La candidata de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Yolanda Barcina resultó elegida ayer como la primera Presidenta del Gobierno de Navarra, con los votos favorables de su propio partido y del Partido Socialista de Navarra (PSN) y el voto en contra del Partido Popular, Izquierda Unida, Nafarroa Bai y Bildu.
De esta forma, la anterior alcaldesa de Pamplona se convierte en la primera mujer en presidir el Ejecutivo foral. También resulta una novedad la coalición de Gobierno que han formado los regionalistas y los socialistas. Si bien, en la mayor parte de la historia democrática de Navarra habían mantenido pactos presupuestarios, esta legislatura es la primera en la que ambas formaciones se unen en coalición de Gobierno.
Primeras diferencias
Pero la próxima legislatura se prevé más bien movida en Navarra. Y es que las primeras diferencias entre los socios del Gobierno salieron a la luz ya desde la misma sesión de investidura que se desarrolló ayer en el Parlamento foral.
Nada más iniciar su intervención, el secretario general de los socialistas navarros y futuro vicepresidente del Gobierno, Roberto Jiménez, ya reprochó la “prepotencia” del portavoz regionalista Carlos García Adanero. Y a pesar de alabar que el discurso de investidura de Yolanda Barcina “se ajustase al pacto firmado” por ambas formaciones y de prometer lealtad, el resto de la intervención del socialista fue una lista continuada de matizaciones, puntualizaciones y correcciones de las palabras de Barcina.
Incluso, tras la finalización del discurso de investidura de la próxima presidenta del Gobierno y socia de Gobierno, los socialistas se mantuvieron sentados en sus escaños sin aplaudir. Preguntado por esta cuestión, Roberto Jiménez argumentó que “estamos juntos pero no revueltos”.
Discurso de marcado carácter económico
La que era candidata a presidenta del Gobierno de Navarra por UPN centró su discurso de investidura en las medidas económicas que adoptará el nuevo Ejecutivo foral y que se basarán en el ajuste de los gastos y la revisión de las ayudas y subvenciones que se han dado hasta el momento. El objetivo es hacer una economía más productiva dirigida a la productividad y el fomento del empleo. Además, no aumentará la presión fiscal e, incluso, rebajará algunos impuestos.
Yolanda Barcina anunció que “en el año 2012 se llevará a cabo un análisis pormenorizado de la totalidad de subvenciones y transferencias que son concedidas por el Gobierno de Navarra en aras a una mayor eficacia y simplicidad”. El objetivo último es “ajustar el nivel de gasto que permita los ingresos y elaborar un plan de gasto que contribuya a estabilizar la economía para asegurar el crecimiento y generar empleo”.
Asimismo, se comprometió a no aumentar la presión fiscal e incluso reducirla en algunos casos. Así, por ejemplo, “se estudiará una posible reducción progresiva del tipo de gravamen del Impuesto de Sociedades, en especial en pymes que se comprometan con políticas de inversión y creación de empleo”.
Falto de contenido
Tras las diferencias marcadas por los socialistas respecto al discurso de investidura de Barcina, el resto de partidos criticó la falta de contenidos concretos de las palabras de Barcina. Especialmente crítico en este sentido fue el Partido Popular. Y reprochó a los regionalistas que se unieran a los socialistas sin estudiar otras posibilidades de formar Gobierno con otros socios.
José Miguel Nuin, de Izquierda Unida reprochó que “se trata de un discurso que ofrece más de lo mismo” y que si las medidas adoptadas en la pasada legislatura ha originado que la tasa de paro se duplicara en Navarra, el nuevo Gobierno no va a mejorar la situación.
Los nacionalistas, por su parte, tanto Nafarroa Bai como Bildu criticaron la falta de valentía de los socialistas al entrar en un Gobierno regionalista y aseguraron que “el discurso de Barcina, garantiza cuatro años más de falta de pluralidad”.
ABC, 24/6/2011