Los socialistas vascos reivindican a Rubalcaba como garante del fin de ETA

DIARIO VASCO, 2/9/11

López asegura que «cerrará el círculo de la violencia» si resulta elegido presidente. El candidato del PSOE abrió los actos de precampaña con una reunión con empresarios vascos

El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, abrió ayer en Bilbao la precampaña electoral con un encuentro con dirigentes del PSE, que volvieron a recibirle como «uno de los nuestros», y una reunión con los principales empresarios vascos, a los que adelantó algunas de las medidas económicas que piensa adoptar si llega a La Moncloa. La elección de Euskadi para iniciar la carrera electoral tras la apertura del curso no fue casual, como él mismo reconoció, y la visita le sirvió para cerrar filas en su partido y dar una imagen de unidad gracias a su buena sintonía con los socialistas vascos. El secretario general del PSE y lehendakari, Patxi López, devolvió el gesto de Rubalcaba definiéndolo como «la garantía para cerrar el círculo de la violencia como presidente del Gobierno» y «el único que puede garantizar el Estado de bienestar».

López señaló que «si en Euskadi estamos viviendo un nuevo tiempo sin violencia es, en gran medida, gracias a Rubalcaba». «Por primera vez en mucho tiempo hemos tenido un verano tranquilo, con las fiestas en paz, sin violencia ni amenazas. Si hemos llegado a este punto no ha sido por una concesión graciosa de la izquierda abertzale, sino que lo hemos ido ganando los ciudadanos con la defensa del Estado de derecho», destacó.

Rubalcaba se mostró convencido de que «estamos en la recta final del terrorismo. Ahora que estoy liberado de las responsabilidades de Interior lo puedo decir más claramente: estamos en el final. Y en este tramo no hay que cometer errores, no hay que relajarse, hay que mantener la política antiterrorista con firmeza. No hay que olvidar que el final definitivo depende de ETA, que es la que tiene que decir que se acabó. Y mientras eso no ocurra, el Gobierno debe mantener su política antiterrorista».

El candidato a presidente del Gobierno destacó que «estamos infinitamente mejor que hace un año o hace dos» y explicó a sus compañeros del PSE las nuevas sensaciones que le abordan al venir a Euskadi. «Algo ha cambiado. Las horas que llevo en Bilbao han sido totalmente normales, como si estuviese en cualquier otra ciudad, sin la parafernalia policial habitual hasta hace no mucho. Y he pensado que hay que ver lo rápido que uno se acostumbra a la paz y a la normalidad. Algo parecido a lo que pasa cuando desaparece un dolor físico, que mientras está presente resulta insoportable y que, cuando se va, lo olvidas en poco tiempo».

En este punto Rubalcaba hizo una alusión a las víctimas y recordó que «no a todo el mundo el dolor se le pasa tan rápido y ahí están las víctimas, a las que hay que seguir apoyando. Esta paz no ha salido gratis y algunos, como los socialistas y otra mucha gente, hemos pagado un precio carísimo por ella. Pero confío en que todo eso sea pronto sólo un mal recuerdo».

El debate de la economía

Rubalcaba es tan optimista con respecto al final de la violencia que centró la mayor parte de su discurso en la economía, que se ha convertido en la principal preocupación de los ciudadanos a raíz de la crisis. En su presentación, Patxi López aseguró que el candidato socialista es «el presidente que puede garantizar el Estado de bienestar» y afirmó que «aunque estamos en un mal momento para la izquierda y la social-democracia, en un momento difícil para la gente normal que ve cómo la derecha quiere recortar de una manera brutal los servicios públicos, los socialistas hemos afrontado ajustes y sacrificios en los últimos meses precisamente para todo lo contrario».

Rubalcaba alabó la «valentía» del lehendakari para impulsar un debate sobre política fiscal en Euskadi y destacó que ése es «el debate» que puede condicionar la próxima década en España. «Ante los recortadores profesionales de la derecha, que creen que la solución más sencilla es recortar los servicios sociales, lo que yo propongo es rebajar el déficit con un descenso de los gastos y una subida de los ingresos. Por ejemplo, creando un impuesto sobre la riqueza que eleve los ingresos y, a la vez, eliminando las diputaciones de régimen común, no las forales, que suponen un lastre económico. Las políticas que se apliquen para salir de esta crisis serán decisivas para la próxima década».

El aspirante socialista pasó de puntillas sobre la polémica reforma constitucional que se debate hoy en el Congreso para garantizar el equilibrio presupuestario. Eso sí, lanzó una china a las voces más progresistas que se han posicionado en contra. «Me extraña que algunos sectores de la izquierda se rasguen ahora las vestiduras, cuando la estabilidad presupuestaria es algo con lo que llevamos conviviendo veinte años, desde el Tratado de Maastrich. Parece que a un sector de la izquierda le gusta el déficit y la deuda, pero a mí no me gusta deber, o me gusta deber lo menos posible. No hay que ser manirrotos, hay que gestionar bien». Sobre la enmienda constitucional en defensa de la autodeterminación presentada por el PNV, Rubalcaba afirmó no tener «nada que decir».

Los empresarios, satisfechos

En su encuentro con los empresarios vascos, Rubalcaba se interesó por sus opiniones sobre las mejores fórmulas para salir de la crisis y les adelantó algunas medidas económicas que estudia incluir en su programa electoral, aunque emplazó a la semana que viene para hacerlas públicas. Los empresarios valoraron positivamente el encuentro y señalaron que, gobierne quien gobierne tras las próximas elecciones generales, «debe tomar medidas eficaces en la lucha contra la crisis».

El expresidente de la patronal vasca Confebask, Miguel Lazpiur, señaló tras la reunión que Rubalcaba «tomó nota de nuestras valoraciones» y comentó que se había hablado «del tema laboral, financiero, económico, del transporte, la energía, y de que algo habrá que hacer para activar el empleo».

Sobre el final de la violencia, Rubalcaba transmitió a los empresarios que «no tiene marcha atrás» y éstos le agradecieron el trabajo contra ETA que llevó a cabo como ministro del Interior. Asimismo, le transmitieron que el final de ETA les permitirá dedicarse «a las empresas» sin la amenaza del terror, lo que consideraron positivo para el crecimiento económico del País Vasco.

DIARIO VASCO, 2/9/11