Cien años de cárcel para un etarra por atentar contra un militar

ABC – 30/04/15

· Sergio Polo colocó la bomba bajo el coche del capitán Aliste, que perdió las dos piernas.
· Atentado indiscriminado «Lur», al poner la bomba, sabía que el militar llevaba todos los días en coche a su hija y a otros tres alumnos.

Bildu y sus aliados internacionales exigen al Gobierno que excarcele ya a los presos de ETA, como pago por el cese del terrorismo, pero la Justicia sigue condenando a los pistoleros para que sus crímenes no queden impunes. Ayer, la Audiencia Nacional impuso un siglo de prisión al etarra Sergio Polo, «Lur» por intentar asesinar al capitán del Ejército Juan José Aliste, al que hirió gravemente, y a cuatro menores, entre ellos su hija, que salieron ilesos aunque con secuelas sicológicas que 20 años después perduran. Polo fue elegido en 1999, cuando era preso preventivo, miembro de las Juntas Generales de Vizcaya en representación de los batasunos.

Todo ocurrió en Salamanca, el 10 de noviembre de 1995. El etarra colocó una bomba lapa, con más de 1.200 gramos de clorato sódico y 800 gramos de multiplicador de alto explosivo. en los bajos del vehículo del militar, sabiendo que a diario llevaba a su hija y a otros tres compañeros, todos ellos menores de edad, al instituto. Iba a su trabajo siempre vestido de paisano, así que detectarle como miembro de las Fuerzas Armadas había requerido necesariamente un seguimiento durante varios días, en el que constató la presencia de los adolescentes.

En silla de ruedas

Pero, según expone la sentencia, «la posibilidad de que en el citado vehículo pudieran montar otras personas no le hizo desistir de su propósito criminal, asumiendo el riesgo que de tal acto se derivaba para las personas y los bienes». El caso es que ese fatídico día Juan José Aliste dejó a los chicos en las puertas del instituto a las 8.20 horas. Después, tras recorrer unos cien metros, explosionó la bomba, hiriendo de gravedad al militar, que sufrió la amputación de las dos piernas. Los médicos le colocaron sendas prótesis pero tuvo problemas de adaptación por lo que vive desde hace mucho tiempo en silla de ruedas y tiene reconocida una incapacidad del 80 por ciento. Los cuatro menores aún hoy padecen secuelas sicológicas.

Así pues, la Sección Segunda considera a «Lur» culpable de cinco delitos frustrados de asesinato terrorista y le impone 20 años de cárcel por cada uno de ellos, y el pago de una indemnización de un millón de euros para el militar y otras cantidades para el resto.

Al final pudo celebrarse el juicio después de que la Fiscalía solicitara la reapertura de la causa en 2013 tras haber recibido un informe policial que apuntaba a la posible autoría de Sergio Polo. El caso había sido sobreseído de forma provisional en 1997 por falta de autor conocido. Una de las pruebas para condenarle ha sido una carta incautada en el piso de Polo, en la que la jefa de «comandos» Soledad Iparraguirre, «Anboto», criticaba el atentado. «No sabíamos que le habías metido tanto material, ¡Y encima sale vivo!…». Por ello, la Sala considera probado que «Lur» eligió el objetivo, además de organizar y perpetrar el atentado.

Uno de los testigos que declaró durante el juicio fue Kepa Pikabea, acogido a la «vía Nanclares». Dijo no saber si «Anboto» era entonces jefa de «comandos», que él nunca fue dirigente y que desconoce quién era «Lur».

Conocida la sentencia, el capitán Aliste dijo a Efe que le «queda la satisfacción» de que Polo «ha sido juzgado y condenado» con lo que cierra un ciclo que tenía pendiente «y punto».

ABC – 30/04/15