«Nuestra verdad justifica la eliminación de los enemigos»

ABC 07/03/15

· Un informe de la Guardia Civil remitido al juez detalla la estrategia de medio siglo de terror

«A la legalidad hispana o gala anteponemos nosotros la vasca con plástico (explosivo) y metralleta, precedidos y acompañados por toneladas de propaganda». Así se pronunciaba ETA cuando en la década de los sesenta diseñó la estrategia dirigida a liquidación física y territorial del adversario. Sus perversos objetivos constan en unn informe de la Benemérita aportado a la Audiencia Nacional, dentro de laa querella por delitos de genocidio y lesaa humanidad presentada por Dignidadd y Justicia contra los cabecillas «Txi- kierdi», «Antxon», «Peio el Viejo», «Pa- kito» y «Ternera». Se pretende exten- dar la investigación a los integrantess de las sucesivas cúpulas etarras.

Limpieza étnica «Un maestro de escuela que enseña a nuestros niños en lengua extranjera (español) está actualizando la opresión» La «yihad» de la banda «El militante de ETA lucha como el antigu cruzado, por la liberación de Euskadi»

En el documento «Insurrección enn Euskadi», ETA exponía las bases para a ganarse el apoyo mayoritario de la po- blación con el objetivo de iniciar unaa «ofensiva armada» progresiva que desembocara en un levantamiento en armas. «El apoyo de la población (de una parte al menos de ésta), al principio moral y luego material, debe ser el agua en la que el pez pueda desarrollarse, moverse y nadar a su gusto». Ello, aunque las adhesiones fueran producto del miedo: «Para empezar, este sostén moral debe consistir en no oponerse, en no ser hostil a nosotros. Luego hará falta que simpaticen; primero unos pocos y luego que esto se generalice. A continuación será necesario que nos admiren (…). Finalmente, que nos apoyen activamente (una mayoría) y que nos respeten y teman el resto (…).

Según el citado manual, «el militantete de ETA lucha como el antiguo cruzado, por una idea, por una verdad, la nuestra: liberación radical de Euskadi y de sus pobladores. Para nosotros, al igual que para el cruzado del siglo X, la suya, nuestra verdad es la verdad absoluta, es decir, verdad exclusiva que no permite ni la duda ni la oposición y que justifica la eliminación de los enemigos virtuales o reales. Somos intransigentes en nuestra idea, en nuestra verdad, en nuestra meta esencial…».

«Objetivo militar»
Y desde esa intransigencia, para ETA «un maestro de escuela que enseña a nuestros niños y jóvenes en lengua extranjera prohibiendo y castigando el uso de la nacional, está actualizando la opresión en este campo concreto.to Y del mismo modo un policía, un ininspector de Hacienda, un guardia municipal, un capitán, un periodista, etc, son, aunque en grado distinto, instrumento de opresión…». Así, para la banda, todos estos colectivos, que no tienen encaje en su modelo exclusivo de independencia, son considerados como «objetivo de la acción armada». Esto es, liquidación física y territorial del adversario. Y, «cuánto más brutal, repentino y rápido sea el golpe (…) –establece el citado documento– tanto más probabilidades tiene de alcanzar pleno éxito».

El manual «Guerra revolucionaria» de ETA, diseñado en 1963, fracasó en su intento de lograr apoyo mayoritario y provocar una insurrección popular. De «guerra revolucionaria» la banda pasó al concepto «acción-represión-acción», con el que buscaba que sus atentados tuvieran respuesta indiscriminada del Estado contra el pueblo vasco para así desestabilizar al conjunto de España y provocar en la sociedad simpatías y adhesiones hacia los pistoleros.

Asesinato de alcaldes
El caso es que para generar terror, ETA, con el apoyo de su entramado político –MLNV–, buscaba la eliminación física (asesinato), el secuestro o el amedrentamiento (amenazas, extorsiones, presiones sociales y atentados dirigidos a provocar estragos materiales) de aquellos que no encajaban en el proyecto de los terroristas. Una perversa estrategia que se ha mantenido hasta el cese de la violencia. Genocidio en estado puro, como lo acredita, por ejemplo, la terrible campaña para eliminar a a alcaldes no nacionalistas, antes de las primeras elecciones municipales, con el apoyo de Herri Batasuna. . «Anunciamos que la campaña sería discriminada. Buena prueba de que ello se puso en práctica de este modo es los alcaldes que hemos ejecutado y aquellos otros que han venido a consultarnos y a los que hemos aconsejado continuar en sus puestos. Incluso se preguntó a las organizaciones de KAS si creían conveniente lanzar una campaña discriminada; Ehas y Laia (integradas en Herri Batasuna), parecieron favorables y la organización político-militar respondió que no sabía qué opinar. Es evidente que la campaña anti-alcaldes no se realizó al margen de las organizaciones políticas sino en coordinación con ellas (…)».

En otro documento, ETA advertía de que «se buscará atacar los principales pilares del Estado para hacer el mayor daño a los intereses del enemigo». Por ejemplo, «los que niegan los derechos de Euskal Herria y de sus ciudadanos»; «responsables políticos de la represión»; «Fuerzas armadas, policiales y represivas de España que influyan en Euskal Herria»; «los que atacan a los presos políticos»; «responsables que llevan a la reducción y hasta el agotamiento los recursos naturales de Euskal Herria»; «los que atacan el euskera, la Educación vasca y sus pilares populares»; «Administraciones del Estado que etienen como objetivo dividir Euskal Herria»; «Delatores, traidores, colaboradores, traficantes de droga y militantes fascistas»…