Pablo Iglesias ya evita hablar de «referéndum» mientras ataca al PSOE

ABC 29/12/15

· Dijo que sus diputados renunciarán a un plan de pensiones que se suprimió en 2012

Pablo Iglesias fue a La Moncloa a hablar de política con Rajoy. Y lo hizo durante más de hora y media, aunque «en dos minutos» le dio tiempo a despachar con un «no» cualquier posibilidad de apoyo al presidente en funciones –al que Iglesias llama «el candidato del PP»–. La rueda de prensa posterior le sirvió al líder de Podemos para cargar contra Pedro Sánchez y el PSOE, a quienes acusó de estar «haciendo teatro» porque tiene la «impresión» de que se ha formado ya «un bloque pro restauración, un bloque inmovilista» entre PP, PSOE y Ciudadanos, dispuestos a dar «al final» el Gobierno de nuevo a Mariano Rajoy.

Iglesias llegó con algo de adelanto al Palacio de La Moncloa. Entró puntual en las dependencias oficiales, sin que en esta ocasión el presidente en funciones le recibiera en la escalera de entrada. Con su habitual atuendo informal, lo primero que hizo fue exponer a Rajoy su valoración del resultado electoral del 20-D.

Según su lectura, el PP «ha tenido su peor resultado desde 1989» y el PSOE «el peor de su historia», lo que le induce a pensar que «estamos viviendo una nueva etapa política» donde «se inaugura un proceso de transición». Por eso, añadió, «no es hora de hablar de sillones, sino de futuro». Él ya ha empezado a hacerlo, dijo, hablando ayer con el PP y en otras jornadas «con PSOE, PNV, IU, ERC» y otras formaciones.


· Urgencia:
«Urge la ley de Emergencia Social; hay ciudadanos que no pueden esperar»


Sin citar la consulta
Aunque el líder de Podemos no abandonó su propuesta de realizar una consulta en Cataluña sobre el proceso independentista, en ningún momento de su rueda de prensa pronunció la palabra «referéndum»; de hecho, esquivó con mucha habilidad todas las preguntas sobre el carácter innegociable de esa petición, amparándose en lo que «hemos dicho desde el principio»: que hacen falta «soluciones democráticas» para poder mantener la unidad del país.

De hecho, explicó que aunque en relación con el referéndum independentista él y su partido siguen «en el mismo sitio», «ahora, lo urgente y lo fundamental es la Ley de Emergencia Social», que quiere plantear el día 13 de enero, el de la constitución del Parlamento. A su juicio, esta es la máxima prioridad porque «hay ciudadanos españoles que no pueden esperar». Esta ley evitaría que se corte la luz o se desahucie por impago a ninguna familia, o que los pensionistas tengan dificultades para pagar los medicamentos por el copago. «No tendría coste alguno para el Estado; cuando la planteemos, se va a “retratar” todo el mundo».

Las críticas al PSOE arreciaron: les acusó de estar «hablando de sillones o de la vida interna de su partido» desde el minuto uno tras las elecciones. «Deberían dejar de hacer teatro», les pidió, además de afirmar que «quien manda en el PSOE son los barones». Se teme que al final terminen apoyando con su abstención al PP, porque no cree que «tengan intención de plantear una alternativa» y «no les veo con la altura histórica necesaria»; o intentando «sustituir a Pedro Sánchez para probar suerte con otro candidato o candidata».

Es más, Iglesias tiene «la impresión» de que se ha formado «un bloque pro restauración», que observó por primera vez «tras el decepcionante discurso del Jefe del Estado, que olvidó los principales problemas de los españoles, la desigualdad y la corrupción, y sin embargo les encantó a PP, PSOE y Ciudadanos».

Polémico plan de pensiones
El líder de Podemos se mantuvo en su papel de «azote de la vieja política», al anunciar que los diputados de Podemos «van a renunciar al plan de pensiones privado, pagado con dinero de todos los españoles». Desde el PP se le recordó que ese plan no recibe aportaciones públicas desde 2012 –«la campaña electoral ya acabó», recriminó irónico el vicesecretario popular, Fernando Martínez-Maillo–, a lo que Iglesias rectificó: «Si se confirma, que no está claro, lo celebraremos».

Su larga charla con Rajoy le sirvió para ratificarse en que «no estoy de acuerdo en prácticamente nada con él», aunque sí hablaron, y mucho, de política: «De la transición, de las elecciones del 77 y el 79, de la subida y desaparición posterior de UCD, del ascenso del PP, de las primeras elecciones en Galicia; y de política internacional: de China, de Alemania, de Estados Unidos…».

Y por si quedaban dudas, recordó a quienes «no cuentan con apoyos ni en su propio partido para ser alternativa al PP», que hay otras vías legales posibles, entre ellas una repetición de las elecciones que no parece desagradar a Podemos.