Carta de un guardia civil a Pablo Iglesias

ANTONIO MANCERA CÁRDENAS – LA TRIBUNA DEL PAÍS VASCO – 26/06/15

· Acabo de leer la noticia, y aun sabiendo lo que piensa y cómo piensa, me ha extrañado mucho que se haya tenido que ir usted hasta el Reino Unido para decir lo que muchos, no solo sospechábamos, sino que sabíamos a ciencia cierta, que se haya tenido que ir fuera de España para conceder una entrevista, concretamente en un medio al parecer afín, la “New Left Review”,para poder explayarse y sacar lo que lleva dentro y que aquí al parecer tiene que reprimir.

No voy a entrar en la polémica sobre si lo que dice en la entrevista sobre la política de nuestro país, el de los dos, el suyo y el mío y el de catalanes, vascos, andaluces, cántabros, castellanos, valencianos, murcianos, riojanos, gallegos, aragoneses, asturianos y extremeños como su familia y la mía, es cierto o no, si tiene o no razón, no me preocupa, al fin y al cabo, la política es lo suyo, aunque al final en una democracia son las urnas y son, somos, esos millones de españoles, iguales y distintos a la vez, los que deberán valorar sus palabras, sus actos, sus gestos.

Mucho menos me preocupa si el nombre de su partido proviene de Cataluña o de América del Norte o del Sur, o de China, del “Yes we can» de Obama, o del “¡Sí se puede!”, de Ada Colau, puede explicar lo que quiera, la mentira, al final, es para quien se la cree y para quien la divulga, pero recuerde que al mentiroso siempre se le coge, recuerde también que hoy en día la información llega a todas partes, como su entrevista británica o como aquel eslogan del socialismo venezolano, «Por la Democracia Social», (PODEMOS), que usó en 2002 Hugo Chávez. Ya ve, ni siquiera son ustedes originales y modernos.

Lo que sí me preocupa, y mucho, y de ahí mi carta, es lo que usted considera una “tragedia”, el hecho, según usted, de que todavía haya etarras asesinos cumpliendo condena en las cárceles, además parece ser que lo llevaba muy dentro y tenía ganas de sacarlo, ya que lo dice sin que le pregunten por el tema, imagino que para que no se le pasase al entrevistador o por si no tenía preparada la pregunta.

Define usted como “trágico el problema político” que supone que aún haya cerca de 500 presos de ETA en las cárceles, a cientos de kilómetros de sus casas y sus familias por la dispersión que les se aplica. Al parecer, es toda una “tragedia” para usted, el que sus familias tengan que recorrer cientos de kilómetros para visitarlos en las cárceles. Y esto, como a usted, si me preocupa, pero no por lo mismo. Lo que me preocupa es que usted piense que los asesinos etarras son «prisioneros» políticos y que están en la cárcel por haber practicado una «lucha», al parecer para usted legitima, para mí no es una tragedia, es una aberración política, ética y moral.

Me preocupa que alguien que pretende llegar a la Moncloa, a ser Presidente del Gobierno de España, vea una “tragedia” el que unos asesinos, juzgados y condenados con todas las garantías de la Ley, permanezcan encarcelados; me preocupa que sus “valores morales” estén tan desviados que justifique los asesinatos de ETA y que los lleve al ámbito político, cuando en realidad son eso, asesinatos en toda regla, cometidos por terroristas.

Me preocupa que anteponga el bienestar de las familias de los asesinos, a las familias de las víctimas de los terroristas, y no solo me preocupa sino que me indigna y me repugna el que pretenda una indulgencia para quien nunca la tuvo con aquellos a los que asesinó o pretendió asesinar.

Me preocupa su bajeza ética y moral, que da por bueno aquello de que el fin justifica los medios, que justifica los asesinatos como una forma de llegar al poder, y que justifica por tanto los atentados, los asesinatos, las mutilaciones, las extorsiones, las violaciones de los derechos humanos por parte de los asesinos etarras, ya lo dijo en el verano de 2014 en el Ritz de Madrid, “El terrorismo ha causado dolor pero tiene explicaciones políticasy me preocupa porque en cualquier país civilizado y democrático sus palabras serían constitutivas de delito. Ya sabe, eso de apología y enaltecimiento del terrorismo que regula el artículo 578 del Código Penal y que dice textualmente: “El enaltecimiento o la justificación por cualquier medio de expresión pública o difusión de los delitos comprendidos en los artículos 571 a 577 de este Código o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares…” y usted con sus declaraciones, en España o en Reino Unido, no solo justifica a los asesinos sino que humilla a las víctimas, pero tranquilo porque, por desgracia, aquí a usted no le va a pasar nada, seguramente me pasará a mí, seguramente seré perseguido en las redes sociales por sus seguidores, seré tachado de “facha” o “fascista”, o incluso puede que judicialmente, simplemente por decir lo que es obvio y todo el mundo sabe, aunque esto tampoco me preocupa demasiado.

Porque hay que perder el miedo de una vez a opinar, a reivindicar; perder el miedo a decepcionar a los que nunca deben ser decepcionados, mis compañeros asesinados, heridos o mutilados y sus familias, y los cientos y cientos de víctimas de ETA, que hoy, al oírle, vuelven a revivir el dolor, vuelven a recordar; perder el miedo a exponerse frente a los insultos, frente al qué dirán o que me dirán.

Y es que tener miedo a expresar, a decir, tener miedo a exponerse ante ustedes, a defender la memoria de los asesinados, de las víctimas de ETA, tener miedo a decir las cosas claras, es algo a lo que juegan ustedes y no deja de ser otra forma de coacción, y por otra parte, la defensa de las víctimas, la defensa del recuerdo, de la memoria, es algo que todos deberíamos reivindicar, frente a lo que ustedes buscan, que no es otra cosa que el olvido de los crímenes de ETA, el olvido de que ETA no es más que una organización terrorista y nunca una organización política y que sus miembros encarcelados nunca serán «presos políticos», como nos quieren vender ustedes.

Señor Iglesias, con sus declaraciones pretende aplicar, al contrario eso sí, de lo que esta práctica suponía, aquello que la antigua Roma denominaba “Damnatio memoriae”, una verdadera “condena a la memoria”, que consistía en condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte y borrar todo lo que hiciese referencia al mismo.

Ustedes pretenden llevar a su terreno esa “Damnatio memoriae” romana, pero en lugar de condenar el recuerdo del enemigo del Estado, de ETA, pretenden condenar y borrar todo lo referente a los asesinatos de la banda terrorista.

Dirán que los asesinos tienen derecho a que olvidemos sus crímenes, yo discrepo y aseguro que tenemos, las víctimas tienen, derecho a que se las recuerde, a que se recuerde por qué y cómo murieron y fueron asesinadas y por quién, tienen derecho a la memoria y a que no se olvide su sacrificio.

Al parecer tiene un concepto equivocado de lo que es una tragedia, por lo tanto le voy a explicar lo que en realidad es una verdadera TRAGEDIA, con mayúsculas. Una TRAGEDIA son los más de 800 asesinados que tiene la organización terrorista ETA a sus espaldas, le recuerdo que asesinadas con el coche bomba, con el tiro en la nuca y por la espalda. Una TRAGEDIA son los más de 3.000 heridos y mutilados por los atentados indiscriminados de la banda terrorista ETA. Una TRAGEDIA son los miles de desplazados forzosos que tuvieron que abandonar sus hogares, sus pueblos y ciudades, sus casas, sus familias y sus amigos para no ser asesinados. Una TRAGEDIA son los cerca de 30 niños asesinados sin escrúpulos por los asesinos etarras. Una TRAGEDIA es que las familias de todos esos asesinados no puedan recorrerse esos cientos de kilómetros para ver a sus seres queridos, simplemente porque hoy ya no están entre nosotros, porque fueron asesinados por los terroristas de ETA: Una TRAGEDIA es que aún no se hayan esclarecido más de 300 atentados, simplemente porque los asesinos de ETA no han querido que así sea, no han colaborado con la justicia. Una TRAGEDIA es que ETA, a la que usted justifica y de la que siente que sus miembros sigan encarcelados, haya privado de la vida, haya privado de la presencia de sus seres queridos, a miles de españoles, por el mero hecho de serlo. Una TRAGEDA es que los asesinos no cumplan integras sus penas. Una TRAGEDIA es que muchos de los asesinos aún sigan en libertad. Una TRAGEDIA es que ETA siga operativa y armándose, demostrado por el hecho de haber encontrado la Guardia Civil en Biarriz un arsenal completo con explosivos de última generación dispuestos a ser usados. Una TRAGEDIA es que los asesinos y quienes los apoyan entren en las instituciones democráticas del país. Una TRAGEDIA es que un líder político, que se declara demócrata, y que quiere optar a ser Presidente de España, odie el Himno y la Bandera de España, justifique los asesinatos de ETA y pida la libertad para los terroristas, y que aquí, no pase nada. Todo eso es una TRAGEDIA.

Lo demás, el que los asesinos, los criminales, los delincuentes, los terroristas de ETA, cumplan penas de prisión por sus crímenes, por mucho que a usted le duela y le moleste, tiene otro nombre y no es TRAGEDIA, es, simplemente, JUSTICIA.

ANTONIO MANCERA CÁRDENAS – LA TRIBUNA DEL PAÍS VASCO – 26/06/15