Nuevo choque PSOE-PSC por la defensa de Cataluña como «nación»

ABC 02/07/15

· El programa del 27-S abogará por una reforma de la Constitución para ir al Estado «plurinacional», pero Ferraz solo admite la España «diversa»

El conflicto latente entre el PSOE y el PSC por el reconocimiento de Cataluña como «nación» en una hipotética reforma constitucional volvió a saltar ayer a la palestra a propósito de la presentación del borrador del programa que los socialistas catalanes van a defender en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre. Aunque el PSC renuncia expresamente al derecho a decidir –porque cree que ya se rejerció en la pseudoconsulta independentista del pasado 9 de noviembre– las discrepancias salieron a flote nada más mecionar su primer secretario, Miquel Iceta, la necesidad de reformar la Carta Magna para asumir la «plurinacionalidad».

· Patxi López «El PSOE ofrece a Cataluña buscar su acomodo en España»

· Miquel Iceta «La próxima legislatura será la de la reforma constitucional»

En esta ocasión le tocó responder al responsable de Seguridad y Libertades Públicas del PSOE, el exlendakari Patxi López, quien había convocado a los medios para hablar de la «ley mordaza» y se encontró con la propuesta de sus socios catalanes. López no es, entre los barones socialistas, de los refractarios a admitir singularidades culturales, que no políticas, pero ayer le tocó el papel de portavoz socialista y se distanció de Miquel Iceta.

«Algunas» discrepancias
La sintonía de Pedro Sánchez y del propio López con Iceta es muy grande, pero ayer al vasco, en nombre de todo el partido, le tocó recordar que «es conocido que no hemos coincidido con el PSC en algunas cosas» y advirtió: «En estas elecciones (del 27-S), el PSOE en su conjunto va a ofrecer a la ciudadanía catalana ese proyecto que reconoce su singularidad pero que busca el acomodo de Cataluña en el conjunto de España».

López explicó que lo único que está dispuesto a reconocer el principal partido de la oposición en una reforma constitucional es «la diversidad de este país». Es decir, una reforma de la Carta Magna en la que se reconozca a España «tal y como es, con sus singularidades, con su diversidad, con un sistema de financiación más justo y equitativo». En este sentido, recordó que son las comunidades autónomas las que tienen la responsabilidad de hacer la gran inversión por los servicios sociales, y por tanto necesitan «mejorar su financiación». Precisamente, López no quiso pasar la oportunidad de pedir a Mariano Rajoy que no aproveche que todavía hay gobiernos en funciones del PP para aprobar hoy el techo de gasto presupuestario en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los socialistas quieren retrasarlo.

Retener el voto tradicional
Paradójicamente, el nuevo encontronazo entre el PSOE y el PSC a cuenta de la definción de Cataluña como nación se produce en el momento en el que los socialistas catalanes, al menos aparentemente, más se intentan apartar del soberanismo dominante. Con Carme Chacón de candidata a las generales y Miquel Iceta a las autonómicas, junto a la constatación de que electoralmente el partido solo aguanta por el apoyo del voto tradicional en la Barcelona metropolitana, la propuesta de programa presentada ayer trataba precisamente de reforzar este nuevo rumbo de la formación. Dejando atrás la indefinición y titubeos de la época de Pere Navarro –cuando el PSC llegó a anunciar que se abstendría en cualquier votación relativa al proceso–, Miquel Iceta dio por superado el apoyo de los socialistas catalanes al «derecho a decidir».

Así, la principal novedad del programa autonómico de 2015 con respecto al de 2012 es el rechazo a la celebración de una consulta soberanista según el modelo escocés. Aunque con el matiz de que esa consulta debía ser «legal y acordada con el Estado», y que el PSC abogaba por una reforma federal de la Constitución, los socialistas catalanes, con su posición, daban apoyo a un cambio del modelo territorial decidido únicamente desde Cataluña. Ahora, siguen abogando por una reforma federal de la Constitución, pero entienden que la misma debe ser refrendada por el conjunto de España. Acercan, pues, su posición a la del PSOE, pero el término «nación» les sigue distanciando.

Iceta explicó el cambio de postura recordando que en la consulta ilegal del 9-N se constató que había muchos independentistas, pero que el grueso de la población no lo era: «Mucha gente aspira a la independencia, pero no son mayoría. Ahora queremos comprobar si una mayoría de catalanes estarían dispuestos a validar un nuevo acuerdo con el resto de España».

Iceta reiteró los cuatro pilares de la reforma constitucional que propone el PSC: reconocer la «realidad nacional catalana» y la de España como Estado «plurinacional»; mejorar la claridad en el reparto de competencias; mejorar la financiación autonómica con un pacto fiscal solidario, y un Senado federal para que las autonomías participen en la gobernanza de España. Sí tiene claro el PSC que en la próxima legislatura las fuerzas a favor de la reforma –c itó Iceta a PSOE, Podemos y C’s– serán mayoría: «La próxima legislatura será la de la reforma constitucional». Desde el PSC no se quiso responder a la negativa del PSOE a que este nuevo acuerdo pase por reconocer Cataluña como nación.