Minimalismos

Santiago González, EL MUNDO, 14/9/12

Hay un par de grandes asuntos para la cumbre Mas-Rajoy del día 20: el pacto fiscal y que España afloje la mosca, los 5.000 millones de rescate. El presidente debería recibir a Mas habiendo repasado la conversación entre Azaña y Negrín el 28 de julio de 1937 sobre «los abusos, rapacerías, locuras y fracasos de la Generalidad y consortes», en palabras de Azaña, sólo cinco años después de su brillante discurso en el debate sobre el Estatut para que Cataluña se sintiera cómoda en la República.

Luego, responder no a lo primero y abordar lo del rescate, pero sin darse mucha prisa. Bastaría con que dé a Mas las mismas certezas que a los españoles sobre su intención de pedir el rescate de nuestra economía y cuándo. Tampoco estaría mal que le exigiera un compromiso de no gastárselo en soberanismos.

Después podría explicarle que, por mucho que esté en la naturaleza nacionalista, al picar a la rana, el escorpión se irá al fondo con ella. Esto, en modo desahogo. Y ya por último, serenidad frente a su estrategia de situarse al borde del acantilado y amenazar con un paso al frente. Lejos de rogar y ofrecer impuestos, inversiones en infraestructuras y otras regalías, debe animarle y advertirle que la manifestación no es una medida institucionalmente homologada para cumplir la voluntad popular: «Artur, es hora de que disuelvas el Parlament y convoques elecciones. Preséntate a ellas con un programa para la independencia y luego ya veremos lo que hacemos».

Con España, quedaría atrás un mal recuerdo, la opresión, el empobrecimiento. Dejamos atrás la deuda, que la paguen ellos. Ya no se dice «el último que apague la luz», sino «el último que pague la cuenta». Atrás la deuda española, más ácida y aguda que otras deudas, que diría el poeta. Cataluña nacerá a la independencia con la frescura de Venus saliendo pura de las aguas. La deuda la pagan estos primos, que para eso es española. Atrás quedará también el Código Penal español, que está esperando a algunos cualificados líderes del partido del señor Mas. ¿También pasarán del mercado español? La unilateralidad podría ofender a los compradores hispanos. Rosell cree que el Barça seguirá en la misma liga. ¿Como guest star? ¿Cree que la liga española es mejor que una solo catalana? Lío y algarabía, ya lo dice Rajoy.

Mas ha metido en un problema a Rajoy y también a sí mismo. Su apoyo a la marcha y su previsible fracaso el 20 han resucitado a la mortecina Esquerra. Fue precisamente de ERC, un president d’esquerres dijo oportunistamente Maragall, Lluís Companys, el primero en hacer una declaración unilateral de independencia (el 6 de octubre del 34). Aquel patético ensayo duró menos de medio día, léanse Diez horas d’Estat Català, una crónica tragicómica de Enrique de Angulo.

Haffner explicaba el delirio alemán cuando la gente dejó de distinguir lo posible de lo imposible, con eslóganes como es justo lo que nos conviene y la palabra imposible no existe: «Es evidente que este tipo de vivencias traspasan la frontera de lo que los pueblos pueden soportar sin sufrir secuelas emocionales». En fin, menos es Mas, que dijo Mies van der Rohe para explicar el minimalismo.

Santiago González, EL MUNDO, 14/9/12