LRA recapitula

Santiago González, santiagonzalez.wordpress.com, 11/12/11

Hoy, el diario El País publica lo que en las enciclopedias de los niños de antaño se llamaba ‘una recapitulación’. ‘A modo de recordatorio’, titula hoy LRA una pieza que contiene graves errores, tanto por las incoherencias internas del relato, como por su desajuste con los hechos. Vayamos al asunto:

ANÁLISIS

A modo de recordatorio

LUIS R. AIZPEOLEA 11/12/2011

Entre 2000 y 2003, ETA protagonizó una ofensiva terrorista que costó la vida a 46 personas (políticos, concejales, periodistas, policías…). En ese clima de terror, Jesús Eguiguren, presidente del PSE, y Arnaldo Otegi, líder de Batasuna, se pusieron en contacto a través de Paco Egea, exconsejero socialista del Gobierno vasco PNV-PSE (1995-98), en el que también participó Rosa Díez. Eguiguren y Otegi, desde posiciones antagónicas, querían contribuir a acabar con aquella sangría y se fijaron como modelo el proceso de paz irlandés, entonces en boga.

[Un momento. El relato parece situar a dos humanistas con discrepancias ideológicas, religiosas, pero unidos en el horror a aquella sangría, decidieron poner manos a la obra para acabar con la violencia. No era así: unos pertenecían al bando de las víctimas y otros eran los cómplices políticos de los asesinos.

El pasado 4 de diciembre, LRA firmaba en El País una generosa prepublicación del libro que el mencionado periodista había escrito con Jesús Eguiguren unos años antes y cuya publicación había sido vetada por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. En ella se dice que tales conversaciones empezaron «a principios de 2000». En febrero de 2000, ETA asesinó a Fernando Buesa. Arnaldo Otegi no expresó ningún sentimiento de pesar a los parlamentarios socialistas.]

A lo largo de estos años, LRA ha publicado en reiteradas ocasiones que el comienzo de las conversaciones  entre Eguiguren y Otegi se había producido en 2002. Así lo contaba en 2007:

“Ese trabajo empezó en 2002, cuando José María Aznar estaba en La Moncloa. ETA mantenía aún su campaña de atentados, reiniciada en enero de 2000, tras la ruptura de la tregua de 1998.”

Comprueben que en fecha tan reciente como el 3 de abril de 2011 seguía manteniendo la misma versión:

“Aquellas reuniones fueron precedidas de un trabajo informal -actuaban a título personal- de Eguiguren y Otegi, iniciado en 2002, en el que coincidieron en la necesidad de acabar con la violencia mediante el diálogo.”

Estaban en esas conversaciones cuando Aznar y Zapatero, que las desconocía, firmaron el Pacto Antiterrorista [8 de diciembre de 2000] y las Cortes aprobaron la Ley de Partidos[27 de junio de 2002].

Eguiguren y Otegi diseñaron un proceso de final dialogado de ETA, tras analizar los fracasos precedentes de Argel y de Lizarra. Para evitar que se repitieran, idearon la constitución de dos mesas de diálogo para separar los temas políticos, competencia de los partidos, de los relacionados con presos y desarme, correspondientes a Gobierno y ETA. La fórmula se inspiraba en el Pacto de Ajuria Enea, firmado por todos los partidos vascos en 1988. [Es curioso que LRA afirme la legitimidad del diálogo en el Pacto de Ajuria Enea (lo hará una vez más) y no en el Pacto Antiterrorista firmado por Zapatero con el presidente del Gobierno y traicionado, subrayo, traicionado por Jesús Eguiguren y el propio Zapatero.]

Su pretensión era que el plan lo gestionara el Gobierno elegido en las elecciones de 2004. Para ellos fue una sorpresa que ganara Zapatero, quien, una vez conocido el plan de Eguiguren, [En el año 2000 se produce la mayoría absoluta de Aznar frente a Almunia. Efectivamente, era muy difícil suponer que en 2004 ganaría el PSOE, pero si pensaban pactarlo con un  Gobierno del PP después de haber ignorado el Pacto Antiterrorista] le dio cobertura política con la aprobación de una declaración parlamentaria acordada por todos los partidos, menos el PP, en mayo de 2005 y basada en el Pacto de Ajuria Enea. La declaración autorizaba el diálogo con ETA si la banda anunciaba una tregua. Igual que hicieron los Gobiernos de González y Aznar. [Esto es, sencillamente, mentira, perdonen que use una palabra gruesa. Vean el titular que encabeza este comentario. El 14 de mayo de 2005 todos los diarios nacionales titulaban así, con aporía. Si ETA dejaba las armas, ¿qué necesidad había de negociar con ella? Pero el PSOE no se refería a una tregua. Vean en qué términos se expresaba el portavoz de los socialistas en el Congreso el 17 de mayo en el debate en el que se aprobó la iniciativa, según el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados:

Se han hecho interpretaciones absolutamente simplificadoras e intolerables de la posición del Partido Socialista. ¿Qué es eso de que el Partido Socialista propone el diálogo con ETA? ¿Qué disparate es ese? (Aplausos.) Lo que se hace es decir a ETA lo que siempre le hemos dicho: solo habrá diálogo si deja de matar, si abandona definitivamente la violencia. Eso es lo que se dice en esta propuesta de resolución y nada más que eso.

Tampoco tiene que ver el diálogo resultante con el Pacto de Ajuria Enea. Recordemos el punto 10º que se incorporó tal cual al texto aprobado el 17 de mayo:

10. Si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad de poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción, (la clara voluntad, las inequívocas actitudes no estaban por ninguna parte) apoyamos procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia, respetando en todo momento el principio democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular (se entiende que en el lugar idóneo para ello que es el Parlamento).

¿Comprendes, querido Luis? Ni el Pacto de Ajuria Enea en su famoso punto 10º, ni el PSOE se referían a una tregua.] El siguiente paso fue la apertura de un diálogo informal con ETA para alcanzar la tregua. El Ejecutivo decidió que Eguiguren fuera el interlocutor, pero sin representación formal. [¿Representación formal en diálogo con terroristas?]Logró la tregua tras largas conversaciones con el dirigente de ETA Josu Urrutikoetxea (Josu Ternera) en Ginebra y Oslo. Pactaron, con la tregua, una declaración del Gobierno de apertura del proceso -inspirada en la de Downing Street, del proceso irlandés- y una hoja de ruta, centrada en el diálogo de paz por presos sin compromisos políticos concretos. [Para completar la información véase comentario anterior. ¿Cómo que no había compromisos políticos, si se llegó a pactar con ETA una declaración institucional del presidente del Gobierno]. Esos los adquirirían los partidos posteriormente.

ETA declaró la tregua en marzo de 2006 cuando llevaba tres años sin matar. Más tarde se ha sabido, por sus textos, que no tenía unanimidad y que Thierry reprochó a Urrutikoetxea no haber comprometido políticamente al Gobierno. [¿Dónde está ese reproche de Thierry? No existe.] De hecho, tras la declaración de Zapatero de junio de 2006, con la que formalizó el proceso, la delegación de ETA se negó a abrir la negociación de paz por presos prevista en la hoja de ruta pactada por Eguiguren y Urrutikoetxea. Quería compromisos políticos.

Hasta entonces, los pasos del Gobierno se ajustaron a la declaración parlamentaria de mayo de 2005. Pero en su pretensión de salvar el proceso, con las reservas de Alfredo Pérez Rubalcaba, se saltó la hoja de ruta tolerando la formación de una mesa de partidos antes de lograr el compromiso de final de la violencia. Fue el error más serio que cometió en el proceso y, además, no lo salvó, porque ETA no aceptó el preacuerdo político alcanzado por PNV, PSE y Batasuna al basarse en la Constitución.

Pero ETA cometió otro aún mayor. Para forzar la situación, atentó en Barajas el 30 de diciembre de 2006 y mató a dos inmigrantes ecuatorianos. [Cometieron dos errores, como en la película de Clint Eastwood. El de Eguiguren, cambiar el orden del programa. El de ETA, asesinar a dos ecuatorianos]. No sirvió para nada el intento, a la desesperada, de salvar el proceso, auspiciado por el entonces primer ministro británico, Tony Blair, y en junio de 2007 ETA rompió la tregua. [¿Que le pidan cuentas a Blair, que fue el instigador?]

A partir de entonces, sobre ETA ya no solo cayó en tromba la acción policial, judicial y social. También la de la izquierda abertzale, que al comprobar que gente como Thierry se llevaba por delante su movimiento político inició la batalla por ganar la hegemonía a ETA.

Sin la actuación del Estado de derecho no hubiera habido cese definitivo de ETA el 20 de octubre. Pero tampoco sin el enfrentamiento de la izquierda abertzale contra ETA, que propició el proceso de 2006. Conviene recordar que solo entre 2000 y 2003, ETA mató 46 personas. Y que desde 2003 hasta hoy, 11. [Son 12]. Los últimos, en julio de 2009. [El último, el 16 de marzo de 2010, el gendarme Jean Serge Nérin.] Conviene recordarlo ante quienes se llenan la boca con acusaciones de “traición” contra quienes de buena fe y con errores contribuyeron a que el 20 de octubre ETA declarara el cese definitivo del terror.[Ah, el poder redentor de las buenas intenciones].

Santiago González, santiagonzalez.wordpress.com, 11/12/11