Margen de error

EL MUNDO 03/01/14
SANTIAGO GONZÁLEZ

Los resultados de la encuesta de Sigma Dos que este periódico está publicando por entregas son más bien desoladores, el colapso de la política, el kilómetro cero de la decadencia. Si se pudiera elegir, yo querría instalarme para vivir en el ±3,16%, en el margen de error del sondeo, a ser posible con derecho a cocina. Fuera de ahí no hay salvación.
Decíamos ayer, que habría dicho Fray Luis, que una vez entrados en la parte más morbosa de toda encuesta, que es la intención de voto, el PP aventajaba en 8,9 puntos al PSOE. No es lo mismo preguntar al personal por sus creencias –¿cuándo se va a crear empleo neto? El año que viene, si Dios quiere, contestaría el Lobo– que cuál es el partido al que votaría hoy, asunto éste que está mucho más cerca de sus competencias.
La decisión del voto descansa en asuntos que a menudo escapan al conocimiento del público, pero los errores de los votantes forman parte de su decisión soberana. La Ley de Educación no merece la misma calificación que el último gran error de Gallardón. ¿Ha querido el Gobierno compensar con el aborto el mosqueo de los suyos desde la excarcelación de Bolinaga? Quizá, pero los errores raramente se compensan, más bien se suman. Otro tanto pasa con la reforma laboral y otras actuaciones económicas: tardarán más de lo que espera Rajoy para dar frutos, pero han servido para apartar a la economía española del desastre al que se veía abocada.
Pero, ya está dicho, el público cree más en su sensación térmica que en lo que dicen los termómetros. Al cumplirse los dos años del Gobierno de Rajoy, sólo uno de los 12 grandes asuntos rebasa el 3: la política exterior, con un 3,17. El nivel de decepción con el presidente es apabullante: para el 68,4%, lo está haciendo peor de lo que se esperaba. Incluso para la mayoría de sus votantes, el 54,7%.
Bueno, pues este Ejecutivo del PP aventaja al PSOE en 8,9 puntos. ¿Hay algo peor que el Gobierno? Sí, su alternativa. De ahí que la situación sea tan desesperanzada. El bipartidismo ha capotado: el PSOE y el PP sumaron en las generales de 2008 el 83,81% de los votos; en las de 2011, el 73,35%. Según la encuesta que comentamos hoy, obtendría el 57,7%.
Podemos hacernos la ilusión de que es un problema de liderazgo. Quienes podrían disputárselo a Rajoy en el PP no han dicho ni mu. Y en el PSOE, todos los nombres que puedan imaginarse están contaminados del mismo mal que Rubalcaba, pero en agraz: ¿Chacón, López, Madina, Talegón? ¿O quizá Gómez? La única solución es que, en la próxima encuesta, amplíen el margen de error hasta un punto en el que podamos acomodarnos todos. ±40% o así.