El PNV recela de Podemos, veta a Rivera y abre la puerta a Sánchez

EL MUNDO – 24/01/16

· La formación evita fijar líneas rojas al PSOE pero le recuerda sus aspiraciones soberanistas.

Han sido muleta de unos y otros, de derecha y de izquierda. Lo fueron con Aznar, lo fueron con Zapatero y ahora podrían serlo con Sánchez. Por el momento sólo observan, escuchan y esperan. El avispero de la gobernabilidad de España es demasiado arriesgado como para implicarse antes de tiempo. Por ello, el PNV ha optado por la prudencia, por los pasos medidos y por emplear bien los tiempos antes de decidir si presta –y en qué condiciones– sus votos. Son apenas seis escaños, pero podrían llegar a ser determinantes. Sabe que no tiene mucho que perder y sí mucho por ganar. Los jeltzales se ven como la guinda de un pastel de gobierno que deben cocinar otros y que sólo accederán a culminar si se minimizan los riesgos y se cuantifican bien los dividendos.

En Sabin Etxea lo han dejado claro: a ellos les toca esperar. Se saben deseados por todos, pero insisten en que antes corresponde a los grandes partidos desbrozar el camino, despejarlo y llegar a acuerdos. Sólo después debería entrar el PNV a la negociación y, por ahora, ni populares, ni socialistas y, menos aún, Podemos les han trasladado propuestas para entenderse.

La disposición a intentarlo es plena, aunque no con todos. Ciudadanos se ha convertido en el ogro del PNV por lo que considera «agresividad» hacia las reclamaciones de carácter nacionalista. Con el PP las opciones son pocas, casi nulas. El PNV no quiere ver de nuevo a Mariano Rajoy como presidente. Las relaciones no han sido buenas la pasada legislatura. No obstante, pese a que las posibilidades de entenderse con los populares parecen remotas quizá otro candidato o candidata podría elevarlas.

En Sabin Etxea recuerdan con malestar que el PP no les haya trasladado ninguna propuesta, que haya dado por cazada la piel del PNV antes de negociarla. «Creen que nunca iremos con los antisistema, que somos gente de bien, responsable», señalan. La relación en los contactos habidos con el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, no fluye. Molesta que se apele a la «responsabilidad» tradicional del PNV pero que no se les haga ninguna propuesta.

Con el PSOE el clima es positivo. Hay sintonía. En Euskadi comenzó con un acuerdo de estabilidad para el Ejecutivo de Iñigo Urkullu, continuó con pactos de gobierno en diputaciones forales y gobiernos municipales, y ahora los socialistas vascos intentan que se extienda al Gobierno de España que aspira a presidir Pedro Sánchez.

La estrategia de los jeltzales siempre pasa por ser determinantes pero sin ataduras, con libertad. El PNV ya ha trasladado a Sánchez que no habrá líneas rojas infranqueables, pero que sí tiene materias que considera esenciales para cerrar un acuerdo. El modelo de Estado, el reconocimiento de la Nación Vasca, el derecho a decidir o la bilateralidad con el Estado se convertirán en los pilares de la negociación con Sánchez, en la que el PNV buscará dar un impulso fundamental al nuevo encaje que pretende para Euskadi en el Estado.

Los nacionalistas vascos ven en el actual escenario político una oportunidad para salir del bloqueo que en materia de modelo de Estado y de renovación del Estatuto vasco ha supuesto la legislatura de Mariano Rajoy. Ahora creen que existe una posibilidad, pero también un riesgo.

Entenderse con el PSOE podría ser más sencillo. Hacerlo con su posible aliado, Podemos, quizá no tanto. Podemos genera desconcierto entre los altos cargos del PNV. El planteamiento con el que Pablo Iglesias salió tras su encuentro con el Rey no ha hecho sino acrecentar esa alerta.

EL MUNDO – 24/01/16