«ETA y la izquierda abertzale saben que con el PP habrá claridad»

DIARIO VASCO, 4/9/11

Borja Sémper. Presidente del PP de Gipuzkoa. Asegura que Rajoy lograría el fin de ETA desde el Gobierno «con mano izquierda y con mano derecha»

La posibilidad de que el PP llegue a La Moncloa tras las elecciones generales del 20-N hace que desde Euskadi se miren con interés los pasos que estaría dispuesto a dar Rajoy para cerrar el ciclo de la violencia. Borja Sémper, presidente de los populares guipuzcoanos, afirma que, si ETA decide dejar las armas definitivamente y reconoce el daño causado, «el PP será todo lo hábil que debe ser para construir un futuro entre todos».

«Vamos a ser todo lo hábiles que debemos ser para conseguir el fin definitivo de ETA»
«Los terroristas deberán cumplir con la ley, pero no tememos afrontar ninguna cuestión»
«Hay que hablar claro y no engañar; el PP puede ser previsible, pero con él no hay tonterías»

-Las encuestas dan como vencedor de las elecciones generales al PP. ¿Confía en que esos buenos resultados se trasladen a Euskadi?

-Las encuestas que manejamos nos dan un buen resultado también en Euskadi, pero lo que más me preocupa ahora es el inmenso esfuerzo que habrá que hacer el día después de las elecciones para sacar el país adelante. Espero que sea con Mariano Rajoy al frente del Gobierno.

-¿La llegada de Rajoy a La Moncloa sería buena para Euskadi?

-Cuando ha gobernado el PP en el conjunto de España, en Euskadi ha habido más empleo y ha ido mejor la economía. A todos nos va a ir mejor con un cambio de Gobierno.

-¿Contribuiría también a cerrar el ciclo de la violencia?

-Estoy convencido de que sí, aunque intuyo una estrategia por parte del Partido Socialista y del PNV para hacer ver que, si gana el PP, poco menos que ETA va a volver a matar, lo que es una mentira absoluta. Cuando gobernó el PP se dieron grandes avances en la lucha contra ETA y yo creo que Rajoy va a ser capaz de acabar con el terrorismo utilizando mano izquierda y mano derecha cuando sea necesario.

-¿En qué consistiría esa mano izquierda de la que habla?

-Se va a ser todo lo hábil que se debe ser para conseguir el fin definitivo de ETA. No podemos construir esta sociedad con una banda terrorista en los cuarteles de invierno esperando para volver si las cosas no van por donde ellos quieren. Cuando ETA se disuelva hay que construir el futuro y nosotros estamos dispuestos a construirlo entre todos. Aunque ese futuro debe pasar por el reconocimiento a las víctimas del terrorismo y el reconocimiento del daño causado durante tantas décadas. Y pasará por otra serie de medidas que no estoy en condiciones de adelantar, pero que podrían darse una vez que ETA desaparezca.

-¿Se refiere a cuestiones técnicas para favorecer el abandono de las armas?

-El futuro hay que abordarlo en toda su crudeza, lo que no quiere decir que vaya a ser favorable para aquéllos que han estado pegando tiros hasta antes de ayer. Los terroristas tienen que saber que tendrán que cumplir con la ley y pagar por sus delitos. Aunque hay cuestiones que habrá que resolver, y no tenemos ningún miedo a abordar esos debates ni a tomar decisiones. Siempre y cuando, insisto, ETA desaparezca y reconozca el daño causado. No podemos transmitir a la sociedad que uno solo de sus asesinatos ha tenido justificación alguna. Porque si no, en el futuro, podrá haber alguien en Euskadi que piense que matar, además de ser justificable para defender unas ideas, sale gratis.

-¿Algunos sectores del PP podrían limitar la libertad de movimientos de Rajoy en el final de ETA?

-No pongamos el carro delante de las mulas. Rajoy ha demostrado en los últimos años que no está atenazado ni teledirigido por nadie. No hay ningún medio de comunicación ni ningún grupo de presión que condicione la agenda del PP, que se debe a sus principios y a la sociedad. Vamos a hacer lo que creamos que tenemos que hacer por el bien de España y por el bien de Euskadi.

-¿El PP vasco ha tenido algún acercamiento con la izquierda abertzale en los últimos meses?

-En instituciones como la Diputación de Gipuzkoa o el Ayuntamiento de San Sebastián, por muy descabelladas que nos parezcan las posiciones políticas de quienes las dirigen, estamos obligados a hablar con todos. Yo soy partidario de debatir, de mirar a los ojos al adversario político e intentar convencerle. En este tema me acuerdo de Gregorio Ordóñez. Era un político con unas posiciones clarísimas, pero discutía con los de HB y convencía a los que veían esos debates de que sus posiciones eran mucho más razonables. Ése es el estilo que debe imperar en el PP.

-Más allá de la relación institucional con Bildu, ¿como partido han tenido algún contacto?

-Tenemos un problema muy serio, y es que con el diputado general, por ejemplo, nos separan algunas cosas abismales. Es muy difícil sentarte a hablar con alguien que encuentra justificación a un asesinato en Pasajes o Córdoba pero considera un error otro en Cataluña. Y ojalá no fuera así, porque estoy deseando que ETA desaparezca y que Garitano diga que toda su historia no ha tenido ningún sentido para sentarme a hablar con él y con otros dirigentes de Bildu o de la izquierda abertzale.

-Desde la izquierda abertzale, al menos de momento, no se ha lanzado el mensaje de que un Gobierno del PP pondría el riesgo el final de la violencia.

-El PP siempre ha mantenido una postura clara en la lucha contra ETA y creo que esa previsibilidad puede ser positiva para el final de la violencia. Lo que hay que hacer es hablar claro, no engañar, no sentarse a negociar y al día siguiente pretender ser más duro que nadie. Hay que decir a la gente lo que se puede y lo que no se puede hacer. Creo que ETA y la izquierda aber-tzale son conscientes de que con el PP habrá claridad, aunque no tonterías.

-¿El paso de que ETA deje las armas y renuncie a la violencia sería imprescindible?

-Ya no hace falta un paso, lo que tienen que hacer es dar el salto definitivo. No podemos tolerar que haya una banda terrorista, la última en Europa, que pretenda tutelar la política vasca. Y cualquier dirigente político que pretenda jugar en democracia debería enfrentarse a la pervivencia de una banda terrorista. Lo que pasa es que Bildu ha dejado de sentir la presión de la exigencia democrática, porque no sólo se han podido presentar a las elecciones, sino que además gobiernan. Dieron algunos pasos antes de su legalización, pero tras las elecciones han dado varios pasos hacia atrás que no ayudan en nada a que ETA desaparezca. Porque si ETA no se siente apretada, no tiene necesidad de disolverse.

-Si no lo ha hecho hasta ahora, ¿cree que Bildu pedirá algún día a ETA que se disuelva?

-Soy escéptico, porque los acontecimientos de los últimos meses no apuntan en esa dirección. Y porque intuyo que en el conglomerado de la izquierda abertzale influye más la táctica que un cuestionamiento ético de la violencia. Y ése es un problema que tenemos los vascos como sociedad. Hay un partido que tiene un peso importante, que incluso ha ganado en Gipuzkoa, al que no le importa que ETA siga viva. Que no mate, pero que siga viva.

-¿Comparte las voces que, desde su partido, animan al Estado a promover la ilegalización de Bildu?

-No sería capaz de hacer una valoración jurídica sobre esa posibilidad, pero ciñéndome a una valoración política, Bildu está siendo un retroceso para Euskadi, y especialmente para Gipuzkoa, por dos motivos: primero, por su incapacidad de gestión, y segundo, porque está desandando el camino que habíamos avanzado para acabar con ETA.

-¿Qué piensa cuando escucha que el PP teme el final de ETA porque tendría que resituar su discurso?

-Estoy deseando resituar mi discurso, que no me pregunten más por ETA y poder centrarme en hablar de economía y de gestión. Estoy deseando poder hacer una vida normal y dejar de llevar escolta. El PP está deseando resituarse.

-¿La irrupción de Bildu ha obligado a otras formaciones, como el PNV, a modificar algunas de sus posiciones?

-El PNV afronta un fin de ciclo hegemónico en el nacionalismo y Bildu va a hacerle mucho daño. Me preocupa que un partido de la importancia del PNV juegue ahora a ser más duro que Bildu y fuerce debates como el de la autodeterminación.

-¿Esa reclamación complicaría un posible acuerdo entre el PP y el PNV después de las elecciones?

-El PP y el PNV se tendrán que entender en el futuro, y desde el PP se va a hacer un esfuerzo para que así sea. Aunque esperamos que no se recuperen debates del pasado que sólo buscan dividir a la sociedad.

DIARIO VASCO, 4/9/11