EL MUNDO 20/11/13
· Subleva a la Generalitat al defender penas de cárcel para quien convoque un referéndum
Unas declaraciones de José María Aznar hicieron ayer que la escena política catalana se retrotrayera unos años. El ex presidente del Gobierno dijo que es partidario de «aplicar la ley con todas sus consecuencias» con respecto al llamado proceso soberanista catalán, incluso si eso pudiera derivar en penas de cárcel, y todos los partidos excepto el PP se le echaron encima como en los viejos tiempos.
En una entrevista en Onda Cero, Aznar aseguró que, si él estuviese al frente del Gobierno, aplicaría la ley que él aprobó para penar con cinco años de cárcel la convocatoria de un referéndum ilegal. Sin embargo, esa norma fue derogada por el Ejecutivo socialista y «no ha sido restablecida» por el actual.
El ex presidente afirmó que, frente a quienes le culpan de haber incentivado el independentismo, «ahora se demuestra» que su Gobierno tenía razón en defender «una política nacional muy vigorosa y muy fuerte» para evitar el proceso que está en marcha en Cataluña.
«Poner cotos a los que quieren desbordar la legalidad y romper el país es muy importante, y ahora se demuestra que algunos teníamos alguna razón para defender algunas posiciones entonces», dijo.
El Govern fue de los primeros en responder desde Cataluña a estas afirmaciones. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, vinculó al ex presidente español con regímenes dictatoriales y le aconsejó que «se vaya haciendo a la idea de que estamos en una democracia». «Esas palabras, más que de otra época, son propias de otro régimen», añadió.
El portavoz del Govern también pidió al actual Ejecutivo español que «repruebe» al ex presidente y lo haga rectificar. «Sería un sinsentido que proponer una votación sea motivo para que te metan en la cárcel», finalizó.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, que sería el encargado de convocar el referéndum si el plan soberanista sigue adelante, tachó ayer el lenguaje de Aznar de «anticuado, pasado de moda y desfasado», y se quejó de «aquellos que quieren leyes para encarcelar a presidentes elegidos democráticamente».
El diputado de ERC Pere Aragonés consideró que lo que quizás debería ser delito es no dejar preguntar a los ciudadanos. El portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, advirtió por su parte a Aznar de que las cosas en Cataluña no se arreglarán «con testosterona y amenazas», sino apostando por el diálogo entre ambas partes.
También el diputado Quim Arrufat (CUP) criticó la «concepción de la democracia en blanco y negro» que en su opinión tiene el ex presidente del Gobierno.
La crítica más original le llegó a Aznar desde Ciutadans. El portavoz de ese partido, Jordi Cañas, afirmó que lo que quiere ahora es construirse la imagen de adalid contra los independentistas, cuando mientras gobernaba se caracterizó por ser el presidente «débil y cobarde que se arrodilló ante los nacionalistas», informa Efe.
Cañas también dijo que ya hay «mecanismos para perseguir las conductas de gobernantes que incumplen la ley», tanto en la Constitución Española como en el Código Penal.