Entrevista al ex-Generalísimo

Hoy tenemos con nosotros a una figura determinante del siglo XX español, un hombre que cuenta en su currículum con una brillante carrera militar que le llevó a ser el general más joven de Europa; un hombre al que las circunstancias le pondrían al frente de la rebelión militar que acabaría con la República, un hombre que terminaría siendo el Jefe del Estado hasta su muerte. Hoy está con nosotros Francisco Franco Bahamonde�. Así presentó Carlos Dávila la entrevista más esperada del año.

Habían pasado cuarenta días, con sus cuarenta noches, desde que el vigilante nocturno del Valle de los Caídos se había encontrado cara a cara con el dictador. En un principio nadie lo creyó, e incluso el pobre apareció en Crónicas Marcianas entrevistado por Javier Cárdenas. Las burlas habían sido insoportables, pero hoy acabaría su particular calvario.

Desde aquel primer comentario de Eustaquio, el vigilante nocturno, se habían ido acumulando nuevos testimonios corroborando su increíble historia. También había sido visto por un estanquero de Valencia una semana después, y por un taxidermista de Burgos a los dos días, y por un repartidor de Telepizza de Santander al día siguiente; y así se fueron aculmulando cientos de testimonios corroborando la historia de Eustaquio. El rumor se hizó cuerpo y hoy, por fin, Francisco �¡Franco, Franco, Franco!� aparecía ante millones de telespectadores.

�Buenas noches general�, dijo Carlos Dávila mirando al dictador a los ojos.

�Buenas noches don Carlos.� Y añadió con una sonrisa benevolente �Pero debería vd saber que un general es general hasta que muere, y yo ya he muerto.�

�¿Entonces como quiere que me refiera a vd?�, le pregunto el periodista abriendo sus manos y separándolas ligeramente de su cuerpo.

�Llámame simplemente Franco�, dijo Franco con toda naturalidad.

�Bien Sr. Franco�, dijo Carlos mientras se reacomodaba en su sillón para preguntar a continuación ¿qué ha estado haciendo desde que resucitó, hace ya cuarenta días, en el Valle de los Caídos?�

�Pues he estado recorriendo España. He estado viendo lo que habéis hecho de ella en estos casi treinta años�

El rostro sombrío con el que Franco acompaño estas últimas palabras hicieron que Carlos le preguntase, �¿y no le ha gustado lo que ha visto?�

El pequeño exgeneral atravesó con una mirada fría como el hielo al periodista, y dijo: �¿Gustarme?¿gustarme?�, ese segundo �gustarme� sonó como el último chillido de un cerdo encima de la mesa del matarife�. Y siguió, �yo me morí creyendo que lo había dejado todo atado y bien atado cuando en verdad lo había dejado todo en manos de unos traidores.�

El periodista se incorporó en su silla y preguntó. �¿Entonces no le gusta nuestro actual sistema político?�

�Por favor�, dijo dejando caer su mano derecha sobre el brazo del sillón de cuero en que estaba sentado, �esta democracia liberal representa todo aquello contra lo que luche durante mi larga vida.�. Y continuó, �Desorden y libertinaje eso es lo que visto en estos cuarenta días. Desorden y libertinaje en toda España. Bueno en casi toda España�

�¿Piensa vd hacer algo para solucionarlo?¿entrará en la vida pública?�, y yendo más alla el periodista acabó preguntando, �¿Ha pensado en encabezar un nuevo dieciocho de julio?�

Ante esta última pregunta el rostro de Franco dejo ver una profunda tristeza, �¿Un nuevo alzamiento? Por favor no sea ridículo. Si sus padres, con los que yo estuve luchando hombro con hombro, no tardaron ni un lustro en traicionarme que puedo esperar de sus hijos. Unos chicos que ahora se dedican a ir de hermanitas de la caridad por esos países de Dios. ¡Menudos militares! ¿Un nuevo alzamiento? No sea ridículo�.

Carlos Dávila se removió una vez más en su sillón, trago saliva y continuó la entrevista, �¿Entonces renuncia a la vida pública?�

Extendiendo sus dedos índices y agitando las manos delante de su rostro respondió: �No, no, que va. La verdad es que ya me he afiliado a un partido�.

�¿Sí? Supongo que se habrá afiliado a falange�

�¿Pero por quién me toma?�, el humor del dictador se estaba agriando por momentos, �¿Cómo puede vd pensar que yo me juntaría con esa pandilla? Cuando tome el poder use a Falange porque era útil, ¿pero, hoy en día, que utilidad tiene ese grupillo?.�

�Entonces se habrá afiliado al PP��

Franco no le dejó continuar, y gritó: �¿Al PP?¿al PP?�, parecía que el periodista lo estaba sacando de sus casillas, �¿cree vd que yo me afiliaría a un partido que defiende esta constitución?� El dictador dejo ver todo su desprecio en la forma que dejo arrastrar la �s� de �esssta constitución�

�Estoy desconcertado Sr. Franco�, reconoció Carlos, �por favor, díganos vd a que partido se ha afiliado�.

�Al PNV hombre, al PNV�, fue la respuesta.

Tras un balbuceo inicial Carlos acertó a decir: �Ahora sí que me deja vd sin palabras, parece que la muerte le ha hecho dar un giro de ciento ochenta grados en sus posicionamientos políticos�

Tras estas palabras Franco ya estaba realmente enfadado: �¿Ciento ochenta grados?¿Yo ciento ochenta grados? Perdone Carlitos, yo estoy donde siempre he estado. Otros han sido los que han cambiado, no yo.�

�¿Si vd no ha cambiado como explica su afiliación al PNV?�

�Mire, en esta España multicultural, multinacional, multirracial multireligiosa, multilingüe, multi, multi �multitodo el único sitio donde encuentro el orden que siempre defendí es el PNV. Una única nación, una única lengua, una única cultura, una única raza, un partido vertical que acoge en su seno desde el primer empresario hasta el último trabajador, un partido que es uno con la Santa Madre Iglesia, qué mejor día para la fiesta nacional que el Domingo de Resurrección. Yo nunca me atreví a tanto�, y continuo, �¡Ay, si yo hubiera sabido cuan fácil era gobernar en �democracia� cuantos problemas me hubiera evitado!¡Arzalluz si que sabe como se lleva el timón de una nación! Tengo que reconocer que la idea de una fuerza paramilitar a la que sólo se combate sobre el papel es la idea más brillante que ha tenido ningún dictador en el último siglo. También tengo que reconocer lo tonto que fui en su momento intentando controlar a la plebe con leyes y tribunales cuando con un simple grupo de asesinos se puede silenciar a la masa mientras se va matando a los más molestos. Y además todo ello sin tener que sufrir el desagradable acoso de la opinión pública internacional.
En el PNV sí que sabemos hacer las cosas�.

�Bien, pues esto ha sido todo por hoy. Volveremos la semana que viene con un nuevo e interesante invitado�, y girándose hacía el entrevistado añadió: �Buenas noches Sr. Franco�

�Agur� respondió el peneuvista.

Recibido de Tellagorri, 3/1/2003 www.el-espacio.de/tellagorri/