Cristian Campos-El Español

  • Marruecos, la vacunación, el CGPJ, Cataluña, los indultos, Madrid, Ayuso… la historia parece haberse acelerado durante los últimos 8 meses en España.

1.Que Madrid debe compensar al resto de las comunidades (especialmente a las socialistas) por las supuestas ventajas que comporta el efecto capitalidad, aunque la comunidad madrileña contribuye con el 70% de los fondos de la caja común que paga los servicios sociales del resto de comunidades. Y entre ellas la valenciana.  

2. Que en España sale a cuenta reventarte el dinero de tus ciudadanos en delirios étnico-folclorico-lingüísticos-xenófobos porque siempre habrá un madrileño al que cargarle el mochuelo. Y eso aunque estés poniendo en riesgo la misma seguridad nacional. 

3. Que en España, la Covid-19 ha mutado en 17 cepas distintas que exigen 17 estrategias sanitarias diferentes fiscalizadas por 17 órganos judiciales dispares con 17 criterios jurídicos contradictorios entre sí. 

4. Que esas pocas instituciones por las que España es admirada internacionalmente y que han garantizado la igualdad de todos los españoles deben ser desmanteladas para que los nacionalistas puedan imponer requisitos estrictamente xenófobos que expulsen de su región a cuantos más ciudadanos castellanohablantes mejor. Ejemplo: el MIR.  

5. Que la vieja España de las autonomías, con unas pocas autonomías de primera y otras muchas de segunda, debe dejar paso a la nueva España multinivel, con unas pocas autonomías de primer nivel (las mismas que antes) y otras muchas de segundo nivel (también las mismas). No parpadee o se perderá usted tamaño evento transformador. 

6. Que en España la voluntad de diálogo se demuestra insultando a aquel con el que quieres dialogar y acariciándole el lomo a aquel que no quiere dialogar contigo, sino sablearte y, de paso, acabar con la democracia. 

7. Que los ciudadanos españoles sólo tienen dos opciones: apocalipsis socialista o apocalipsis conservador

8. Que una parte de nuestra clase política vive mentalmente en la prehistoria

9. Que en España, los golpes de Estado los pagan por partida doble los ciudadanos. Primero, como víctimas del golpe en sí. Luego, como paganos de las multas impuestas a los golpistas. 

10. Que hay dictaduras y dictaduras. Las segundas son aceptables porque el dictador que te condena a una muerte en vida piensa las mismas tonterías que tú a los 14 años. 

11. Que no hay mayor crónica de una muerte anunciada que la de aquel que es nombrado por Pedro Sánchez para algún cargo. La toma de posesión oficial del cargo de ministro debería hacerse en el cementerio de la Almudena en vez de en el palacio de La Zarzuela. Para ir ahorrando tiempo.

12. Que cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas

13. Que las mujeres no existen. Son un mito, como el monstruo del lago Ness.

14. Que en España, las decisiones preceden a los debates. Así es más cómodo todo: cuando debates sobre algo que ya se ha ejecutado, la presión desaparece. Y de hecho, si sustituyes el debate por una ronda de cañas en la cafetería del Congreso, todos contentos igual. 

15. Que el PP no se ha enterado aún de que el macho alfa de la derecha es él, no Vox, y que es Santiago Abascal el que depende de Pablo Casado, no Pablo Casado el que depende de Santiago Abascal. 

16. Que cuando has hecho de la oposición a la oposición y de la polarización social el único motor de tu Gobierno es mala idea abrir un nuevo frente con un vecino no precisamente amistoso por la incompetencia de alguno de tus ministros. 

17. Que en España hay dos Estados de derecho. Uno aplicable a los ciudadanos y otro, de broma, aplicable a los políticos que sostienen con sus votos al Gobierno

18. Que Isabel Díaz Ayuso es el mayor fenómeno político español (eso que los americanos llaman un game changer) desde Felipe González. Si hay alguien que puede cambiar el paso de España, hoy un país filosóficamente socialdemócrata, para transformarlo en un país sociológicamente liberal, es ella. 

19. Que en la España de la democracia todavía se intenta cambiar el signo de unas elecciones mediante estratagemas más propias de repúblicas bananeras que de países de la UE. 

20. Que en España no hay alternativa al centro que no pase por la barbarie de los tres populismos que hoy frenan el progreso de España: el de la extrema izquierda (Podemos, Más Madrid, Compromís, Ada Colau), el de la extrema derecha (Vox) y el nacionalista (ERC, JxCAT, EH Bildu, BNG).

21. Que la actitud de nuestros políticos respecto a las vacunas no ha tenido nada que envidiarle a la de los conspiracionistas antivacunas más desarbolados intelectualmente

22. Que las instituciones españolas tardan décadas en cimentar un merecido prestigio, pero sólo unos pocos meses en caer en el descrédito más absoluto en cuanto los políticos españoles meten sus manos en ellas. 

23. Vale lo anterior para Fernando Grande-Marlaska. 

24. Que el populismo mancha todo lo que toca

25. Que en EL ESPAÑOL solemos acertar en nuestros editoriales porque circulamos con luces largas y sin dejarnos llevar por el ruido coyuntural que tanto gusta a las cotorras estridentes de los partidos populistas. 

26. Que una moción de censura mal diseñada, mal gestionada y mal ejecutada puede acabar cambiando, no el curso de la historia, pero sí el de la legislatura. Y convertirse en el acta de defunción de un partido. 

27. Que la Barcelona libre, culta y libertaria de los años 70 y 80 no existe ya. Hoy, esa ciudad es Madrid

28. Que Podemos es un partido de 1936 en la España de 2021

29. Que Vox es lo mejor que le ha pasado al PSOE desde la Transición

30. Que a los partidos políticos españoles, pero sobre todo a PP y PSOE, les urge entender que el mundo del siglo XXI no es el mundo del siglo XX en el que ellos todavía viven. 

31. Que la inmigración, la legal y la ilegal, amenaza con convertirse en un peligro existencial para la UE si esta no entiende que el fenómeno no puede ser controlado con los medios actuales. 

32. Que España es, y siempre será, un infierno fiscal

33. Que la cogobernanza no es más que una metáfora para el viejo, tradicional, recurrente y socorrido que se coma otro el marrón