ABC 04/05/16
ANTONIO BURGOS
· ¿Se ha dado la gente cuenta de lo que nos jugamos el 26-J? Pues ni más ni menos que un modelo de sociedad
EN mi curso de Tertulianés a Distancia se me olvidó el otro día la principal voz, a la que quienes viven del arte de hablar sin decir ab-so-lu-ta-men-te nada le vienen sacando un dinero muy curioso de cara al 26-J: el famoso «sorpasso». Ora el «sorpasso» de Podemos al PSOE, ora el «sorpasso» de Ciudadanos a Podemos, y no hablemos ya de la coyunda IU-Podemos. Hay que fijarse el avío que les da la palabrita italiana, que significa «adelantamiento, superación». Cuando lo bonito sería decirlo en español: adelantamiento por la izquierda, adelantamiento con raya continua. Pero eso suena a DGT y a multazo que te crió. Tras escuchar por «el arradio» a mi dilecto Ignacio Camacho, que no es tertuliano, sino periodista, y de los grandes (aunque en tales logomaquias participe), tengo las carnes abiertas con el dichoso «sorpasso», como lo sea de los partidos rupturistas que quieren cargarse el invento de la democracia a la española y el modelo de convivencia de la Constitución para embarcarnos en lo suyo. Sí, para pasarnos al otro lado de la mar y ponernos como Cuba o Venezuela. O para llevarnos a Corea del Norte, cuya bandera había cambiado por la suya tricolor el Tonto de la Bandera Republicana cuando se manifestaba el 1º de Mayo.
«Sorpasso» me suena al peligro de este zarpazo de los radicales, de los antisistema, de «la gente» (y de la gentuza), y sobre el que muy razonadamente advertía Ignacio Camacho. ¿Se ha dado la gente cuenta de lo que nos jugamos el 26-J? Pues nos jugamos algo más que el paso del bipartidismo a un gobierno de pactos: va en juego ni más ni menos que un modelo de sociedad. Y en ese paquete entra nada menos que la bendita libertad de expresión. ¿Se imaginan todo el sistema audiovisual convertido en un continuo Monedero en La Sexta o Errejón en Cuatro? Eso sería liberalismo al lado del «control de los medios de comunicación» que quiere imponer esta «gente», como ellos mismos se llaman, si pegan el zarpazo del «sorpasso».
Aduciendo que han sacado 5 millones de votos. Ese es el problema. Que estos señores que tal quieren hacer con España, dejarla hecha unos zorros, han tenido en las últimas elecciones solo dos millones de votos menos que el PP y casi los mismos que el PSOE. Y mientras ese PP que sigue de perfil no ha recordado para nada y a nadie que aunque no ha logrado la investidura fue el partido ganador, el más votado, con sus 7 millones, 7, estos truchimanes de la manipulación de la opinión pública, estos virtuosos del 15-M y de la movilización de las masas y de las musas de la prensa adicta, han hecho encajes de bolillos en nombre de 5 millones de votantes. Lo cual me mosquea tela, porque en ese caso Rajoy ha callado en nombre de 7 millones de votantes.
¿Cuándo ha ocurrido todo esto? Pues en un mentís absoluto que acabamos de darle a Unamuno. En una España que sólo había sabido inventar la paella, el gazpacho, el enganche a la calesera, el salmorejo, la jota y la chapela, Unamuno dijo su recordado «que inventen ellos». Ahora hemos inventado nosotros algo que no existía: la «legislatura-campaña». Choco esos cinco con Javier Arenas sobre la inminente campaña electoral. Pero chocos con papas: con diez días de campaña electoral, y sin cartelería exterior, basta y sobra. Porque aquí estamos de campaña electoral desde el cierre de urnas del 20-D. No es mala duración de campaña: 6 meses, 6, de diciembre a junio. ¿Es que no os habéis hartado ya con la «legislatura-campaña»? Lo que tienen que advertir los partidos constitucionalistas por el plan antiguo es del peligro del zarpazo del «sorpasso». Y no tomarlo a broma. Es muy serio lo que nos jugamos. Tanto, que renuncio a rematar con el cachondeíto de una media verónica marca de la casa, y no digo que, puestos así, me gusta más el «sorpasso de Virgen» que el «sorpasso de Cristo».