El Govern ha invertido más de 120.000 euros en promocionar la conferencia para defender el referéndum por la independencia de Cataluña que esta tarde protagonizará en el Parlamento Europeo el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
La campaña ha incluido la inserción en los principales diarios europeos de anuncios sobre una cita que organizan los eurodiputados soberanistas de ERC y la antigua Convergència, y a la que también acuden como ponentes el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y su responsable de Exteriores, Raül Romeva.
Los anuncios sobre la conferencia salieron ayer publicados en rotativos como Il Corriere della Sera (Italia) o Le Monde (Francia). El propio Govern se encargó de difundir los anuncios en prensa a través de su cuenta oficial de Twitter.
El resultado de la campaña, que según denunció Ciudadanos supera los 127.000 euros, es una incógnita. Hasta el momento se desconoce cuántas personas acudirán a la conferencia. El Govern, en todo caso, no ha podido ofrecer aún una cifra o nombres concretos de autoridades. Ayer, su portavoz, Neus Munté, se limitó a vaticinar que los discursos de los tres respresentantes catalanes generarán «un gran interés» en Bruselas.
No ayudará a la asistencia el hecho de que el nuevo presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, celebre la recepción anual con todos los cuerpos diplomáticos ante las instituciones europeas a la misma hora, aproximadamente, en la que se prevé que Puigdemont inicie su conferencia. El eurodiputado del PDeCAT, Ramon Tremosa, atribuyó ayer al PP y al Gobierno la convocatoria de Tajani para contraprogramar a los soberanistas. El portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, fue el encargado de desmentirle con rotundidad, recordándole que el acto del cuerpo diplomático se convocó en diciembre y acusando al diputado soberanista de «manipular la realidad».
Mientras, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, que coincidió ayer en Barcelona con Puigdemont en una cumbre de la Unión por el Mediterráneo, sostuvo que es «perfectamente legítimo» y dentro de «la libertad de expresión» que el president defienda sus principios. Remarcó, no obstante, que el referéndum se encuentra fuera de las leyes españolas.