«Queremos abrir en el Congreso el melón de la independencia»

DIARIO VASCO, 14/11/11

«Quisiera llevar la voz de este pueblo a Madrid y que Amaiur sea un altavoz ante el nuevo escenario político»

Maite Aristegi (Bergara, 1964) jamás pensó que un día estaría inmersa en una campaña electoral, y menos aún como cabeza de lista al Congreso. Una de sus dos hijas le dijo: «Estás loca por meterte en este berenjenal». Pero esta mujer de sonrisa perenne se muestra optimista ante el nuevo reto, aunque asegura que ser diputada -las encuestas le dan su escaño-, supondrá «algo de paso». Aunque sea licenciada en Derecho, se considera una «baserritarra» y ve su futuro en su caserío de Bergara y en el agroturismo que regenta junto a su familia.

LAS CINCO PROMESAS DE LA CANDIDATA
Derechos. «Amaiur va a ser el altavoz de Euskal Herria en el Congreso y el Senado reivindicando el reconocimiento de sus derechos nacionales».
Conflicto político. «Acudiremos a Madrid con la fuerza de la sociedad vasca para decirle que debe implicarse en un proceso de diálogo y negociación».
Gestión política. «Trabajaremos por el respeto a la voluntad democrática de la ciudadanía de los cuatro territorios de Hego Euskal Herria».
Materia social. «Buscaremos la igualdad efectiva y real de todas las personas; defenderemos los derechos culturales y lingüísticos, y el medio ambiente».
Empleo. «Exigiremos un marco vasco de relaciones laborales y protección social para disponer de políticas de empleo y protección social soberanas».

¿Cómo le llegó la propuesta de ser cabeza de lista de Amaiur al Congreso por Gipuzkoa ?

-Me lo ofrecieron miembros de la coalición ante este momento de ilusión, tal vez porque yo siempre he estado vinculada con el sindicalismo (fui secretaria general de EHNE) y la defensa de los derechos civiles y políticos. Soy miembro del Foro de Debate Nacional, portavoz de la red Independentistak y antes de la plataforma de apoyo a los encausados por el sumario 18/98 de la Audiencia Nacional contra miembros de la izquierda abertzale acusados de colaboración o pertenencia a banda armada en distintos procesos.

-¿Cómo se está desarrollando en su opinión la campaña electoral?

-De una manera frenética. Estamos intentado llevar nuestro mensaje al mayor número de gente posible y procuramos vadear tantos cuchillos que hay por ahí.

-¿Cree que está siendo una campaña con muchos ataques entre los diferentes candidatos?

-Creo que a veces se utiliza poca ética para atacar a las personas y se hacen muchas promesas falsas. Parece que algunos toman a la ciudadanía por tonta. Hay partidos que hacen promesas cuando antes han hecho todo lo contrario.

-¿Y usted no lo va hacer?

-En Amaiur tenemos claro que hemos puesto unas líneas de trabajo muy definidas y vamos a defenderlas. Lo que no hemos prometido tal vez no lo hagamos, pero lo que hemos prometido lo haremos hasta quemarnos las cejas.

-¿Qué le pareció el mitin del sábado en el velódromo de Anoeta?

-El recinto vibró con tanta gente. Para mí fue muy emocionante el volver a ese lugar.

-¿Qué opina de las encuestas?

– No me ofrecen mucha credibilidad. La mejor encuesta es el resultado de las elecciones.

-¿Teme cómo será recibida en el Congreso al ser usted representante de la izquierda abertzale tras años de ausencia de esta sensibilidad política en la Cámara baja?

-Primero, no voy en representación solo de la izquierda abertzale, ya que en Amaiur están también EA, Aralar y Alternatiba. Ésa es su fuerza y pedigrí. Esperamos que el resto de parlamentarios nos reciban con respeto por lo menos, que es lo que nosotros ofrecemos también.

-¿En qué se concretará la presencia de Amaiur en las Cortes?

-Nosotros no vamos a Madrid para fortalecer esas instituciones que vienen vulnerando nuestros derechos. Ésta es una estación de paso, aunque tenderemos una participación lo más eficaz y válida posible. Pero nuestra referencia es Euskal Herria. Queremos trabajar aquí, para los de aquí y con los recursos de aquí. Ése es nuestro objetivo.

-¿Qué espera aportar a la política vasca y a los ciudadanos guipuzcoanos si es diputada?

-Quisiera hacer mi aportación en la defensa de los derechos, tanto individuales como colectivos, de todas las personas que nos voten y también de todos los guipuzcoanos. Quisiera llevar la voz de este pueblo a Madrid, que Amaiur sea un altavoz, que se aproveche este nuevo escenario político y dar pasos firmes hacia la normalización y una paz justa. Y todo ello en base a principios escrupulosamente democráticos y con propuestas para resolver el conflicto, que serán el reconocimiento de Euskal Herria como nación, algo que hasta ahora se nos ha negado, y luego la defensa de nuestra soberanía, que pasa por dar la palabra a la ciudadanía vasca y que sea respetada. Es decir, que tengamos la capacidad de decidir qué tipo de relación queremos con Madrid y que allí todos los proyectos puedan ser defendidos, incluida la independencia.

-¿Va a pedir la independencia desde el hemiciclo?

-Es una de las opciones que está ahí. Nosotros queremos que se abra en el Congreso el melón de la independencia y que exista una confrontación democrática con el Estado. Hemos venido escuchando durante muchos años que no se podía hablar de la independencia por la violencia de ETA, pero ya no tenemos esta excusa. Confío, además, en que la violencia que todavía sigue llegando por parte del Estado vaya apagándose. Hay un escenario abierto y también unos garantes internacionales que supervisan cómo se van a hacer aquí los trabajos. Además, la sociedad vasca ha llegado a una madurez y hay una mayoría social muy importante que apuesta por el derecho a decidir.

-¿La soberanía sería una de sus principales reivindicaciones?

-Sí. Creo que es también como una cuestión de supervivencia, ya que mirando en términos económicos ahora mismo las principales herramientas están en Madrid y no podemos gestionar nuestros recursos para decidir qué tipo de país queremos hacer, y desde luego para dar un vuelco al modelo socio-económico que nos ha traído hasta la crisis económica. No la han generado los trabajadores, pero la venimos pagando el pueblo llano. También por la supervivencia cultura, en relación con el euskera, y el medio ambiente.

«El Estatuto está superado»

-¿Considera insuficiente el Estatuto de Autonomía de Gernika?

-Sí, totalmente. Está muerto y enterrado hace tiempo. Ha supuesto un cauce muy estrecho y está superado. Nosotros queremos la soberanía total. Hay que ir hacia un nuevo estatus jurídico y político.

-Ésa es una propuesta lanzada también por el PNV, ¿Irá Amaiur de la mano del grupo jeltzale en el Congreso para demandarlo?

-Nosotros ya tendimos la mano al PNV para ir juntos a las elecciones generales, pero no la aceptó, y en la campaña está nervioso y no hace más que atacarnos. Sin embargo, en el Congreso tendremos que hablar con ellos sobre este tema. Pero nosotros no vamos a esperar hasta 2015 para conseguirlo, como dicen los jeltzales. No hay tiempo que perder. El PNV ya sabe cuál es nuestro camino, y hasta ahora ellos han llevado una política de mercadeo y componendas en Madrid. Esperamos que tengan altura de miras para realmente hacerse cargo del momento que vivimos y unir fuerzas a favor del derecho a decidir, porque es lo que creemos que está pidiendo este país.

-¿También prevé alianzas con otros grupos parlamentarios nacionalistas como CiU, ERC o BNG?

-Claro. Insisto en que nuestro reto será ir acumulando fuerzas, primero entre los vascos pero también en el Parlamento. Impulsaremos alianzas con otras naciones sin Estado.

-¿Qué espera del próximo presidente del Gobierno sobre la pacificación y normalización?

-En primer lugar, no sé cuánta diferencia hay entre Rubalcaba y Rajoy. Los dos hacen una piña tanto en el tema del conflicto como en el de la crisis económica, y no sé quién es peor, si el original o la copia. Durante la campaña estamos realizado varios emplazamientos al PSOE y el PP para que digan cuál es la propuesta que ponen sobre la mesa. Parece que el PP dirigirá la riendas a partir del 20-N. El nuevo Ejecutivo tendrá que sentarse a hablar sobre las consecuencias directas del conflicto. Deberá cambiarse inmediatamente la política penitenciaria, ya que ha sido utilizada como elemento confrontador y de venganza, y se deberán legalizar todas las opciones políticas, aunque gracias al trabajo de los vascos por los derechos políticos y civiles hemos tenido estas elecciones sin impugnaciones, tras una década que no ha sido posible.

-¿Sobre qué temas deberían hablar el Gobierno y ETA?

– Solo de armas y presos, y del tema de la superación del conflicto todos los agentes políticos. En su última entrevista, ETA ha dado otro paso y ha demostrado que deja en manos de la ciudadanía y de los partidos la resolución del conflicto, que no lo entorperecerá ni tutelará. Nosotros proponemos las bases que se recogen tanto en el Acuerdo de Gernika como en la conferencia de paz de Aiete: diálogo, consenso y democracia real, que es dar la palabra a la ciudadanía. También deberá hablarse de cuestiones como el relato final y el reconocimiento y reparación a todas las víctimas, tanto las de ETA como las de motivación política y abusos policiales. Hay muchas cosas de las que hablar y siempre con la vista puesta en que no se repitan más dolores. Ahora hay un nuevo escenario y hay que aprovecharlo.

MUY PERSONAL

-¿A qué tiene que renunciar por ir a Madrid?

-Sobre todo a mi familia y al caserío y el agroturismo.

-¿Cómo se desplazará y vivirá?

-Todavía no he pensado nada.

-¿Cómo será su vida cotidiana?

-Mi idea es trabajar a tope.

-¿Cuándo le dicen Congreso qué le viene a la cabeza?

-Sobre todo negación de los derechos de Euskal Herria, y visualmente un gallinero.

-¿Qué consejos le han dado para su trabajo en el Congreso?

-Todavía ninguno.

-¿Con quién no le gustaría encontrarse en los pasillos? ¿Y con quién se tomaría un café?

-Con el que no se pueda hablar o no me respeta. Sobre lo otro, con todo el mundo.

-¿Sabe cuál será su sueldo?

-No, ni idea.

-¿Va a variar su look?

-No. Soy como soy.

-¿Qué reto le queda en su carrera política?

-No me marco nada.

¿Tiene pensado algún plan de ocio en Madrid?

-No, para nada. Yo voy a ir a trabajar, aunque algún día tal vez salga de noche a un teatro. No lo sé.

DIARIO VASCO, 14/11/11