El núcleo duro de la CUP reta a Puigdemont y sus cuentas aunque peligre el referéndum

EL CONFIDENCIAL – 08/01/17

· Un documento de Lucha Internacionalista, partido integrado en la CUP, alerta del riesgo de que el referéndum fracase por las políticas económicas que quiere aplicar la Generalitat.

El independentismo va todo en el mismo barco, pero los remeros de los distintos partidos van cada uno a su ritmo. Es el ejército de Pancho Villa en versión ‘casolana’ (casera). Y los incómodos socios anticapitalistas del presidente catalán, Carles Puigdemont, están dispuestos a amargarle la existencia hasta el último minuto. Resulta que aunque desde el Gobierno y la plataforma que lo sustenta, Junts pel Sí (JxS), se insiste en la estabilidad parlamentaria, lo cierto es que Puigdemont no tiene garantizado el apoyo a los presupuestos que piensa llevar a la cámara el mes de febrero. En realidad, deberían haber sido enviados hace dos meses, pero la CUP exigió tenerlos antes y someterlos a sus bases antes de dar el visto bueno.

Y ante los números que ha plasmado el vicepresidente y consejero de Economía, el republicano Oriol Junqueras, los anticapitalistas se rebelan. O, al menos, su núcleo más duro. Tanto es así que ya no peligran solo los presupuestos, sino el propio ‘procés’ y, por supuesto, el referéndum.

Un documento de Lucha Internacionalista, partido incluido dentro de la CUP, alerta del peligro de que el referéndum fracase por las políticas económicas que quieren aplicar tanto el presidente catalán, Carles Puigdemont, como ERC. “El interés del PDEcat y de ERC es evidente con las cifras de los presupuestos que presentan: que por encima de todo se respeten los intereses de su clase, y esto dinamita el triunfo del referéndum. Y facilita que la burguesía catalana repita la historia de ceder ante el Estado a cambio de migajas”, advierte el documento.

Los presupuestos deberían haber sido enviados hace dos meses, pero la CUP exigió tenerlos antes y someterlos a sus bases antes de dar el visto bueno.

En un apartado bajo el lema “Referéndum y proceso constituyente”, Lucha Internacionalista acusa a Junts pel Sí (la plataforma formada por PDEcat y ERC) de chantajear a los anticapitalistas poniendo encima de la mesa los presupuestos y diciendo que si no se aprueban no habrá referéndum. “El referéndum depende de la movilización, y aquí es muy importante el papel que juegue Rajoy, que parecería tratar de frenar la judicialización para mantener los casos abiertos como una espada de Damocles y poder negociar las cabezas de algunos a cambio de retrocesos del proceso, mientras empieza la cantinela de la reforma de la Constitución y caen algunas migajas de financiación (…) Por eso, no podemos avalar a cualquier precio sus promesas, porque están jugando a muchas bandas y ni tenemos el control ni podemos acabar haciendo de pata izquierda del ‘procesismo’ de PDEcat y ERC”.

Presión sobre los otros soberanistas

Los ‘internacionalistas’ de la CUP critican también la cumbre de Puigdemont, que citó a los partidos y entidades favorables al referéndum, el pasado 23 de diciembre. “¿No hubo una [conferencia de entidades] antes del 9N? ¿En qué se diferencia la posición de CSQEP de la de ICV de entonces?”, dice el texto. Se refiere a la cumbre que había convocado Artur Mas antes de la consulta del 9 de noviembre de 2014, mientras que subraya que Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP) mantiene la misma posición que anteriormente ICV, partido que ahora está en esa plataforma junto a Podemos y Guanyem. El líder de los comunes, Lluís Rabell, pidió hace unos días que antes del referéndum se convoquen nuevas elecciones, con lo que rompería la hoja de ruta secesionista actual. Así pues, los integrantes de la CUP señalan en el documento que “a cada uno hay que atraparlo en sus contradicciones: a JxS en el tema nacional, y no solo denunciarlos por burgueses; a CSQEP, en la cuestión social, que dice defender y que sitúa dentro de los límites del reformismo”. Y lo que ellos propugnan es pura ruptura.

De esta manera, el pequeño partido propone una estrategia de confrontación con el Gobierno catalán y los ‘comunes’ para acercarlos a sus oposiciones. “No es un problema de negociar mejor o peor: es tener claro lo que son las negociaciones con el poder, en sus instituciones. Las negociaciones son el reflejo de la correlación de fuerzas en la calle (…) El mérito de los que negocian es saber sus límites y siempre tener el no a punto para poder consultar al movimiento —o al menos, a la organización que siempre está más cerca de la calle—. Y eso diga lo que diga el que tiene el poder”. En otras palabras: que Puigdemont y Oriol Junqueras pueden decir misa, pero la CUP no se moverá de sus posicionamientos. Para ello, proponen publicitar todos los encuentros. “Hay que poner blanco sobre negro [sic] las exigencias, nuestros puntos y hacerlo muy público. Y que nos tengan que responder también públicamente. Solo así conseguimos crear un estado de opinión para una movilización que nos pueda dar la fuerza que necesitamos para negociar desde una posición de fuerza”.

El líder de los ‘comunes’, Lluís Rabell, pidió hace unos días que antes del referéndum independentista se convoquen nuevas elecciones.

Lucha Internacionalista quiere que la cúpula de la CUP se moje en el tema de los presupuestos y critica que algunos dirigentes de otros partidos coaligados en la CUP digan que “no son nuestros presupuestos”. En el documento, recuerdan que la deuda pública ha crecido y se sitúa en 77.495 millones de euros “aunque ahora se haga propaganda de que por primera vez se reduce como porcentaje del PIB estimado, llegando a una décima menos que en el 2015”. Y subraya que en los dos últimos años, con el independentista Oriol Junqueras al frente de la consejería de economía, “se ha incrementado la dependencia del Estado, en manos del que ya están 7 de cada 10 euros de deuda: ¡gran avance hacia la desconexión!”.

Las ‘trampas’ de los presupuestos

Los anticapitalistas también denuncian que los presupuestos de Puigdemont esconden privatizaciones, no revierten en sectores sociales significativos y hay una insuficiente reversión de los recortes. Como dato significativo, admiten que la CUP, por el bien del referéndum, diese por buenos las macrocifras de Junqueras, pero critican con dureza que luego, en la letra pequeña, había 300 millones de euros destinados al avance de pago de deuda . “¡Ya hemos avalado que ‘no se pague la deuda’ como decía nuestro programa, sino que este año pagaremos más!”, continúa el texto.

Algunos sectores de la CUP, pues, han puesto ahora encima de la mesa la exigencia de que no se negocien los presupuestos con el Gobierno catalán antes de que se convoque otra ‘cumbre’ similar a la del pasado 23 de diciembre y se tome en esa cumbre la determinación, pero teniendo en cuenta si hay suficiente “reversión de recortes”. De este modo, esperan “que la resolución sobre la posición ante los presupuestos no se tome hasta el último momento”, añadiendo más incertidumbre al futuro político de Cataluña.

EL CONFIDENCIAL – 08/01/17