¡Ay, estos hijos!

JOSÉ MARÍA CARRASCAL, ABC – 25/03/15

· La crisis ha dinamitado el chiringuito por la sencilla razón de que no había dinero para mantenerlo.

Podemos y Ciudadanos son las dos caras de una misma moneda: la del cabreo hacia los dos grandes partidos en la izquierda y en la derecha. La excusa es la corrupción. «¡Han robado tanto!», dice la gente. En efecto, han robado cuanto han podido, que era mucho, pues controlaban los resortes del Estado. Pero la corrupción no se quedó en el PP y el PSOE, sino que se extendió hasta los últimos rincones del cuerpo nacional. Ahora nos enteramos de que en el Tribunal de Cuentas reinaba un enchufismo de escándalo, de que directivos del carbón se hacían pasar por mineros para lograr jubilaciones anticipadas, de que el dinero de los parados se dedicaba a comprar cocaína, de que los partidos recibían dinero bajo cuerda. Pero nadie protestaba, porque quien más quien menos esperaba sacar provecho de ello. Las recomendaciones, el clientelismo, el «qué hay de lo mío» estuvieron a la orden del día durante la Transición, con todo el mundo esperando que un familiar, un amigo, el partido llegaran al poder para sacar tajada de ello. Y eso es también corrupción.

La crisis ha dinamitado el chiringuito por la sencilla razón de que no había dinero para mantenerlo. Los españoles, que nos creíamos ricos, descubrimos de repente que no lo éramos, y reaccionamos con la virulencia que nos caracteriza y de la forma habitual, buscando un culpable, para lo que no hacía falta buscar mucho: los dos grandes partidos, en los que seguro hay muchas personas decentes, pero más sinvergüenzas de los que debería. Y, encima, no han sido lo bastante duros contra ellos.

Es como han surgido los partidos contestatarios, los hijos rebeldes: Podemos, del PSOE, Ciudadanos, del PP, que piden paso y les están quitando votos a manta. Hay, sin embargo, una diferencia entre ellos: mientras que Podemos apela al odio, a la venganza, a la mala leche, a romper la baraja, Ciudadanos mantiene las formas, la calma, la sonrisa. Es por lo que, si bien Podemos tuvo una salida explosiva, creo que Ciudadanos tiene más largo recorrido. Lo tiene por lo que ofrecen: Podemos, bolchevismo y chavismo, algo más viejo y menos eficaz que la democracia corrompida que teníamos; mientras que Ciudadanos ofrece algo menos traumático, más amable: un cambio suave, civilizado, con la colaboración de todos, una especie de nueva Transición. Aunque nunca hay que olvidar nuestra vena cainita y truculenta.

Pero ¿cómo es posible que no se aprecien nuestros esfuerzos para sacar a España del pozo en que se encontraba?, deben de estar preguntándose en Génova a todo ello. Pues, sencillamente, porque los españoles pensamos que ese era su deber, así que nada tenemos que agradecerles. Mientras el papel de la izquierda es gastarse el dinero que haya reunido la derecha. Nada de extraño que sea más popular entre nosotros.

Que sea más razonable es ya otra cosa.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL, ABC – 25/03/15