«Lasarte tendría que pedir perdón a mi hermano, pero está muerto»

EL CORREO, 24/6/12

Consuelo Ordóñez se entrevista con el preso disidente de ETA, que participó en el asesinato del concejal del PP, para pedirle que colabore con la Justicia

«Ni olvido ni perdono». Consuelo Ordóñez tiene grabadas estas palabras desde que en 1995 ETA acabara con la vida de su hermano, el concejal del PP Gregorio Ordóñez. Fue el primer político asesinado por la banda como parte de su estrategia de «socializar el sufrimiento». Ayer se reafirmó en esa tesis. Y lo hizo apenas un día después de entrevistarse en la cárcel alavesa de Zaballa con el preso disidente de ETA Valentín Lasarte, uno de los terroristas que participó en el atentado.

«Lo primero que me dijo fue que lo sentía, y probablemente esté arrepentido»

«El Estado debe activar todos los mecanismos para resolver los crímenes y dejar de enredarnos con perdones»

«Ha sido una situación muy dura, un sufrimiento añadido», describió Consuelo. La hermana de Gregorio Ordóñez prefirió no revelar cuáles fueron sus sentimientos durante el encuentro por pertenecer a su esfera privada. Reconoció que la reunión se desarrolló, durante casi dos horas, en un clima de «respeto por ambas partes», en presencia en todo momento de un funcionario de prisiones, y que fue el propio Lasarte el que rompió el hielo con un «lo siento».

«Probablemente, estaba arrepentido», valoró Consuelo. La Audiencia Nacional dictaminó hace un año que fue el exetarra el que informó de la presencia del dirigente popular en un restaurante de San Sebastián a los otros dos miembros del comando, Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, y Juan Ramón Carasatorre Aldaz, ‘Zapata’. Uno de estos dos últimos habría disparado.

Consuelo tiene claro que ella no es la que «tiene que perdonar», y así se lo transmitió a Lasarte. «Le dije que a mí no me tenía que pedir perdón. Por la naturaleza del delito, que acabó en asesinato, yo no puedo perdonar. Al que se lo tiene que pedir es a Gregorio, pero él está muerto», expresó.

– ¿Qué le comentó sobre su participación en el atentado contra su hermano?

– Me dijo que a él no le parecía bien, pero qué me va a decir a mí… Aún así, lo mataron.

Ordóñez acudió a la prisión de Zaballa con un objetivo concreto: pedir a Valentín Lasarte que colabore con las autoridades y la Justicia. De los 858 asesinatos cometidos por ETA más de 300 permanecen aún sin resolver. «Las víctimas podremos discrepar sobre si queremos o no el perdón de los asesinos de nuestros familiares, pero en lo que todas estamos de acuerdo es en requerir la citada colaboración. Nada consuela más que conocer la verdad y que los autores cumplan sus condenas», insistió. La solicitud de la hermana de Gregorio Ordóñez no obtuvo la respuesta esperada. El preso disidente de la banda se remitió en todo momento a la declaración «exhaustiva» que realizó en 1996 ante el entonces juez Garzón, en la que, según le reiteró a Consuelo, «está toda la verdad de todos los atentados en los que ha colaborado -fue condenado por siete asesinatos- y los nombres de quienes estuvieron con él». «¿Por qué entonces cuando te preguntan en el tribunal dices que no te acuerdas de nada?», le preguntó Ordóñez. Lasarte se negó a identificar a ‘Zapata’ como coautor de distintos atentados, lo que motivó su absolución por falta de pruebas, así como a relacionar a ‘Txapote’ con el asesinato del inspector jefe de la Policía Nacional Enrique Nieto. Ayer, volvió a dar la callada por respuesta.

Consuelo interpretó la «amnesia temporal» de Lasarte como «miedo», pero no cejó en su empeño. Según reveló ayer, acudió a la prisión de Zaballa -accedió a la misma en una furgoneta con los cristales tintados- con una lista en la que figuraban 14 asesinatos sin resolver cometidos en Gipuzkoa durante la etapa en la que Lasarte militó en ETA. El silencio volvió a ser la respuesta. «¿Alguien puede creerse que en una organización estructurada como es ETA solo el autor del atentado tiene conocimiento del mismo?», lamentó la hermana de Gregorio Ordóñez.

«No se juzgan conciencias»

El encuentro se enmarca dentro de los contactos previstos en el plan de reinserción puesto en marcha por el Ministerio del Interior. La semana pasada fueron Roberto Manrique, herido en el atentado de Hipercor, y Rafael Caride Simón, miembro del comando que perpetró la masacre hace veinticinco años, quienes mantuvieron un cara a cara en Zaballa, el primero desde la llegada del PP a La Moncloa. Consuelo, que compareció en un hotel de Vitoria arropada por los miembros del Colectivo de Víctimas del Terrorismo de Euskadi (Covite) Antonio Recio y Javier Urkizu, aprovechó su intervención y la experiencia de la entrevista con Lasarte para arremeter con dureza contra el plan del Gobierno central, que no es, advirtió, «sino una flexibilización del anterior». Es decir, del abanderado por el Ejecutivo de Zapatero.

«Una de las conclusiones a las que he llegado es que los cerebros que inventaron la ‘vía Nanclares’ y el plan de reinserción no son víctimas y no nos han escuchado», espetó. Ordóñez se mostró desconcertada al conocer, de boca del preso disidente de ETA, que «la Administración nunca le haya requerido que colabore con la Justicia». «Que haya tenido que ser yo… No lo entiendo», reprochó. Consuelo consideró «necesario que el Estado active todos los mecanismos posibles para aclarar los crímenes sin revolver» y deje de «enredarnos con perdones». «No se juzga la conciencia, sino los atentados», añadió.

La hermana de Gregorio Ordóñez también se refirió, a preguntas de los periodistas, a la carta hecha pública, entre otros, por algunos de los impulsores desde el Gobierno vasco de las dos primeras fases de encuentros entre víctimas y presos -Txema Urquijo, Jaime Arrese, Maixabel Lasa-, en la que advirtieron de que «nada bueno» podía salir del cara a cara entre Consuelo y Lasarte. «Por sus palabras les conoceréis. Yo lo que pido es que se cambie el nombre de la Oficina de Desatención, perdón, Atención a Víctimas del Terrorismo por el de Atención a Victimarios», replicó.

«Yo me entrevisté ayer con Valentín Lasarte, uno de los asesinos de mi hermano, para pedirle que colabore con las autoridades en la identificación de los responsables de los delitos terroristas y con ello, en la resolución de los crímenes sin resolver; los responsables políticos no sé dónde fueron», apostilló.

EL CORREO, 24/6/12