La única secesión

EL MUNDO – 20/06/15 – SANTIAGO GONZÁLEZ

· El increíble hombre menguante de la política catalana está empezando a ver cómo le crecen los enanos. Él ya había advertido en la campaña de las municipales que mantener a Trías como alcalde de Barcelona era clave para el proyecto soberanista.

Ese cálculo de Mas se está revelando atinado. Hasta un reloj parado acierta dos veces al día con la hora y su temor no carece de fundamento. El Sí se puede que ha sentado en la Alcaldía a Ada Colau podría extenderse a toda Cataluña. El problema para Mas es que estos partidos sólo defienden la justicia social, pero no la soberanía, mientras los partidos soberanistas miran también por la justicia social, que vendrá por añadidura en una Cataluña independiente. Va en el lote, cree el administrador de los recortes.

Astut Mas es la reencarnación de Companys, pero con menos gracia. No se entiende, sin embargo, por qué critica, precisamente él, a la Colau. Es su criatura, una alumna aventajada. ¿Cómo un señor de derechas, con aire de jefe de planta de grandes almacenes, va a enseñarle a ella nada después de lo principal, que es la ignorancia de la ley?

Sólo falta que le enseñe a administrar los votos. CiU pasó de 62 escaños en 2010 a 50 en 2012 y a 35-36 que le dan las encuestas para el 27-S. ERC aumentaba de 10 a 21 y a 26-27 en las encuestas. La suma de los escaños independentistas baja: de 72 a 71 y a 61-63 en los sondeos, por primera vez por debajo de la mayoría absoluta.

Los dos partidos juntos sumarían tantos escaños como CiU en solitario en 2010. Añadan el efecto que puede producir en el electorado la ruptura con Unió. Una cosa es que los democristianos se hayan vendido siempre por más de lo que valen y, otra, que su concurrencia a las elecciones con sus propias siglas, tal como decidió ayer su Consell Nacional, no vaya a tener efectos perjudiciales para su socio de los últimos 37 años.

Yo esto lo siento mayormente por el prisionero del Palace, que va a perder su canonjía. Sería bueno que el presidente Rajoy esté avisado y no dé la Presidencia de la Comisión de Exteriores del Congreso a PereMacías, sustituto de Duran como portavoz, en plan de correturnos.

El demagogo mediocre que preside la Generalidad esgrime la ruptura de su partido, la única secesión que de verdad va a conseguir, como una prueba de que «las cosas van muy en serio y hemos metido la directa». Si ha sido capaz de romper su propio partido, ¿cómo no va a estar dispuesto a romper Cataluña que es una abstracción? Otra cosa es que pueda. Mas, como rompedor, ha alcanzado su nivel de incompetencia.