Mas se recupera tras el 9-N

EL MUNDO 25/11/14

· Capitaliza el sucedáneo de consulta y CIU supera de nuevo a Esquerra
· Podemos se convierte en tercera fuerza con el PSC y el PP hundidos
· El ‘President’ descubre hoy el camino hacia las elecciones

Hay indicios de que Artur Mas está recuperando la iniciativa política en Cataluña, al menos entre los sectores soberanistas de la sociedad. A pesar de que CiU sigue muy lejos de los 50 escaños y el 30,7% de votos que logró en las autonómicas de 2012 –y que ya constituyeron un resultado pobre–, el «proceso participativo» del 9-N ha servido al presidente de la Generalitat para superar de nuevo a la ERC de Oriol Junqueras.
Mas, que hoy anunciará su hoja de ruta para los próximos meses, ganaría las elecciones en Cataluña con un 23,8% de los votos. ERC se quedaría en un 22,1%, pero se trata de una cifra engañosa: supone un importante crecimiento si se toman como referencia los registros de las elecciones de 2012 (obtuvo un 13,7% de votos); sin embargo, también apuntan a un estancamiento. Los republicanos llegaban al 23,2% de apoyos en la encuesta de septiembre de Sigma Dos para EL MUNDO.

Los independentistas tienen pocos motivos para la euforia. CiU y ERC, los principales abanderados de la opción rupturista, sólo crecen en conjunto un 1,5% con respecto a las elecciones de hace dos años (el 45,9% actual frente al 44,4%), y eso después de una campaña institucional y mediática sin precedentes.

El nuevo sondeo evidencia que Mas capitaliza el 9-N –como querían en CiU y como temían en ERC–, y que los ciudadanos nacionalistas valoran el hecho de que el president pusiera las urnas, pese a que fuera sin garantías legales y pese a que el grueso de la organización de la jornada recayera en voluntarios.

Mientras tanto, la fuerte irrupción de Podemos convertiría al partido de Pablo Iglesias en la tercera fuerza en la comunidad, con un 14,3% de apoyos. Si la nueva formación ha trastocado el escenario político en toda España, el tsunami en Cataluña puede ser aún mayor por las repercusiones que tendría en el llamado «proceso soberanista» y por la eventual inminencia de las elecciones.

Si, como casi todos los partidos prevén, Mas adelanta las autonómicas al primer trimestre de 2015, se convertirán en la primera prueba de fuego de Podemos. Sin apenas estructura todavía en Cataluña –y, por supuesto, aún sin candidato–, el partido de Pablo Iglesias lograría superar a PSC, PP, Ciutadans e ICV y se colocaría como primera fuerza no independentista en el Parlament. Para desesperación de los ideólogos del proceso soberanista, Podemos se ha inhibido del debate identitario y ha priorizado la creación de una alternativa al sistema de ámbito nacional.

Los socialistas son unos de los principales perjudicados por la pujanza de Podemos. El PSC no levanta cabeza pese al relevo en la cúpula –Miquel Iceta sustituyó en verano a Pere Navarro– y su nuevo proyecto sólo seduce de momento a un 10,2% de los encuestados; en el sondeo de septiembre alcanzaba el 13,8%.

Ciutadans se quedaría como quinto partido en la Cámara catalana, con un 9,7% de los votos, frente al 7,6% que logró en las autonómicas de 2012. Pese a que la irrupción de Podemos seguramente ha ralentizado el crecimiento del proyecto de Albert Rivera –uno de cuyos pilares es también la regeneración democrática–, la encuesta de Sigma Dos demuestra que el partido se ha convertido en una sólida opción para quienes se oponen a la independencia.

No puede decirse lo mismo del PP catalán, relegado a sexta fuerza. Los populares pasarían del 13% de 2012 al 7,4%, lastrados por la gestión de la crisis económica y del desafío independentista del Gobierno de Mariano Rajoy.

ICV, que perdería más de la mitad de sus votos de 2012 (del 9,9% al 4,5%), sería el principal damnificado por el empuje de Podemos. La CUP completaría un Parlament con ocho partidos, más fragmentado que el actual: obtendría un 3,8% de los sufragios, tres décimas más que en 2012.

En cuanto a la valoración de los líderes, Mas y Junqueras ocupan también los primeros lugares de la tabla, si bien en este campo el republicano conserva la ventaja. Ambos suspenden, pero el líder de ERC (4,81) se mantiene por delante del presidente de la Generalitat (4,67). Los cabezas de cartel de los partidos que se oponen a la independencia continúan a la cola de la lista: Albert Rivera (3,57), Miquel Iceta (3,56) y Alicia Sánchez-Camacho (2,37).

La encuesta también plantea las dos preguntas que se hicieron a los ciudadanos el 9-N: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? Y, en caso afirmativo, ¿quiere que ese Estado sea independiente?». La opción netamente secesionista, la del sí-sí, seduciría a un 35,7%, mientras que el no al Estado propio sin paliativos recaba el 30% de apoyo.

La opción intermedia del sí-no–que podría entenderse como una apuesta por una Cataluña dentro de España pero con más atribuciones– convencería a un 14,7% de los electores, y es mayoritaria entre los votantes de ICV. Si ese porcentaje se suma a quienes no saben qué contestarían a la segunda pregunta, quienes no votarían y quienes no contestan a la encuesta, el número de ciudadanos que no se pronuncian a favor de la independencia asciende hasta el 64,3%.

Por partidos, sólo los votantes de ERC (86,6%) y, en mucha menor medida, CiU (61,4%) se muestran abiertamente favorables a la ruptura con España. Por contra, los principales partidarios de mantener el actual estado de las cosas en el ámbito territorial son mayoría entre los simpatizantes del PP (76,8%) y PSC (53,8%).

De todo ello se desprende que la mayoría de ciudadanos se resigna a un nuevo adelanto electoral tras el 9-N. Se espera que en la conferencia que Mas pronunciará hoy, justo dos años después de las autonómicas de 2012, se referirá de alguna manera a esa posibilidad. De hecho, los ejes principales del discurso del presidente de la Generalitat serán dos: tratar de convencer a ERC de que integre una lista conjunta soberanista –lo tiene casi imposible, porque Junqueras desconfía de las intenciones reales de sus hasta ahora socios– y empezar a preparar la demolición de las siglas de CiU, muy quemadas tras episodios como el caso Pujol. Es decir: Mas vestirá hoy de largo su propuesta de lista del president.

Un 43,8% de ciudadanos quiere que se convoquen elecciones de cariz plebiscitario, en las que los independentistas se presentarían con la secesión como punto común de los programas o en una lista unitaria. Por contra, un 41,5% se opone a este formato, y los más críticos son de nuevo los votantes del PP y del PSC.