López idea un plan de paz para que «el final no quede en manos de ETA»

DIARIO VASCO, 7/8/11

La propuesta que llevará al pleno de política general incide en que la sociedad tenga la llave del camino de la paz

«No hay que dejar en manos de ETA el final de la violencia en Euskadi». Bajo esta filosofía presentará el lehendakari su plan de paz y convivencia en el pleno de política general del Parlamento Vasco previsto para la última semana de septiembre. Una nueva propuesta basada en la presión a la organización terrorista para que asuma que es «la sociedad vasca» quien está marcando ya los tiempos y ha decidido que la época de los atentados debe ser historia, por encima de lo que hagan ETA o, incluso, la propia izquierda aber-tzale, según fuentes del Ejecutivo autonómico.

LOS EJES
1. Plan de paz: El Gobierno Vasco trabaja en su concreción y pretende sumar a PNV, PP y Aralar.
2. Plan de empleo y contra la crisis: Es la segunda gran prioridad del Gobierno Vasco en la difícil coyuntura actual.
3. Fiscalidad: Como trasladó el mes pasado a las diputaciones, López insistirá en un cambio de modelo que grave a quienes más tienen.
4. Modelo de país: Impulsar la reflexión sobre la compleja arquitectura institucional vasca que acabe con los derroches económicos y las duplicidades.
5. Servicios públicos: Plan desde la izquierda para sostenerlos frente a la crisis y garantizar el Estado del bienestar. Por otra parte, el lehendakari dará un impulso a la participación democrática.

El Gobierno Vasco ya está trabajando este verano en perfilar una propuesta con la que Patxi López quiere empezar liderando un curso político que se antoja decisivo para el fin definitivo del terrorismo. Los partidos están centrando sus mensajes en la exigencia a ETA de que abandone las armas para siempre, y el emplazamiento a Bildu y la izquierda abertzale ilegalizada para que den nuevos pasos. Pero el lehendakari quiere sumar a estas demandas la idea de que no puede ser la organización terrorista quien decida cuándo llega la paz al País Vasco.

López quiere que ETA sienta la presión social y política que exige el anuncio del final de la violencia. El diagnóstico del que parte el plan es que la sociedad vasca ya ha dictaminado que es inasumible cualquier retorno de la violencia y es la que tiene la llave porque «es la que ha decidido que esto se ha acabado». En este sentido, el lehendakari quiere lanzar el mensaje de que «el final de la violencia no debe estar en manos de ETA» y de que hay que seguir trabajando para que el mundo de la antigua Batasuna y la coalición Bildu dé nuevos pasos en el desmarque de la organización armada, según las fuentes consultadas.

En esta tarea, el Gobierno Vasco considera muy importante contar con la complicidad del resto de partidos, no sólo sus socios del PP, sino también el PNV, como principal fuerza de la oposición en el Parlamento Vasco, y también Aralar, entre otros. De hecho, en el Gobierno Vasco aprecian la postura que el partido independentista de Patxi Zabaleta y Aintzane Ezenarro está mostrando contra ETA, con una exigencia firme de que cese unilateralmente la lucha armada sin contrapartidas políticas. La propuesta de paz que presentará el lehendakari será, no obstante, mucho más amplia y profunda, aunque su equipo de asesores está todavía trabajando en ella. La convivencia entre vascos será otro de los aspectos.

Los socialistas vascos llevan varios meses combinando una estrategia de firmeza en la exigencia a ETA del final definitivo de la violencia y la petición a la izquierda abertzale de nuevos pasos, con una postura de flexibilidad y reconocimiento a los movimientos que desde el sector ilegalizado se están dando en los últimos meses.

El Gobierno Vasco y el lehendakari comenzarán, por tanto, el nuevo curso, con la clara intención de liderar el camino abierto para la paz y normalización de Euskadi, en un curso que va a estar marcado por las elecciones generales del 20 de noviembre y que puede traer nuevos avances en la consolidación de la actual situación de tregua permanente de ETA, decretada en enero. Al mismo tiempo, la izquierda abertzale prosigue en su desmarque de la violencia, a la espera de si el nuevo partido Sortu es legalizado antes de las elecciones generales y puede seguir avanzando por los cauces sólo políticos.

Empleo y fiscalidad

Pero la pacificación y el final del terrorismo no van a ser los únicos ejes del discurso del lehendakari en el pleno de política general. López pondrá sobre la mesa otros cinco debates de pantalón largo: un plan de empleo, las nuevas propuestas de fiscalidad, la necesidad de un nuevo modelo de país que acabe con los derroches económicos y las duplicidades, el impulso a la participación democrática, y un plan, «desde la izquierda», para sostener los servicios públicos pese a la crisis.

La fiscalidad, como ya ha trasladado este verano a los diputados generales de cada territorio, será un elemento clave. El lehendakari plantea un gran cambio de modelo que grave más a los que más tienen y alivie el peso fiscal de los asalariados. El Gobierno Vasco pretende recuperar el Impuesto de Patrimonio y de Sucesiones y eliminar numerosas deducciones. Un asunto complejo debido a las discrepancias que le plantean peneuvistas y populares. La creación de empleo en la actual y convulsa coyuntura, en la que el efecto de la crisis puede modificar muchos hábitos de vida, será otro gran campo donde se trabaje en nuevas iniciativas.

Los socialistas quieren dar un nuevo impulso, a partir de septiembre, a la segunda parte de su legislatura, que concluye en 2013. El balance y la herencia de este gobierno estará marcada por los avances que aporte para el final del terrorismo y por las medidas que logre poner en marcha para aliviar en Euskadi la crisis económica que afecta a todo el mundo.

Una estrategia que, al mismo tiempo, debe servir para relanzar al PSE-EE tras los malos resultados del 22 de mayo en las forales y municipales, de cara a la recuperación para afrontar con garantías las autonómicas de dentro de menos de dos años. Todo ello, en una coyuntura en la que es bastante probable que el PSOE abandone La Moncloa y deje paso al PP de Mariano Rajoy.

De momento, el lehendakari empezará el curso político con fuerza, ya que tiene previsto arrancar el día 30 con la aprobación de la primera Ley Municipal vasca. Será el asunto estrella del primer Consejo de Gobierno tras el verano, que volverá a celebrarse, como es tradición, en el Palacio Miramar de San Sebastián. La Ley Municipal es una aspiración histórica de los ayuntamientos vascos, de todo signo, para regular el sistema competencial y de financiación entre las principales instituciones vascas: Gobierno, diputaciones y consistorios. El Ejecutivo deberá buscar apoyos para ratificar en el Parlamento Vasco una norma que reduce el poder de las diputaciones.

DIARIO VASCO, 7/8/11