«Estar por encima del odio de quienes mataron a mi padre ha sido un triunfo y una liberación»

Mañana se cumplen diez años del asesinato de Froilán Elespe, teniente de alcalde socialista de Lasarte-Oria. Su hijo Josu reflexiona sobre el papel de las víctimas ante el final de la violencia y asegura que «si en el mundo de ETA no hacen una crítica del pasado, el veneno seguirá ahí».

El 20 de marzo de 2001, ETA asesinó por primera vez a un concejal socialista, Froilán Elespe, teniente de alcalde de Lasarte-Oria. Una década después, su hijo Josu, que tenía 25 años cuando se produjo el asesinato, recuerda aquellos días y reflexiona sobre el papel de las víctimas ante el final de la violencia.

-¿Qué recuerdos guarda de aquel 20 marzo de hace diez años?

-Son recuerdos grabados a fuego en mi memoria. Me acuerdo perfectamente de que estaba trabajando en Ataun cuando recibí una llamada de un amigo, que me dijo que se había producido un atentado en Lasarte, aunque no sabía contra quién. Como me olí algo malo llamé a casa, pero estaba comunicando, por lo que decidí volver a Lasarte. Cuando iba en el coche la radio me confirmó que el atentado había sido contra mi padre y que había muerto.

-¿Cómo se recibe una noticia así?

-El trayecto hacia Lasarte lo recuerdo como un sueño. No me lo creía. Iba en el coche y veía que la vida seguía su curso, era un día de buen tiempo. Tenía una sensación de irrealidad. Fue al llegar a Lasarte cuando ya me encontré con todo el jaleo, todo el infierno. Esa tarde y el día siguiente fueron los peores días de mi vida, pero no podía venirme abajo. Tenía que organizar todo como creía que al aita le hubiera gustado.

-¿Temía que su padre pudiese ser víctima de un atentado?

-Un mes antes del asesinato de mi padre habían atentado contra el concejal socialista de Ordizia Iñaki Dubreuil, y desde entonces sí que tenía cierto temor a que pudiera pasar algo, pero muy pequeño, porque muchas veces creamos mecanismos de defensa para autoengañarnos y pensar que algunas cosas no te pueden pasar a ti. Tampoco en casa era un tema que se tratara, mi padre lo llevaba de una forma bastante personal.

-¿Había rechazado llevar escolta?

-Con el tiempo nos enteramos de que unas semanas antes se lo propusieron, pero mi padre no nos contó nada para no preocuparnos. Tampoco creo que él tuviese miedo real a que le pudiesen matar, y en cierta manera me reconforta saber que vivió y murió sin miedo.

-¿Cómo recuerda a su padre?

-Tras el asesinato idealicé un poco su figura por cómo nos lo quitaron, pero desde una visión realista puedo decir que mi padre era una persona normal, con sus virtudes y sus defectos. Nos dio una educación muy libre y tolerante. Era una persona humilde, muy del pueblo, sociable, amigo de sus amigos. Estaba muy entregado al trabajo, pero al mismo tiempo sabía disfrutar de los placeres de la vida. Sobre todo destacaría su honradez. Y entre los defectos, pues que a veces era un poco testarudo.

-¿En Lasarte-Oria aún le tienen presente?

-Esta misma mañana una mujer que no conocía se me ha acercado y me ha hablado bien de él. Ya no vivimos en Lasarte, pero siempre hemos sentido la solidaridad del pueblo. Además, es gratificante ver que te hablan de tu padre con una sonrisa en la boca, con naturalidad.

-¿Ha encontrado una explicación a su asesinato?

-Es lo absurdo y esquizofrénico de todo esto. Asesinan al objetivo fácil pretendiendo conseguir algo que ni ellos mismos saben. Pero lo único que consiguen es hacer mucho daño a una familia. Es su forma de vida, para mí son mercenarios fanáticos que muchas veces no saben ni las consecuencias de lo que hacen. Aparte de ser durísimo y terrible, no tiene ningún sentido.

-¿En estos diez años han ido evolucionando sus sentimientos?

-Al principio aparece un sentimiento de odio ante la incomprensión, pero en mi familia pronto nos dimos cuenta de que no podíamos odiar porque no sabemos lo que es eso. Además, ese sentimiento negativo al final te hace daño a ti mismo y te impide empezar de nuevo. Partiendo de la idea de que no quieres odiar, con el paso del tiempo lo consigues. Yo lo he conseguido sin ningún género de dudas. Estoy por encima del odio y el fanatismo de ese mundo y eso al final supuso un triunfo y una liberación para mí.

-¿Y qué sentimiento queda cuando se supera el odio?

-De satisfacción personal y, hacia ellos, de casi indiferencia. Sigues marcado de por vida por el dolor, pero al menos no te nubla la vista para diferenciar lo justo de lo injusto, lo legal de lo ilegal.

-¿Cómo está viviendo la situación política actual, con los pasos que está dando la izquierda abertzale?

-Estamos un poco a la expectativa para ver cómo acaba todo esto. Cuando ETA comunicó el alto el fuego sentimos alivio por la gente que vive amenazada, pero me parece dramático que el alto el fuego no venga por un cuestionamiento ético del mundo de ETA, sino que responda a una estrategia muy bien diseñada con el objetivo de volver a la legalidad para estar en las instituciones. Si no se produce una autocrítica con el pasado, el veneno sigue ahí dentro.

-¿Echa en falta que se produzca un rechazo al pasado de ETA?

-Sería lo ideal, pero procuro ser realista y, conociendo como conozco ese mundo y su trayectoria, creo que nunca va a pasar. Rechazar el pasado de ETA sería reconocer que sus treinta años de matanzas no han servido para nada.

-El Parlamento Vasco ha pedido que se escuche a las víctimas ante el posible final de ETA.

-No me gusta hablar de las víctimas como colectivo, porque al final somos personas individuales, con pensamientos y duelos diferentes. Yo hablo por mí y por mi familia, y creo que no podemos obstaculizar los avances que se van dando hacia la paz y que las decisiones políticas corresponden a los partidos. En cualquier caso, no me parece mal que se diga que habría que escuchar a las víctimas. De hecho, me parece triste que sea necesario recordarlo.

-¿Cree en la reconciliación?

-Creo que es un concepto que en Euskadi no viene al caso, porque una reconciliación debe darse entre dos bandos enfrentados, algo que aquí no se ha dado. Lo que hay es una organización terrorista que ha asesinado a personas. A nivel social no veo necesaria una reconciliación, porque la sociedad vasca es bastante madura, aunque una parte de ella demasiadas veces no ha sabido estar cerca de las víctimas del terrorismo.


HOMENAJES

Juan Priede
: El PSE de Gipuzkoa recordará hoy al mediodía en el cementerio de Orio al concejal Juan Priede, asesinado por ETA hace nueve años.

Froilán Elespe
: Los socialistas homenajearán mañana a la misma hora a Froilán Elespe en el cementerio de Lasarte-Oria.

EL DIARIO VASCO, 19/3/2011