Mas quiere trasladar al Rey su agenda secesionista

EL MUNDO 29/01/13

· No lo expresó con demasiado ahínco, más bien con un cierto tono de desesperanza y poca certeza en que su mensaje quiera ser escuchado. Pero, ayer, el presidente del Govern reveló su voluntad de trasladar al Rey la aspiración soberanista que pretende culminar de la mano de su pacto con ERC.

Artur Mas aseguró que aprovechará la audiencia que el Monarca le concederá el próximo jueves, con motivo del inicio de su nueva andadura al frente de la Generalitat, para exponer al Jefe del Estado cómo «una mayoría de los catalanes» quiere hacer «su propio camino». «Propio no quiere decir aislado, quiere decir propio», subrayó el president, con evidente afán de preservar el tono conciliador que pretende que presida la ronda de contactos que ahora inicia para negociar la consulta.

Sin embargo, el líder del Ejecutivo catalán no escondió que vaticina un encuentro circunscrito a la rígida estructura de una «visita de cortesía». De hecho, Mas buscó premeditadamente referirse en estos términos a la cita para rebajar de antemano las expectativas que el cara a cara con el Monarca está suscitando, ante la reciente aprobación de la declaración de soberanía en el Parlament que descorchó el proceso secesionista con el que Mas llamó a las urnas y que pretende que cope su acción política en lo que resta de legislatura.

Con el mismo tono escéptico, precisó el president que sólo abordará la cuestión independentista «si se dan las condiciones y el Rey tiene ganas de hablar». «Intentaré explicarle lo que está sucediendo en Cataluña, las relaciones con España y nuestro proyecto;cómo nos basamos en la democracia pura y dura», abundó Mas en una tesitura ya prácticamente didáctica.

«Confrontación»

Muy distinto sería el orden del día de la reunión con el Monarca si la diseñara la presidenta del PP catalán. Alicia Sánchez-Camacho exigió al presidente de la Generalitat que no haga llegar al Rey su mensaje de «confrontación». «Lo que le debería decir al Rey es que ahora no es momento de perder el tiempo en delirios independentistas; ahora ni nunca», consideró, para añadir, a renglón seguido, que «aprovechar la crisis para lanzar una agenda rupturista es desleal y demuestra que no está preocupado por los problemas reales de los catalanes, sino más bien por los suyos propios».

Mas no parece dispuesto a escuchar a la popular.

EL MUNDO 29/01/13