Joseba Arregi, portavoz de Aldaketa, defiende que el cambio en Euskadi ha sido situar la libertad del ciudadano como eje. «Siempre hemos dicho que Euskadi necesitaba un cambio sobre todo de cultura política, y queremos crear una narrativa de ese cambio, no sólo de un cambio de gobierno», declara en esta entrevista.
Joseba Arregi explica que la iniciativa en favor del «cambio político en Euskadi» que su colectivo, Aldaketa, junto a otros catorce, presentó hace unas semanas en San Sebastián no es una defensa del partido, el PSE, que ostenta el Gobierno Vasco actual, sino una defensa del «eje fundamental en el que se debe basar la acción política, la libertad del ciudadano. Y ellos lo han hecho».
– Quieren hacer pedagogía del cambio político. ¿No supone eso posicionarse políticamente? Lo pregunto porque no se consideran cercanos a ningún partido.
– Posicionarse políticamente y no estar cerca de ningún partido no se excluyen mutuamente. Pretendemos ser ciudadanos que acompañan la política con su voz crítica, que unas veces pueden estar más cerca de una cosa o de otra. Siempre hemos dicho que Euskadi necesitaba un cambio sobre todo de cultura política, y queremos crear una narrativa de ese cambio, no sólo de un cambio de gobierno. Si nos colocan o estamos más cerca de un partido que de otro será porque coincide con nuestros planteamientos, pero somos ajenos al partidismo.
– ¿Cómo van a convencer a la sociedad de que es bueno que ese cambio perdure en el tiempo?
– Más que convencer, tratamos de explicar a la ciudadanía en qué consiste el cambio de cultura política. Para nosotros tiene una base fundamental que es la defensa de la libertad. La política tiene que estar siempre dirigida a garantizar la libertad de los ciudadanos. La política ha estado demasiado alejada de la idea de la libertad de los ciudadanos y demasiado orientada a cuestiones identitarias, de sentimiento de pertenencia, lenguas…
– Dentro de los puntos de su manifiesto se hace una apuesta por el pacto interno, por fomentar una ciudadanía crítica y por reconocer el pluralismo, entre otros. ¿Entraría ahí una apuesta por un gobierno de coalición?
– No. Nos hemos cansado ya de decirlo por activa y por pasiva. El pacto interno por el que abogamos es el que constituye políticamente a la sociedad vasca y ese pacto es el Estatuto. No es una coalición de gobierno. Recientemente, Joseba Egibar hablaba de que el primer derecho ciudadano es el de votar la autodeterminación, que es el derecho político. No. Todas las sociedades se constituyen políticamente en base a acuerdos y ese pacto es el Estatuto. Una vez aprobado éste, los gobiernos pueden ser monocolor, bicolores, tricolores, cuatricolores… A partir de ahí, cada persona tiene la condición de ciudadano con sus derechos, libertades y obligaciones. Y eso es lo que hay que impulsar, el concepto de ciudadanía crítica, los ciudadanos pueden estar de acuerdo o no con cualquier partido democrático, sin estar alineados de forma partidaria. Diferenciamos muchísimo lo que es la política democrática del partidismo, y el pacto interno en la fundación de la sociedad de los gobiernos de coalición.
– Y en el plano partidista, ¿vería positivo un gobierno que recoja diferentes sensibilidades?
– Es que las diferentes sensibilidades están en el Estatuto, ya no hay que recogerlas en ningún otro sitio. Lo que hace falta es respetar el Estatuto, respetar el marco de derecho que nos hemos dado a nosotros mismos y punto, y luego que gobierne el que consiga una mayoría parlamentaria. En eso no nos meteríamos prácticamente nunca, siempre que se respete el pacto interno estatutario.
– Como ciudadano crítico, ¿cómo evalúa la acción del actual Gobierno Vasco?
– Valoro el hecho de que el eje de gobierno esté centrado en la consideración de los vascos como ciudadanos por encima de las diferentes identidades y sentimientos de pertenencia. Es un cambio que era necesario. Además, es positivo que sea un gobierno que se atiene a las leyes, algo que no debiera ser extraño, que debiera ser el abecé de cualquier gobierno democrático pero que por desgracia en nuestro caso ha sido necesario recuperar. Luego en la práctica diaria, podría haber elementos a criticar como que no haya ido suficientemente lejos en algunas cosas, o no haber acertado en otras, pero lo básico, el eje sobre el que actúa este gobierno es un elemento que había que recuperar por necesidad.
– ¿Cree que la sociedad vasca ha asumido este cambio?
– Está siendo asumido con bastante naturalidad, pero serán las elecciones próximas las que irán clarificando hasta qué punto el Gobierno se ha asentado o no. Euskadi está funcionando con toda normalidad, que es de lo que se trata.
– ¿Cree que la pérdida de peso institucional del nacionalismo significa que la sociedad es menos nacionalista?
– La pérdida de peso institucional viene por dos vías: por la no posibilidad de participación en las instituciones políticas de la izquierda radical nacionalista, por su incapacidad de condenar la violencia. Y, por otra, porque el nacionalismo no fue capaz de conformar una mayoría en el Parlamento. ¿Eso quiere decir que la sociedad es más o menos nacionalista? Una fecha no marca una divisoria básica y fundamental, se irá dilucidando con el paso del tiempo, cuando se vean los resultados electorales. Se debe ser muy cauteloso con la interpretación de lo que significan las elecciones y las encuestas, la sociedad es mucho más compleja que esa división en dos bandos.
– Su iniciativa se sustenta en la memoria de las víctimas, ¿en qué situación ve ese reconocimiento?
– Las víctimas no han sido asesinadas por casualidad sino por algo, y ese algo tiene dos vertientes, para promover un proyecto político, que busca la autodeterminación y la independencia de Euskadi, y porque eran obstáculos para la consecución de ese proyecto. El mapa de la memoria es una iniciativa muy buena, pero será completo cuando se diga que el proyecto político que llevó al asesinato de más de 800 personas no puede ser legítimo para Euskadi para el futuro.
– ¿Qué lectura hace del documento de la izquierda abertzale?
– Hay dos o tres cosas que me llaman mucho la atención. Una, que ETA, que para algunos es la destinataria, no aparece en el documento, está ausente, como si no existiera, y ETA existe, podemos ver los movimientos que está realizando. En segundo lugar, me llama la atención que se plantee un proceso de diálogo entre los partidos en ausencia de violencia y sin injerencias del Estado. Siguen emperrados en que el Estado deje de estar presente en Euskadi para poder hacer política, cosa que no es posible. Este elemento me parece muy importante. Indica que todavía les queda mucho camino por andar.
– ¿Aprecia un cambio de actitud?
– Sí, hay cosas que sí cambian. Es un documento unilateral, lo que pasa es que esa unilateralidad a todos los demás partidos se les supone en democracia. Pero siguen condicionados por su desaparición del mapa institucional, que les urge, y por otro lado, aseguran que apuestan por vías exclusivamente políticas, pero siempre diciendo que esta situación es fruto de la lucha armada que ha seguido ETA. Es una circunstancia sustentada y sostenida en más de 800 asesinatos.
– ¿Es cauto entonces a la hora de otorgar credibilidad a que ese cambio lleve a la desaparición de ETA?
– ETA desaparecerá cuando quiera. Está comunicando a la sociedad sin cesar que si algún día desaparece será porque quiere desaparecer y no porque algún otro haya decidido que tiene que desaparecer. No es que sea cauto sobre lo que puede aportar el documento a la desaparición de ETA, soy cauto por los documentos que ella misma publica. Respecto a la posibilidad que la reflexión signifique que la izquierda radical va a cortar amarras con ETA, creo que tiene que hacerlo, pero no sólo diciendo que apuesta exclusivamente por vías políticas pero pidiendo que exista una no injerencia del Estado. Tiene que cortar amarras con los 800 asesinatos perpetrados por la organización terrorista. Si no, no es creíble y yo les veo todavía bastante lejos de eso.
– ¿Cree que podrán presentarse a las próximas elecciones?
– Queda mucho camino que andar para poder presentarse.
EL DIARIO VASCO, 15/3/2010