ABC – 06/03/16
· Los vínculos de confianza entre PP y Ciudadanos pasan por su peor momento.
· Nunca pensaron en el PP que Ciudadanos alcanzaría un acuerdo tan sólido con el PSOE. Ni imaginaban que iba a ser Albert Rivera quien se convirtiese en el principal opositor a Mariano Rajoy desde la tribuna del Congreso.
Tampoco Rivera que las críticas más duras y los abucheos más gruesos desde la bancada del PP llegarán con él en el uso de la palabra, y no con Pedro Sánchez o Pablo Iglesias. No imaginaban en C’s los gritos de «traidor», «vendido» o «niñato» escuchados en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.
La relación entre los dos partidos sale muy deteriorada de la sesión de investidura. Mientras, los lazos con el PSOE son cada vez más estrechos, y alcanzan a la confianza y la complicidad personal de sus principales dirigentes. Si Pablo Iglesias tiene razón y «las discusiones más agrias preceden a los momentos más dulces», el PP y Ciudadanos tienen todavía una oportunidad. Pero ésta se difumina mientras a los mandos de Génova siga Mariano Rajoy. La decisión de Rivera no parece tener vuelta atrás.
Antes de la investidura uno de sus principales colaboradores aseguraba que «no tiene nuestro apoyo, y es casi imposible que pueda tenerlo». Tras la sesión de investidura otro miembro de la dirección advertía que su relación con los populares «cada vez va a peor». Otro, mucho más contundente y convencido de que es imposible de que el PP alcance un pacto con el PSOE sin contar con ellos, era más concluyente: «Rajoy no va a ser presidente. Punto».
En el partido no gustó nada la intervención de Rajoy en el debate de investidura. Para Rivera fue el colofón de su actitud durante dos meses y que en su discurso no dudó en tildar de perezosa. Tras la fallida investidura de Sánchez, Girauta ya advirtió que niegan a Rajoy la capacidad de recuperar la iniciativa. «A partir del lunes, si alguien cree que puede hacer trucos con los tiempos constitucionales o que puede poner los contadores a cero, se ha equivocado. Nosotros seguimos siendo los mismos, tenemos un acuerdo que nos ha costado mucho conseguirlo, que consideramos que es un logro, por mucho que el señor Rajoy lo ridiculice».
Los vínculos de confianza con el PP se han difuminado. La relación que meses atrás fue fluida entre Jorge Moragas y José Manuel Villegas hoy sigue manteniéndose pero con menos continuidad. El portavoz del partido, Juan Carlos Girauta, ha encontrado en su homólogo socialista, Antonio Hernando, un fiel aliado. Mientras que con el popular Rafael Hernando ha tenido ya varios encontronazos.
Las relaciones
Mientras la negociación ha cimentado buenas relaciones con los socialistas, con el PP, y a excepción de la figura de Pablo Casado, son pocos los nombres que mantienen ya la confianza para los de Rivera. Son conscientes que plantear al PP que renueve el liderazgo de Rajoy puede generar el
efecto contrario. Tampoco les importa. Rivera plantea una estrategia de la que creen que solo pueden lograr beneficios.
Si Mariano Rajoy cede a la presión sería una victoria política y creen que sería definitivo para el entendimiento de las tres fuerzas constitucionalistas. Pero desde el equipo también hay voces que creen que «Rajoy no se va a ir mientras siga Sánchez. No le veo dando un paso atrás», dice un miembro de la dirección parlamentaria. ¿Y en ese caso? «Pues elecciones». Y son optimistas sobre su evolución, más si el PP se presenta de nuevo con Rajoy a la cabeza. «La degradación de los partidos tradicionales no es algo que se haya terminado el 20-D. El proceso continua».
ABC – 06/03/16