Anda y Lucia

SANTIAGO GONZÁLEZ – 24/03/15

El Cuarto Estado  novecento choni

 

· Al ver esta mañana la portada de El País, con la foto triunfal de Susana Díaz y los suyos caminando de seis en fondo componiendo una estampa a medio camino entre ‘A tapar la calle’ y el óleo ‘El Cuarto Estado’, que Giuseppe Pellizza da Volpedo pintó a caballo de los siglos XIX y XX. Lo terminó en 1901 y Bernardo Bertolucci lo eligió para hacer desfilar los títulos de crédito de su película ‘Novecento’. La foto de Sevilla es una versión choni del cuadro, aunque Da Volpedo veía a la clase obrera con una majestad de la que carece la foto de abajo y en esta, la mujer lleva el niño dentro y no en el brazo derecho.

 El sábado pasado, ABC publicó esta foto del mitin de cierre de campaña del PP, en la que puede verse a la izquierda de la foto al candidato Juanma Moreno Bonilla abrazando a su mujer. Confieso que el candidato no despertó en mí mucho entusiasmo. Recuerdo haber escrito que iba a parecer “un pobre piolín frente a una gataza como Susana Díaz, que se lo zamparía de un bocado, para hacer después un provechito y dejar un par de plumas flotando a la orillita del Guadalquivir”.

A medida que avanzaba la campaña consideré que mi juicio había sido precipitado, por más que ahora podría defenderlo a la vista de los resultados. Pero Moreno hizo una campaña elegante y educada, justo al revés que su adversaria principal a la que ganó en los dos debates televisados. La cuestión es que al verle en compañía de aquí, su señora, uno (ya sé que me la juego al escribir esto, pero no puedo dejar que Arcadi Espada monopolice la impopularidad) dijo para sí: “¿Pero en qué estará pensando Arriola para no haber sacado a esta señora desde la pegada de carteles?” Envío esta pregunta a una amiga mía, muy cualificada en el PP, que me responde: “Ya veo que vas para viejo verde”.

No niego la posibilidad, pero creo que no es el caso. Y volví a preguntar si el PP aspira a ganar las elecciones o quiere hacer pedagogía feminista. Una de las cosas más impresionantes de la derecha española es que aspira a ser una ejemplar banda socialdemócrata y se inspira en los conceptos público-privado sobre la familia acuñados por Zapatero. Recuerden aquel momento en que posaron con las niñas junto a los Obama, expresando después su malestar porque la Casa Blanca había colgado su foto (entre centenares) en la web de la institución. Eso también permitía a la señora Espinosa gozar de los privilegios de segunda dama, pero invocar privacidad cuando convenía.

Veamos. Los Obama debieron de quedarse un poco impresionados con la petición de esconder la foto. “Se avergüenzan de nosotros porque somos negros”, pensarían. En sus dos noches electorales victoriosas, Obama, como antes lo hicieran sus antecesores: Bush (hijo y padre) Clinton, Reagan, Carter, Ford, Nixon, Johnson, Kennedy y así hasta la invención de la fotografía, posaron siempre con sus familias. Henos aquí. Soy un ciudadano como ustedes. Esta es mi familia. Es una envidiable muestra de transparencia personal.

Moreno Bonilla debió adoptar los hábitos protestantes al encarar esta campaña. Lo mejor lo tenía en casa. Otro gallo le hubiera cantado al PP de haber sacado a la pareja candidata. Podría acompañarlo con esta foto de Susana Díaz antes de ser rubia, y acompañar el conjunto con el siguiente eslogan: “Nuestras rubias son auténticas”.

Los resultados han venido a poner en su sitio las bravatas de los autoproclamados. Podemos e IU suman hoy el mismo número de escaños, 20, que obtuvo la IU que encabezó Luis Carlos Rejón en las autonómicas del 94.

Luego está lo de Ciudadanos y UPyD. Uno lamenta lo de este último partido, aunque era fácilmente previsible. Yo lo había escrito tras el congreso de noviembre de 2013. En este párrafo final:

“Rosa Díez sigue teniendo la palabra. Y también Albert Rivera, pero llama la atención una cierta búsqueda del desencuentro, un error. Quien haga más méritos para que ambos partidos no se entiendan, tendrá más probabilidades de pagar la factura en las urnas.”

Las pochas no repiten, pero insisten. Seguiremos mañana. Hoy me debía a mi oficio.

SANTIAGO GONZÁLEZ – 24/03/15