El Gobierno calla ante «más de lo mismo» y el PSOE saluda el «avance»

EL MUNDO 29/12/13

· Para UPyD, los presos «no son víctimas, sino terroristas que atentaron contra inocentes».

Silencio. Ni una palabra porque «no merece la pena». El Gobierno de Mariano Rajoy rechazó ayer dar una respuesta oficial al comunicado hecho público por el colectivo de presos etarras (EPPK) en el que éstos dicen admitir «el sufrimiento y el daño multilateral causados» y aceptan los «cauces legales» para su excarcelación.

Ni en la Moncloa ni en el Ministerio del Interior se agitaron las aguas. «Es más de lo mismo», apuntaron como único comentario.

Tampoco hacían falta más palabras. Rajoy ha repetido su filosofía sobre ETA, su entorno, sus presos y sus reivindicaciones muchas veces: no hay nada que hablar con ellos, nunca habrá negociación, no se les debe nada y lo único que cabe esperar es el anuncio de la disolución de la banda, la entrega de las armas, una petición de perdón y colaboración con la Justicia.

Y estos mandamientos ahora, tras la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que tumbó la doctrinaParot y permitió la puesta en libertad de algunos de los etarras más sanguinarios, se han endurecido. La desolación de las víctimas ante las excarcelaciones se ha vuelto en buena medida en contra del Gobierno al que reprochan no haber hecho lo suficiente para impedir su ignominia. Y desde el Ejecutivo, y también desde el PP, han desplegado esfuerzos para reconciliarse con ellos.

No cabía esperar pues en boca del Gobierno valoración alguna, y menos aún en tono positivo aunque fuera mínimo. Tampoco desde el PP que, además de aguardar el visto bueno del Ejecutivo, se siente obligado a esperar la reacción de las víctimas. Y ésta a todas luces no fue en absoluto complaciente.

Como tampoco lo fue la de UPyD. La formación que lidera Rosa Díez se pronunció a través del parlamentario Gorka Maneiro, para quien el comunicado del EPPK está «lleno de mentiras, manipulaciones y falacias».En una nota, Maneiro recalcaba que a los presos etarras «sólo les queda cumplir las penas» porque, al contrario de lo que afirman, «no son víctimas, sino terroristas encarcelados por atentar contra la vida de personas inocentes».

«No son presos políticos, sino criminales que quisieron imponer un proyecto totalitario. No tienen los derechos vulnerados, sino que son ellos quienes vulneraron derechos», añadía, antes de instar al Gobierno a «exigir a los presos pedir perdón y colaborar con la Justicia antes de acceder a ningún tipo de beneficio penitenciario».

En el PSOE, por el contrario, se acogió el comunicado como un «avance sustancial respecto a posiciones anteriores». Así se señalaba en una nota del secretario de Organización del PSE-EE, Rodolfo Ares, difundida por Ferraz.

En la misma se apuntaba como paso destacable que los presos hayan decidido, a diferencia de lo que hacían hasta ahora, no exigir una amnistía «sin admitir responsabilidad alguna por unas acciones terroristas que han causado más de 850 víctimas mortales y una enorme herencia de sufrimiento».«Aunque vaya acompañada de su retórica habitual y de valoraciones inaceptables de consumo interno», precisaba Ares, «lo relevante es la disposición de los presos de ETA a recorrer de forma individual el camino legal de la reinserción y reconocer el daño injustamente causado».

Tras este análisis de los puntos positivos que, según ellos, incluye la nota del EPPK, los socialistas hacían hincapié en que «para seguir avanzando en la superación de la violencia sufrida los reclusos deberían reclamar seguidamente a ETA su disolución inmediata»; porque, añadían, «la desaparición de la organización terrorista les ayudaría a romper con su pasado criminal y asumir las responsabilidades contraídas con la sociedad y, especialmente, con las víctimas directas de sus atentados».

Los presos, finalizaba Ares, «deden saber que la aceptación de los cauces legales no es algo optativo, sino la única posibilidad de obtener beneficios penitenciarios». Y les recordaba: «No va a haber ningún proceso acordado, y las únicas condiciones y garantías aplicables son las establecidas por la ley».

EL MUNDO 29/12/13