«Lo que quiere la mayoría es el trilingüismo»

Alvert Rivera Presidente de Ciutadans,  EL MUNDO 09/12/12

Pregunta.- Su partido ha pasado de tres a nueve escaños. ¿Esperaba ese buen resultado?

Respuesta.- Esperábamos crecer bastante. La participación tan alta e inesperada ha provocado que Ciutadans capitalice parte del voto del abstencionismo, de la gente que vota en las generales pero no en las autonómicas. Hemos captado mucho voto del PSC, que está en horas bajas. Son resultados que hace dos años no hubieran sido esperables.

P.- Tras las elecciones, la actualidad se ha centrado en la ley de educación del ministro José Ignacio Wert. ¿Cómo la valora?

R.- El ministro intenta recoger el espíritu de las sentencias del Constitucional y el Supremo para que el castellano también sea lengua vehicular en la educación, pero las formas de Wert han servido como excusa para que Artur Mas e Irene Rigau mientan. El asunto es suficientemente serio como para plantearlo como un borrador y dar así a Rigau la ocasión de mentir. El proyecto no habla en ningún momento de eliminar el catalán en las escuelas.

P.- ¿Lo ve con buenos ojos?

R.- Pediremos una reunión con Wert para ver cómo se puede plantear la reforma. Echamos en falta el modelo trilingüe, que es el que quiere la mayoría de la gente y que cerraría todo este debate. CiU no lo quiere. Se ha quedado anclada en una escuela identitaria. Me reuní con Rigau y ella sólo aspira a una escuela en catalán. Es un sistema obsoleto. Menos aspavientos y más propuestas: 40% en catalán, 40% en castellano y 20% en inglés. Ése es el modelo ideal.

P.- Una de las medidas de la ley Wert es que la Generalitat pague un colegio privado a los padres que quieran escuela en castellano. ¿Podría existir un centro privado sólo en español en Cataluña?

R.-Sí. Es posible si es privado, pero no estoy de acuerdo en que el ministro asuma que la Generalitat no va a cumplir la ley y busque una vía paralela. Es una rendición. Sí hay escuelas privadas muy buenas, pero es un modelo muy costoso y no lo comparto. Hay mala fe y mentira por parte de la Generalitat, por ejemplo con lo de la reválida. Discrepábamos de que no se hiciese en catalán, como decía la consellera, pero ha quedado claro que sí habrá revalida en catalán. También hay torpeza en la forma de plantear la reforma por parte del Ministerio. El debate ha servido para tapar el pacto entre CiU y ERC, que no gusta a Unió.

P.- ¿Ya ha pensado a qué colegio irá su hija?

R.- Aún no lo tengo claro. Me gustaría que fuera trilingüe. ¿Por qué no puede ser así la escuela pública o concertada? Pero todavía me preocupan más los contenidos que la lengua. Se ha generado un modelo de buenos y malos catalanes. Me empecé a preocupar cuando un padre me contó que su hija le había preguntado: «Papá, ¿qué somos, independentistas o fascistas?».

P.- ¿Estaría usted a favor de una consulta independentista si fuese legal?

R.- Sí, si fuese un referéndum convocado por el Gobierno y firmado por el Rey. Lo aceptaríamos y defenderíamos el sí a España. Ningún demócrata puede hacer lo contrario. Pero no aceptaremos una consulta contra la Constitución, el Estatut y las leyes. Si eso ocurre, habrá que pedir la suspensión de la consulta. Para evitarlo, hay que hacer política por el camino. Habrá que buscar la manera de vertebrar el país y hacer cumplir las leyes.

P.- ¿Comparte la idea de que el independentismo se ha desinflado tras las elecciones?

R.- El soufflé ha bajado. La sensación tras el 11-S de que el independentismo era mayoritario y la independencia cosa hecha se ha desinflado. El resultado electoral refleja una Cataluña que, en el mejor de los casos, está dividida en dos. Mas ha movilizado a gente que no esperaba. Ha sido un revolcón democrático para ellos. Su proyecto ha recibido un no, aunque ERC lo haya canalizado. También han crecido las posiciones nítidas a favor de seguir en España, como en nuestro caso o en el del PP. Mas debería dimitir. Es de libro. Pero CiU no hace autocrítica. Veremos una legislatura corta. Con ERC, el Govern será inestable, pues su único objetivo es celebrar una consulta ilegal.

P.- Tengo muy claro cuáles son sus propuestas identitarias y lingüísticas, pero ¿qué opina, por ejemplo, de los recortes?

R.- Antes de recortar debería haber una reforma de la Administración. En Cataluña, tenemos seis niveles administrativos. Se pueden eliminar los consejos comarcales y algunas empresas públicas y fusionar ayuntamientos. La situación es crítica. Hay que ajustarse el cinturón, pero los recortes deben ser temporales y ligados al crecimiento. Hay que potenciar la reactivación económica y ayudar a los empresarios a contratar gente. Se debe obligar a las entidades rescatadas a dar líneas de crédito a los empresarios y los emprendedores. Sí a la austeridad; no al despilfarro. El tripartito malgastó y CiU está sólo en la dinámica de pagar las nóminas. Se echan en falta políticas de reactivación económica. CiU se ha tirado a la piscina de recortar la sanidad y la educación sin reducir niveles administrativos ni ahorrar en las políticas identitarias.

P.- Durante la campaña ha criticado mucho al PP. ¿No sería mejor que unieran fuerzas para lidiar contra el independentismo?

R.- El PP no quería investigar a los bancos ni firmar el pacto anticorrupción ni la ley electoral. Hay muchas cosas en las que nos diferenciamos, y es que nosotros queremos reformas. Ahora, en materia lingüística y de respeto a la Constitución, estamos a su lado. Aunque le recriminamos al PP que dejase al margen la ley educativa y la impulse ahora, cuando ya sabe que no va a gobernar con CiU. Al PP le pedimos firmeza y coherencia. Queremos construir una alternativa al bloque independentista, por eso preveo reunirme con Alicia Sánchez-Camacho y Pere Navarro para hablar de la investidura y buscar los puntos en común que hay entre los tres partidos.

P.- ¿Cree que la lucha contra la corrupción será más fácil en el nuevo Parlament gracias a su mayor presencia, la de la CUP y la de ICV?

R.- Con Ciutadans, la CUP e Iniciativa se abre una grieta en un sistema cerrado. Recuerde que CiU, PSC y PP debatieron en 8TV y no hablaron de corrupción. En este ámbito pueden cambiar las cosas. Se crearán comisiones para investigar el tema sanitario y a las cajas de ahorros. También es necesaria una ley electoral catalana para que, de una vez por todas, haya primarias, listas abiertas y claridad en las cuentas de los partidos. Hasta que no se cambie el sistema seguirá habiendo corrupción.

P.- ¿Cuáles son sus prioridades para esta legislatura?

R.- Buscar la manera para que el Instituto Catalán de Finanzas y los bancos den crédito. También es fundamental plantear el debate de la ley electoral y la reforma de la Administración para que esté al servicio de los ciudadanos, porque sobra burocracia, pero no médicos ni maestros ni policías.

Alvert Rivera Presidente de Ciutadans,  EL MUNDO 09/12/12