas, como la de Jorge, son para la alcaldesa Ana Karrere. «… no sólo le pido que no retire el buzón, sino que además deje el cómodo silencio en el que está sumida, y se una, de una vez, a la voz unánime contra el terrorismo fanático». Francisco: «Señora alcaldesa, no se atreva a quitar el buzón, ya sabemos que los etarras se lo piden, sea fuerte».
De Vargas Llosa. El peruano y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, escribe unas líneas: «Es bueno para España y para el País Vasco que hayan cesado los asesinatos… Pero esto no debe significar el olvido de los antiguos crímenes y de la barbarie que causó tantos estragos en cerca de un millar de familias españolas. El recuerdo de esas víctimas inocentes debe movilizarnos para impedir que ocurran tragedias como la que cegó la vida de Joseba».
Recordar dignifica. Arantxa dice que recordar dignifica. «Mi recuerdo, mis palabras para ti y tu familia, para que no olvidéis que estamos a vuestro lado en el dolor. Estás y estarás en la memoria de los que amamos la tierra vasca. Nunca podremos agradecerte todo lo que hiciste por nosotros. Desde lejos de Andoain gracias, mil gracias por tu entrega».