Una sociedad partida en dos

EL MUNDO – 11/10/15

· El CIS augura que JPS sólo tendrá mayoría absoluta con la CUP y deja en un 21,6% a los que sólo se sienten catalanesEl 41,3% se considera nacionalista, frente al 56,7% que afirma no serlo.

La campaña que empezó anoche en Cataluña es la más trascendente de unas elecciones autonómicas que se recuerda. El voto de tu vida, dice el lema de Junts pel Sí, la lista conjunta de Convergència y de Esquerra que pretende convertir el 27-S en un plebiscito sobre la independencia. Aunque el resto de partidos no comparte ese prisma, todos convertirán Cataluña en su base de operaciones durante las próximas dos semanas.

El 27 de septiembre se juegan varias partidas a la vez. Se contarán los votos a favor y en contra de la independencia y se contarán los diputados de cada partido para formar el próximo Govern, pero también se medirán las fuerzas de cada cual de cara a las elecciones generales de diciembre. Por eso, los líderes de los partidos nacionales van a pisar Cataluña más que nunca estos días: Mariano Rajoy participará en cinco actos del PP, Pedro Sánchez entrará en campaña hasta siete veces y Pablo Iglesias tratará de compensar que la cara de Lluís Rabell (el candidato de Catalunya Sí que es Pot, la marca de confluencia de Podemos e ICV) es poco conocida con cinco visitas.

En cuanto a Albert Rivera, que ha cedido el testigo a Inés Arrimadas para preparar las generales, participará todos los días en actos de Ciudadanos.

La campaña es insólita no sólo por la trascendencia, sino también por la fecha que ha elegido Mas: nunca se habían celebrado en España unas elecciones en septiembre desde la restauración de la democracia. Pero desde el punto de vista nacionalista, el 27-S tiene dos ventajas: la Diada, que en los últimos años ha concitado enormes demostraciones callejeras independentistas, abre oficialmente la campaña; y el día de la votación coincide con un largo puente en Barcelona, la provincia más poblada y la menos independentista.

El sondeo preelectoral del CIS confirmó ayer que la división social es total. Esa muestra, que recoge 3.000 entrevistas, ratifica lo que vaticinaba también la encuesta de EL MUNDO publicada esta semana: que la CUP será decisiva para la mayoría independentista y para que Mas se mantenga en el poder.

Junts pel Sí ganaría las elecciones con 60 o 61 diputados, pero se quedaría lejos de la mayoría absoluta, fijada en 68. Sólo podría alcanzarla con la ayuda de la CUP: el partido anticapitalista obtendría ocho escaños. Mas ya ha dicho que eso le bastaría para seguir con su plan, que prevé declarar la independencia en 18 meses.

Sin embargo, no todos comparten esa visión, ni siquiera en el ámbito independentista: la propia CUP ya ha dicho que para poner en marcha el proceso considera imprescindible el apoyo a la secesión de, por lo menos, el 50% de los votantes. El CIS deja a los soberanistas muy lejos de esa cifra: entre Junts pel Sí (38,1%) y la CUP (5,9%) se quedarían en apenas el 44%.

Ciudadanos sería por primera vez la segunda fuerza del Parlament, y podría alcanzar los 20 diputados. Por detrás se situarían Catalunya Sí que es Pot (18-19) y el PSC, que con 16 o 17 diputados contendría la sangría que todos los sondeos le pronosticaban hace unos meses. El PP obtendría 12 o 13 escaños, lejos de los 19 actuales pero por encima de los catastróficos resultados que se le auguraban antes de que Xavier García Albiol fuera designado candidato.

El CIS deja fuera del Parlament a Unió que, por primera vez desde la década de los años 30 del siglo pasado, se presenta en solitario a unas elecciones tras la ruptura de CiU. El partido de Josep Antoni Duran Lleida, que presenta al ex conseller Ramon Espadaler como candidato, no conseguiría su objetivo de cobijar al votante tradicional de la federación nacionalista.

Pero la encuesta del CIS también confirma el abismo que separa a las dos Cataluñas en otras dos preguntas. Cuando se cuestiona a los ciudadanos por su filiación identitaria, la respuesta más habitual es que se sienten tan españoles como catalanes (42,1%). La segunda opción es de los que se sienten más catalanes que españoles (25,1%) y un 21,6% dice que es sólo catalán. Casi tres cuartas partes de los catalanes (el 73,1%) comparte, en mayor o menor medida, las identidades catalana y española.

El CIS también calibra la división social cuando pregunta a los ciudadanos si se consideran nacionalistas catalanes. El 56,7% responde que no, por el 41,3% que sí dice serlo.

Con unos pronósticos tan ajustados, cobra especial importancia la participación. «Cuanto más alta sea la participación el 27-S, será porque más no independentistas habrán votado», consideraba hace unos días un dirigente del PSC. En 2012 votó un 67,7% del censo, la cifra histórica más alta. Entre los encuestados por el CIS, esta vez un 77,5% ha respondido que irá a votar «con toda seguridad», por lo que cabe especular que la participación será aún superior.

La Diada de hoy, que podría estar pasada por agua, constatará con seguridad que el independentismo sigue movilizado. Conscientes de que su punto débil está en Barcelona y en la inmigración del resto de España, la manifestación se celebrará esta vez en la avenida Meridiana, arteria que conecta los barrios obreros de la ciudad con varias de las principales poblaciones del cinturón rojo.

EL MUNDO – 11/10/15