Urnas de cristal

TONIA ETXARRI, EL CORREO – 19/11/14

Tonia Etxarri
Tonia Etxarri

· En plena presión ambiental tras la pseudoconsulta secesionista realizada el pasado 9-N en Cataluña y a seis meses de las próximas elecciones locales, el PNV en Bizkaia acaba de dar un giro de 180 grados al ponerse a la cabeza de la reclamación de un referéndum sobre la desanexión de un barrio vizcaíno. Usansolo, con 4.678 habitantes, pertenece al municipio de Galdakao, con más de 29.000.

Desde los 90 buena parte de los vecinos han venido reclamando municipio propio. El PNV se ha resistido hasta el final alegando la inviabilidad económica de esta separación administrativa porque el Ayuntamiento se quedaría con menos habitantes, pero con las mismas empresas y la misma deuda. Y en esa apreciación coincidía con el PP.

Pero la reclamación ha seguido. Y como la plataforma Usansolo Herria piensa celebrar su consulta el próximo domingo, el PNV ha dado un paso adelante. Desde ayer, su alcalde en Galdakao puso en marcha el proceso de consulta, pero con garantías democráticas, legales y con urnas de cristal (como tenía a gala decir Andoni Ortuzar) para febrero del 2015.

Un proceso de desanexión administrativa, en el ámbito municipal, poco tiene que ver con las reclamaciones de los independentistas de una comunidad autónoma que se quieren separar del Estado al que pertenecen, negando el derecho al voto del resto de ciudadanos españoles, que algo tendrían que decir ante una supuesta independencia de Cataluña. Pero en todos los casos convendría consultar a todos los afectados. Si se produjera la desanexión de Usansolo, habría un pronunciamiento del pleno municipal. Lo prevé la norma foral de demarcaciones territoriales de Bizkaia. Es decir: no votarán los habitantes de Galdakao sino que lo harán sus representantes en el Ayuntamiento. Que no es lo mismo.

Pero ya estamos viendo que, en plena efervescencia de referendums, las normas se aplican de forma flexible. Y la lectura de los resultados, también. En el de Amorebieta contra la central térmica de Boroa promovido en 2002 por la alcaldesa del PNV, a pesar de su partido, el 98% de los que participaron se opusieron a su construcción. Pero la central sigue a toda marcha y la regidora se tuvo que retirar de las responsabilidades políticas. La «voluntad popular» no fue escuchada entonces.

EH Bildu ha sufrido algunos reveses en consultas promovidas en las localidades donde gobiernan. Con la continuidad de la fiesta taurina en Zestoa. Por ejemplo. O con su gestión sobre las basuras en algunos municipios guizpuzcoanos.

El caso del condado de Treviño es harina de otro costal. De este territorio ubicado en la provincia de Burgos y sus aspiraciones a anexionarse a Álava, venimos escribiendo desde que el Parlamento vasco comenzó su andadura en 1980, aunque sus habitantes vienen reclamando una regulación desde el siglo XVII.

Y no les falta razón. A diecisiete kilómetros de Vitoria y a casi cien de Burgos, sus dos mil habitantes buscan un reconocimiento legal a su situación de hecho. Se sienten alaveses. Por razones prácticas, fundamentalmente. Pero una anexión a Álava alteraría la reorganización de la comunidad autónoma vasca. A eso se aferran el PP y el PSOE en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, sus compañeros alaveses lo ven de otra forma.

TONIA ETXARRI, EL CORREO – 19/11/14