Diez mil europeos a la yihad Una guerra internacional

EL MUNDO – 09/03/15

· El primer ministro francés advierte de que el reclutamiento del IS en el Viejo Continente puede triplicarse en 2016 Las milicias chiíes redoblan su ofensiva para arrebatar Tikrit a los terroristas.

· Nigeria, Níger, Camerún, Chad y mercenarios de Sudáfrica ya luchan contra los yihadistas de Boko Haram, sucursal del Estado Islámico.

Un ejército de hasta 10.000 europeos podría tomar las armas y sumarse en los próximos diez meses, los que faltan de aquí a fin de año, a los yihadistas que luchan en nombre del Estado Islámico en Irak y Siria. La funesta profecía la lanzaba ayer el primer ministro francés, Manuel Valls, y supondría multiplicar por tres el número de europeos que ahora mismo se calcula que combaten en nombre del autoproclamado Califato islámico.

«A día de hoy hay 3.000 europeos. Pero cuando se hace una proyección para los próximos meses, podría haber 5.000 antes del verano y 10.000 antes de que termine al año», aventuraba el jefe del Ejecutivo francés en una entrevista a la cadena de televisión iTele. «¿Se da cuenta de la amenaza que esto representa?».

Según Valls, Francia y Bélgica serían los países europeos con mayor número de desertores de su territorio para unirse a los terroristas. Pero el jefe del Ejecutivo también citaba a Holanda, Dinamarca y Reino Unido como cantera de yihadistas. «Estamos ante una amenaza particularmente elevada en Francia, en Europa y en otros países», indicaba.

Recientemente las autoridades francesas calculaban en más de 1.100 el número de sus ciudadanos vinculados a las redes yihadistas, de los cuales 380 se encontrarían en estos momentos en Siria o Irak. Pero el primer ministro elevaba ayer esa cifra, asegurando que serían en total unos 1.400 los franceses que están, han estado o planean ir a las zonas controladas por el Estado Islámico. «Unos 90 los franceses han muerto ya con un arma en la mano, luchando contra nuestros propios valores», sentenciaba.

Precisamente ayer cuentas de Twitter vinculadas con el IS difundieron un vídeo centrado en la figura de Abu Suhaib al Faransi (el francés, en árabe), un combatiente galo de 65 años que abandonó su acomodada vida de empresario para abrazar el islam y viajar al califato.

Con una larga barba teñida de henna, el muyahidin (guerrero santo) protagoniza la última producción de Al Hayat, la división audiovisual del IS en lengua extranjera, y el primer episodio de una serie titulada «Historias desde la tierra de la vida». A lo largo de 15 minutos, el yihadista relata su travesía hacia los confines de Siria e Irak donde el IS ha impuesto su ley de decapitaciones, ejecuciones sumarias o lapidaciones. «Cuando Abubakar al Bagdadi anunció la creación del califato no dudé. Tenía que alistarme», confiesa Suhaib, que –insatisfecho con su vida de hombre de negocios en Túnez– renunció a su fe católica y se convirtió al credo de Mahoma en Arabia Saudí antes de partir hacia el campo de batalla.

«Al entrar en el califato me di cuenta de que las cosas eran diferentes a lo que me habían contado. Había instituciones y orden además de ingenieros, médicos y personas con educación que abandonaron Europa y otros lugares de todo el mundo para hacer la yihad con plena conciencia y una integridad y sinceridad totales». Los fotogramas que acompañan a sus palabras muestran al veterano combatiente –según algunas fuentes, reside en Siria desde marzo de 2012– paseando plácidamente por las calles de una ciudad controlada por el IS; descargando su rifle en mitad de un paisaje desértico o recorriendo los pasillos del organismo dedicado a recibir y examinar a los extranjeros deseosos de unirse a la organización.

La inagotable propaganda del IS para reclutar a nuevos combatientes coincide con los primeros esfuerzos serios de las fuerzas de seguridad iraquíes por reconquistar el territorio capturado por los yihadistas. Ayer, una semana después de que arrancara la ofensiva para recuperar Tikrit, el ejército iraquí y la milicia chií Hashid Shaabi (Movilización popular, en árabe) irrumpieron en el pueblo de Albu Ajil, a unos 15 kilómetros al este de Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein.

Un día más las escaramuzas agujerearon el callejero de Al Dur, una estratégica localidad en los alrededores de Tikrit. Las fuerzas iraquíes arrebataron al IS el centro de la villa, donde se ubican los edificios estatales, pero los extremistas permanecían atrincherados en la zona oeste.

Entretanto, la coalición internacional liderada por EEUU efectuó una docena de ataques aéreos contra posiciones del IS en Siria e Irak, mientras Bagdad denunciaba la destrucción de la ciudad de Dur Sharrukin, fugaz capital de la civilización asiria, en el tercer ataque del IS contra el patrimonio iraquí esta semana.

Como en cada organización terrorista, en la historia de Boko Haram hay momentos relevantes que marcaron su principio, desarrollo y ya veremos si su final con una guerra internacional que implica ya a ejércitos de cinco países africanos.

En la génesis, Mohamed Yusuf decidió escindirse de la secta con agenda política a la que pertenecía, Ansaru, para fundar su actual grupo armado en 2002. Esta milicia se aprovechó del desempleo y el abandono que existe en el norte musulmán de Nigeria para expandir su promoción del islam más radical en el área del Sahel. Después de atentar contra iglesias cristianas, conquistar parte del territorio y matar a 13.000 personas, cambió de táctica y llegó su segundo gran momento: la fama internacional. Igual que les sucede a los talibán, odian la educación femenina, por lo que atacar un colegio de niñas se adaptaba bien a su objetivo.

La escuela elegida fue la de Chibok, con niñas cristianas y musulmanas en las mismas aulas. De allí se llevaron en abril de 2014 a casi 300 niñas. Jesús Díez Alcalde, del Instituto Español de Estudios Estratégicos, cree que «estas menores fueron secuestradas como respuesta a las detenciones de las esposas de muchos miembros de Boko Haram por parte de las autoridades». «Alá nos ha ordenado vender a las chicas», dijo Abubakar Shekau, el actual líder de esta secta, en Youtube.

Ese secuestro masivo se convirtió en un grito viral gracias a la etiqueta #bringbackourgirls (Devolvednos a nuestras chicas), con el que posó hasta Michelle Obama. Casi un año después, expertos en la zona aseguran «que fueron casadas a la fuerza con los milicianos o vendidas a tribus afines o a mafias dedicadas a la trata de personas a 12 euros por adolescente» (tienen entre 16 y 17 años).

Hace unas semanas la organización vivió otro de esos momentos que puede marcar un antes y un después: ahora ya no se enfrenta sólo al desmoralizado ejército de Nigeria. Ahora le combaten además tropas enviadas por Sudáfrica (mercenarios), Camerún, Níger y, sobre todo, los indomables soldados chadianos, los mejor entrenados de la zona. Una guerra mundial africana.

La razón de esta intervención no pasa por la solidaridad con el vecino, ni por los ataques que ya ha recibido en aldeas de su frontera: tiene que ver con sus intereses económicos. «Chad, sin salida al mar, depende de la autopista que une la costera Duala (Camerún) con Djamena, la capital chadiana. Esa carretera atraviesa el territorio que posee Boko Haram, lo que asfixia una de las vías de abastecimiento básicas para uno de los países más pobres y aislados del mundo», asegura una fuente de Inteligencia en Nigeria, el estado fallido más poblado, más corrupto, más rico por el petróleo que exporta y a la vez de los más pobres (hay más miseria que en los años 60) del planeta.

UN ENEMIGO FUERTE

El control de esa vía por Boko Haram le ha procurado un nuevo y poderoso enemigo: los chadianos. Ya combatieron a los yihadistas en Mali y están curtidos en la guerra del desierto. Aunque Nigeria rechazó su ayuda, quizá se haya encontrado con un gran aliado. Mientras que cameruneses y nigerinos pueden a duras penas con los yihadistas, los chadianos han conseguido avances significativos. Esta misma semana les arrebataban su cuartel general de Dikwa, decorado con sillones dorados, teles de plasma y montañas de armas que Boko Haram echará de menos en breve. Los terroristas no tuvieron ni tiempo de prenderle fuego.

Mientras tanto, los refugiados que huyen de la violencia ya ascienden a 166.000 personas en Níger, 50.000 en Camerún y 17.000 en Chad. Esta misma semana, los terroristas de Boko Haram han cometido varias matanzas de civiles en la región de Borno con casi 100 muertos.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, se encuentra en plena campaña electoral (los comicios se celebran el 28 de marzo). Como parte de su propaganda ha asegurado que las niñas de Chibok aún siguen vivas y que las rescatará. No es la primera vez que el mandatario habla de liberación, pero no se ha cumplido en ningún caso. Esas negociaciones no son fáciles, ya que Boko Haram es cada vez más un grupo heterogéneo y dividido que Shekau no consigue dominar del todo.

EL MUNDO – 09/03/15