Ilusiones perdidas

TONIA ETXARRI, EL CORREO – 27/08/14

Tonia Etxarri
Tonia Etxarri

· Después de la trifulca que ha tenido lugar en UPyD, desatada por el primer artículo de su parlamentario europeo Sosa Wagner, Rosa Díez ha decidido convocar un consejo extraordinario. Al fin discutirán de lo que vienen rehuyendo cada vez que se les emplaza en público a través de «incómodas» preguntas de prensa o invitaciones desde las tribunas de los observadores: la alianza, que no fagocitacion, con Ciudadanos.

Es lo mejor que podía haber decidido la dirigente del grupo magenta para cortar de cuajo las reacciones emanadas de los más bajos instintos y las contestaciones más sectarias imaginables, como las que se han dado en un partido que tiene a gala su transparencia, apertura y democracia. Ya era hora de que discutieran esa posibilidad después de que los comicios europeos hayan confirmado que la irrupción de Podemos ha frenado la expansión de estos dos partidos.

A falta de congreso, bueno es el consejo, aunque habría sido más audaz convocar una consulta directa a todos los afiliados (esos que votaron en un 90% en contra de unirse a Ciudadanos en su último cónclave), ahora que están tan de moda las asambleas permanentes y las elecciones directas. Sin trampa ni cartón. Pero, aunque sea en ‘petit comité’ (el consejo tiene 150 miembros), quizá la dirección de UPyD se avenga, esta vez, a afrontar en profundidad la idea que le vienen reclamando desde hace tiempo esos sectores de la sociedad que no entienden que dos partidos tan afines en buena parte de su proyecto no se unan para sumar fuerzas.

Eso fue lo que quiso proponer Sosa Wagner. Pero por atreverse a hacerlo en público y cuestionar el funcionamiento democrático del partido, pasó de héroe a villano en cuestión de horas. El europarlamentario cuya candidatura obtuvo cuatro escaños (uno menos que Podemos) y que ha establecido una línea de colaboración estable con Ciudadanos en la Cámara de Estrasburgo a través del grupo Liberal, a pesar de la negativa de CiU y PNV, ha prestado un gran servicio a su partido al dejar sobre la mesa un debate que estaba en la calle, que se negaban a afrontarlo desde la dirección de UPyD y que, después de la repercusión cosechada, no ha tenido más remedio que afrontarlo. Han ocurrido muchas cosas desde que celebraron su último congreso. Y tendrán que superar esa aversión manifiesta a Ciudadanos cada vez que desde la prensa se les preguntaba y respondían con un ‘vade retro’ sin argumentar mejor excusa que la naturaleza de dos partidos diferentes.

UPyD ha perdido demasiado tiempo poniéndose a la defensiva. Albert Rivera se cansó de proponerlo. Y, mientras tanto, han ido abandonando el partido magenta destacados cuadros que criticaban la «deriva autoritaria» en los debates cuando surgían voces críticas. Y fueron perdiendo la ilusión. Dice Fernando Maura que UPyD es un partido que nació para el cambio y «debería tomar nota de que los tiempos han cambiado». Ahí está el quid. Y no se trata sólo de la aritmética de los votos sino de jugar un papel relevante como tercera fuerza política alternativa al bipartidismo.

Que la alternativa venga de la mano de Podemos o de UPyD/Ciudadanos variaría considerablemente el rumbo de la regeneración democrática pendiente.

TONIA ETXARRI, EL CORREO – 27/08/14