¿Quién teme nuevas elecciones?

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 25/01/16

· Busquen otra forma de echar a Rajoy, que es lo único que parece interesarles.

Parecen dos caballeros, haciéndose reverencias ante una puerta: «Pase usted primero». «De ninguna manera, pase usted». «Le toca a usted», y así sucesivamente, sin pasar ninguno ni dejar pasar a nadie. De lo que no se había dado cuenta el más joven era de que su escolta aprovechaba la ocasión para birlarle no sólo la cartera (el gobierno), sino también el abrigo (el programa). Ni de que el otro caballero, más viejo, lo aprovechaba para dejarle en cueros. Pedro Sánchez, en su euforia de creerse ya en La Moncloa, no se percató de con quién se había aliado.

Consecuencia de no haber leído los libros clásicos sobre la revolución soviética de Isaac Deutscher, donde se cuenta con todo detalle cómo Lenin, con la minoría (bolchevik en ruso) en el partido socialdemócrata ruso, le ganó la mano a la mayoría (menchevik en ruso). Quien parece haberlos leído es Pablo Iglesias. Su problema es que hay socialistas españoles de más edad que Sánchez que sí parecen haberlos leído, y no están dispuestos a servir de peana a una revolución bolchevique en España en 2016, como lo fueron en 1936. La incógnita es si tienen bastante influencia en el partido, en manos de una muchachada tan briosa, ignorante y ansiosa de cargos.

Se discute si Rajoy debe o no presentar su candidatura a formar gobierno. Aparte de que Sánchez e Iglesias se habían conchabado contra él, ni la Constitución, ley o decreto obligan a nadie a optar a la presidencia. Así que busquen otra forma de echar a Rajoy, que es lo único que parece interesarles. Es más, esa insistencia suya debería empujar a Rajoy a seguir. Cuando los rivales e incluso enemigos personales tanto insisten, algo bueno debe de estar haciendo. Si creyesen que lo estaba haciendo mal, le animarían a quedarse. «Del enemigo no quiero el consejo ni la alabanza, sino la victoria», decía Quevedo, al que tampoco parece que Sánchez y su pandilla han leído.

Así estamos, un mes después de las elecciones, sin haber dado un paso hacia un gobierno, con la oposición usando todo tipo de artimañas e insultos, de los que se echa mano cuando faltan las razones. Claro está únicamente que un PSOE bajo Sánchez y un PP bajo Rajoy no pueden entenderse. Pero la solución no es que se retiren los dos, como aconsejan los listillos. Con que lo haga uno, basta. Y éste no puede ser Rajoy, no por razones éticas o estéticas, sino políticas: ha ganado las elecciones, pese al enorme desgaste sufrido por las medidas tomadas para que España no se encontrase hoy como Grecia o Portugal, tiene un programa de recuperación, defiende sin equívocos la unidad de España y está dispuesto a hablar con todos sobre las nuevas medidas a tomar.

Ninguna de esas condiciones las cumple Sánchez, que se ofrece como pista de aterrizaje de antisistema y separatistas. El Comité Central del PSOE tiene la palabra.

Y si tampoco se decide, siempre queda consultar de nuevo a los españoles. Otras elecciones. ¿Por qué estos chicos y sus consejeros mediáticos les tienen tanto miedo?

JOSÉ MARÍA CARRASCAL – ABC – 25/01/16