“We’re ready to see the world for what it really is”
El gobierno de España ha despilfarrado el mayor estímulo fiscal y monetario de nuestra historia reciente para dejar la peor recuperación de la OCDE, más inflación, más impuestos y el mayor déficit estructural de la Unión Europea.
España no crece. Se endeuda
Según la última estimación de la AIReF, España recuperaría unos 61.000 millones de euros de PIB en 2021 después de aumentar la deuda pública masivamente, en más de 82.000 millones de euros solo en 2021, y con el BCE comprando 212.000 millones de euros de deuda española desde 2020.
El gobierno de Sánchez ha endeudado a España más de 262.000 millones de euros en tres años para una caída del PIB de más de 50.000 millones.
Es importante poner el pobre rebote de 2021 en el contexto del enorme uso de estímulos porque el año que viene no contaremos con el triple impulso fiscal, monetario y de reapertura.
Los presupuestos aprobados esta semana muestran otra preocupante realidad. España cerrará 2023 con el mayor déficit estructural de la Unión Europea, más de 55.000 millones de euros anuales. Con ingresos fiscales récord expoliando a familias y empresas, el déficit seguirá por encima de los 80.000 millones en 2021 porque se han consolidado gastos corrientes y se ha disparado el gasto político con la excusa de la pandemia.
El Banco de España ya ha alertado de que el país crecerá en 2024 por debajo de la tendencia de 2019 pese a la inyección de fondos europeos, lo cual nos lleva a un estancamiento secular si se mantienen las políticas equivocadas.
Se ha escondido todo bajo el comodín de la pandemia, pero la realidad es que vamos perdiendo peso en la Unión Europea.
España no crea empleo, esconde paro.
Los datos de empleo de noviembre de 2021 muestran que aún quedan 4.992.251 demandantes de empleo de los que solo 1.285.559 están “ocupados”. A los 3,2 millones de parados oficiales hay que añadir las personas que aún permanecen en ERTE (125.000) y autónomos en cese de actividad (134.000), los parados en cursos de formación y demandantes de empleo no registrados como parados (229.000). Lo más preocupante es que se han inflado las cifras de ocupación aumentando en 211.000 los empleos públicos. De los nuevos afiliados efectivos (excluyendo ERTE y autónomos en cese de actividad) el 78% son del sector público (febrero 20-noviembre 21).
El Banco de España ya ha alertado de que el país crecerá en 2024
La inflación devora la renta disponible de las familias.
La inflación se ha desbocado a un 6,7% anual en diciembre. La más alta de la Eurozona, muy por encima de Italia, Francia, Portugal o Grecia, según JP Morgan. Las familias han perdido más de 11.000 millones de euros de poder adquisitivo por el aumento de la inflación.
El gobierno de Sánchez se ha negado a ajustar los impuestos monetarios a la inflación, generando una subida encubierta adicional de impuestos a todos. Tenemos menos renta disponible real, pero pagamos más. Luego se vanaglorian de haber conseguido ingresos fiscales récord.
La inflación no es una casualidad. Es una política. Los gobiernos y el banco central han hecho todo lo posible por disparar la inflación y al final lo han conseguido. El mayor beneficiado por la inflación es el gobierno. Recauda más impuestos indirectos y monetarios y “devalúa” su endeudamiento ligeramente. Por eso el gobierno no hace nada por limitar la inflación de los precios que gestiona. Las tarifas reguladas se han disparado y el gobierno no ha reducido los impuestos, sino que los ha subido (bases mínimas de cotización, indirectos, etc)… Y se pone la medalla de recaudación récord.
Ahogar a las familias y empresas no es una política social.
El despilfarro de los fondos europeos nos costará mucho a todos
Ya ni siquiera es una duda. El gobierno tiene toda la intención de malgastar los fondos europeos en gasto corriente y sin rentabilidad económica real, repartiendo el dinero de manera política y sin efecto multiplicador real.
El problema no es solo el despilfarro, sino que lo vamos a pagar en mayores impuestos. 70.000 millones de euros se repartirán entre socios y leales al gobierno y tendrán que compensarse con 70.000 millones de euros en impuestos a todos nosotros.
Los fondos europeos van camino de ser la mayor transferencia de riqueza de familias y empresas al gobierno y sus socios.
El gobierno sigue aumentando la carga impositiva a empresas y familias, pero ni consigue la estabilidad presupuestaria ni un efecto multiplicador en crecimiento. La inmensa mayoría de los fondos europeos van a gasto sin efecto real en crecimiento potencial.
Ninguna economía ha conseguido la estabilidad presupuestaria aumentando gastos e impuestos, y España no va a ser diferente.
¿Crecimiento robusto en 2022?
2021 no ha llegado a ser ni siquiera un rebote serio a pesar de contar con el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia reciente. Y el riesgo es que 2022 sea el año de la “resaca” al no contar con el efecto de viento de cola de los bajos tipos, la alta liquidez y el déficit descontrolado con la Unión Europea mirando hacia otro lado.
España pierde peso en Europa y 16 socios de la Unión Europea nos adelantan ya en renta per cápita. Eslovenia, Chipre, Lituania o Estonia igualan o superan a España.
El gran problema para 2022 es que se ha agotado el efecto base y el maquillaje estadístico y va a ser muy complicado.
El próximo gobierno se va a encontrar con un problema fiscal y de pérdida de competitividad muy peligroso, y tendrá que acudir a la Unión Europea recordando que desde la Comisión Europea y el BCE se ha blanqueado una política muy dañina para el futuro de los españoles y que no pueden exigirnos enormes esfuerzos y recortes después de haber mirado hacia otro lado con unos presupuestos invalidados y que consolidan gastos innecesarios multiplicados.