Si ganara Le Pen

EDURNE URIARTE, ABC – 27/01/15

· Los mismos que han sido comprensivos con Syriza bramarían escandalizados. El problema de concepto lo tienen más bien con determinado extremismo.

La hipótesis de un triunfo de Le Pen es útil para valorar lo ocurrido en las últimas horas en Europa. La victoria de la extrema izquierda en Grecia y las celebraciones o el respeto por esa victoria populista y antieuropeísta en el resto del continente. Tras el ascenso de un partido extremista fundado sobre el odio, a las clases acomodadas, a los políticos o a Alemania, que se niega a pagar a sus deudas y a cumplir sus compromisos con el resto de socios de la UE. Lo anterior lo ha celebrado la izquierda europea, la extrema derecha y hasta algún tonto notorio de la derecha moderada.

Extraordinario el tuit del diputado y alcalde de Niza de la UMP, Christian Estrosi: «Los griegos no han votado por la extrema izquierda, han votado contra la austeridad, la misma que los socialistas franceses nos quieren imponer». Pero resulta que la valoración anterior, que los griegos no han votado por la extrema izquierda sino contra la austeridad, ridícula en Estrosi, es generalizada entre los medios de la izquierda europea y entre muchos de sus líderes. Entre los mismos que llevan varios años alertándonos contra el «horror» y «desastre» que podría suponer una victoria de la extrema derecha en un país europeo.

Lo que plantea un problema general de concepto de algunos demócratas europeos. ¿Lo que era intolerable y catastrófico si lo lideraba la extrema derecha es ahora respetable bajo el liderazgo de la extrema izquierda? Y me refiero no sólo al odio a determinados grupos sociales o al dudoso respeto a muchas normas democráticas, sino también a su común antieuropeísmo y populismo. Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha francesa, apoyó el triunfo de Syriza durante la campaña y ha sido una de las primeras en alegrarse de su resultado. Porque considera que el voto populista y antieuropeísta de los griegos es el mismo que le podría dar el triunfo en Francia. O a Podemos en España.

De hecho, ese triunfo de Le Pen es algo más que política ficción. Una encuesta de Odoxa realizada el pasado diciembre para varios medios de comunicación franceses la colocaba al frente de la intención de voto para las Departamentales de este año, por delante de la UMP y del Partido Socialista. Si eso ocurre, en las Departamentales o, sobre todo, en las Legislativas o en las Presidenciales, hay que preguntarse si Europa lo recibirá con el talante con el que ha saludado el triunfo de los extremistas en Grecia. Porque lo habrían decidido los franceses y hay que respetarlo, porque las elecciones han sido limpias y correctas, porque el Frente Nacional ha sabido encauzar por la vía política el descontento del país, que son algunos de los argumentos de la prensa progresista europea de ayer. ¿Leeremos esos argumentos si triunfa el FN o un partido de extrema derecha en otro país europeo?

No lo creo, como tampoco veo al progresismo europeo (y algún despistado de la derecha) cambiando la denominación de extrema derecha para Le Pen por derecha radical, como lo han hecho con Syriza, izquierda radical y no extrema izquierda, concepto mucho más negativo. Si ganara Le Pen, los mismos que han sido comprensivos con Syriza bramarían escandalizados. El problema de concepto lo tienen más bien con determinado tipo de extremismo. Al menos hasta que Syriza se niegue a devolver los 26.000 millones que Grecia debe a España. Tampoco veo al PSOE, ni a Podemos, condonando esa deuda para acabar con la austeridad griega.

EDURNE URIARTE, ABC – 27/01/15