La cúpula de ETA juzgada en París dice que la lucha armada «no va a existir nunca jamás»

EL CORREO – 07/06/14

· Suberbiola, Ozaeta y Salaberria aseguran que la renuncia de la banda a la violencia es «para siempre y sin marcha atrás»

 LAS FRASES:

· Ainhoa Ozaeta: «Hablamos para salir al paso de la intencionalidad política de negar los cambios en el País Vasco»

· Igor Suberbiola: «Ha llegado la hora de resolver las causas del conflicto y reparar las consecuencias y el sufrimiento », dijo al tribunal en español.

· Jon Salaberria: «El proceso de desarme se produce de forma unilateral, incluso contra la voluntad de los gobiernos español  y  francés »

 

«Queremos decir claramente que hoy día no existe ninguna actividad armada de ETA y que no va a existir nunca jamás ni en España, ni en Francia ni en ninguna otra parte del mundo». Con esta rotundidad se expresó ayer Igor Suberbiola Zumalde, ‘Kartxi’, en nombre propio y en el de Ainhoa Ozaeta Mendikute, ‘Kuraia’, y Jon Salaberria Sansinenea, ante el tribunal de París que los juzga por haber pertenecido a la cúpula política desmantelada en mayo de 2008 en Burdeos junto a Xabier López Peña, ‘Thierry’, fallecido en prisión.

Los tres procesados rompieron el silencio mantenido desde el inicio del juicio el pasado 12 de mayo con la única excepción del homenaje rendido al compañero difunto en la jornada inaugural. Lo hicieron, según la explicación de Ozaeta, para salir al paso de la «intencionalidad política de negar los cambios en el País Vasco» y «demostrar nuestra voluntad de cambio». Acompañaron sus palabras con la entrega al Tribunal Especial de lo Criminal de los comunicados de ETA sobre la renuncia a la violencia (octubre de 2011) y el inicio del desarme (febrero de 2014), así como el del colectivo de presos EPPK en aval del proceso de paz (diciembre de 2013).

En nombre del trío, Igor Suberbiola definió su posición personal «como militantes y prisioneros» en el proceso de paz «definitivo». «Primero, es evidente que nuestro país ha vivido un conflicto armado de décadas en el que nosotros hemos sido parte activa y asumimos la responsabilidad que nos corresponde». En segundo lugar, formuló el «reconocimiento sincero de todo el sufrimiento y el dolor causados por ese conflicto y asumimos toda la responsabilidad que nos corresponde».

El acusado de ser el jefe del aparato político en el momento de los arrestos añadió que hacen «una renuncia a la forma de lucha armada utilizada en el pasado y el compromiso firme de emplear en el futuro únicamente las vías políticas y democráticas». «Finalmente, ha llegado la hora, el momento histórico de resolver las causas del conflicto y de reparar las consecuencias y el sufrimiento», dijo en una intervención pronunciada en español y traducida por un intérprete al francés.

«No hay ninguna posibilidad de marcha atrás. La decisión de ETA es para siempre», resaltó por su parte Jon Salaberria. «Nuestro compromiso es para siempre y definitivo, para hoy y para el futuro», insistió quien fue diputado del Parlamento vasco en representación de la izquierda abertzale entre 1998 y 2005.

«Se negaba a sentarse»

Tras la ruptura en 2007 de las conversaciones con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, desde ETA «se hicieron llamamientos permanentes para retomar los contactos de la vía de la negociación» en Oslo (Noruega). Pero «la mesa de diálogo fue desmantelada porque el Gobierno español se negaba a sentarse», expuso.

Jon Salaberria planteó que «ETA ha decidido dejar la lucha armada de manera unilateral». «No ha habido negociaciones ni acuerdo. El proceso de desarme se produce de la misma manera, incluso contra la voluntad de los gobiernos español y francés que hasta han actuado contra los verificadores que son sus garantes», señaló. «Las condiciones en que ETA hace este desarme obedecen a la no voluntad de los gobiernos», concluyó.

 

El último documento de la ejecutiva etarra no muestra voluntad de autodisolución

· La Fiscalía de París abre una investigación sobre la reunión de los verificadores del desarme con dos encapuchados.

El último documento conocido del comité ejecutivo de ETA, fechado en diciembre último, muestra que «manifiestamente no tiene intención de autodisolverse», reveló ayer un policía antiterrorista francés en el juicio que se sigue en París a la cúpula política detenida en Burdeos en mayo de 2008. El testigo también anunció que la Justicia gala ha abierto una investigación sobre la reunión mantenida por integrantes de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) con dos encapuchados y grabada en un vídeo difundido en febrero por la BBC.

El texto del comité ejecutivo (Zuzendaritza Batzordea, Zuba) fue descubierto en un soporte informático intervenido en el registro practicado el pasado mes de marzo en la celda ocupada por un preso de ETA en el penal de Fleury-Mérogis (afueras de París). «Ese documento firmado por Zuba significa que ETA sigue disponiendo de un comité ejecutivo que está plenamente operativo. En él no se hace ninguna referencia a una disolución», declaró bajo juramento el comandante Laurent Hury, destinado en la sección vasca de la Subdirección Antiterrorista (SDAT).

La investigación sobre la CIV ha sido abierta por la sección antiterrorista de la Fiscalía de París «porque aparentemente los hechos ocurrieron en territorio francés», explicó el mando de la Policía Judicial. Así se desprende de la declaración prestada el 23 de febrero por Ram Manikkalingan y Ronnie Kasrils ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, a quien dijeron que la reunión con ETA tuvo lugar en los alrededores de Toulouse (sur de Francia).

«Cierto amateurismo»

«Nada nos permite saber dónde se encuentra el miniarsenal exhibido, que representa una ínfima parte del arsenal total de ETA», observó el comandante Hury, cuyo servicio se ha hecho cargo de las pesquisas. «El número de serie de las armas no fue anotado por lo que los etarras pueden presentarlas otra vez y decir que son otras. Es un modo operativo que refleja cierto amateurismo en los miembros de la CIV», opinó el oficial, quien calificó el episodio como «simulacro de restitución».

El testigo señaló que los activistas presentes en Francia «no son muy numerosos, los necesarios para garantizar la perennidad del material militar». «Se puede pensar que han sido exportados hacia Italia, Alemania, Bélgica o Reino Unido. Se ha producido una cierta diáspora fuera de nuestras fronteras», valoró.