Zoofilia

Santiago González-El Mundo

EL INVESTIDO presidente de la Generalidad, Quim Torra, había hecho famosos sus tuits, que son la unidad infinitesimal de su pensamiento. En ellos y en sus artículos llamaba a los españoles «bestias carroñeras, víboras, hienas, con una tara en el ADN». No era para tanto, él se disculpó si alguien había podido sentirse ofendido. Hombre, no, por qué lo dice. Es una manera de hablar: «Sois unos hijos de la gran puta y pido disculpas si alguien ha podido sentirse molesto».

Ayer insistía en la Radio de las Mil Colinas del prusés con una frase que se ha hecho ‘trending topic’ en Twitter: «Los españoles son un pueblo hermano al que quiero y me gusta trabajar con ellos», dijo, incurriendo en una falta de concordancia de número; debió decir «con él».

Por otra parte, el buen rollo con los bichos forma parte de nuestra cultura, incluso de la religión; ahí tenemos a Francisco de Asís y las parrafadas que le echaba al lobo de Gubbio: hermano lobo y en este plan, aunque debo confesar que después de ver la película que le hizo Rossellini, se me quedó la impresión de que era algo simple. En Italia se le llamaba «el poverello de Asís», que es lo que a mí me sale cuando pienso, un suponer, en Torrent, el pobrecillo.

Ahí tienen a Cleopatra, acunando al áspid en la teta, por no citar al último Rey visigodo, a quien trastear con Florinda la Cava, la niña del conde Don Julián, le costó Guadalete y la vida. Y allá en su sepulcro (de piedra ha de ser la cama) tuvo el sorprendente encuentro con la serpiente traviesa. «Ya me come, ya me come / por do más pecado había», confesaba el tío en el romance que lleva su nombre.

¿Por qué no va a querernos el pícnico ‘president’, el gordito supremacista, aunque no tengamos su tipazo? Goebbels hablaba de la raza aria. Hermana víbora, cuñada hiena, una de estas bestias de la peor especie, José García Domínguez, ha escrito un artículo que le ha valido un rebote general en Twitter. Lo que ellos tomaban por expresiones de odio eran solo frases de Pujol, Junqueras, Barrera, Gispert y el propio Torra con trasposición de gentilicios. Ha traducido a «catalanes» donde ellos escribieron «españoles».