LIBERTAD DIGITAL 6/06/13
La Fundación Villacisneros presentó este miércoles en Madrid ‘Cuando la maldad golpea’, un estremecedor relato de once víctimas del terrorismo.
Emociones a flor de piel. Sentimientos de agradecimiento, incluso de alegría, por el reencuentro de muchos. Pero también por haber llegado hasta allí. Eso es lo que se podía respirar en los jardines de Cecilio Rodríguez en el madrileño parque de El Retiro, donde este miércoles se presentó ‘Cuando la maldad golpea’, un libro que recoge el conmovedor relato de once víctimas del terrorismo y que nace auspiciado por la Fundación Villacisnero, de cuyo patronato forma parte María San Gil.
La veterana política vasca, poco dada a actos públicos desde que se retiró de la primera línea, ejerció de anfitriona. Con la sonrisa franca que le caracteriza pero también con la firmeza que desprende, San Gil se mostró contundente en su apoyo incondicional a las víctimas del terrorismo, pero también en su condena y repulsa hacia la política antiterrorista que se está llevando a cabo y la manera en que la historia se está reescribiendo.
«Hay una historia de vencedores y vencidos» que se tiene que dar a conocer, manifestó San Gil en declaraciones a Libertad Digital. Y sin embargo, hoy en día existe una «corriente» que consiste en «poner a las víctimas en un segundo lugar». Por eso, este libro «llega en un momento muy oportuno», subrayó la política vasca. Es necesario no olvidar que» las víctimas son la guía, el referente, moral de la sociedad». Y recordó: «ETA ya no mata, pero es verdad que no hemos derrotado a ETA».
Ya a micrófono abierto, muy emocionada, reconoció sentirse llena de «pesar» y de «dolor» al comprobar cómo actualmente «nos encogemos de hombros» o «miramos hacia otro lado» distinto al de las víctimas, que han pasado a resultar molestas para el país. «¡Qué mal lo hemos hecho y qué mal lo estamos haciendo!«, se lamenta María San Gil en el prólogo del libro. Y es que «no hay nada más mezquino -subrayó durante la presentación- que contar una historia que no es cierta«.
«Te queda el vacío que no se llena con nada»
De ahí el sentido de este homenaje de la Fundación en forma de libro: una manera de plasmar negro sobre blanco el estremecedor relato en primera persona de estas once víctimas y de que éste sobreviva al paso del tiempo.
No obstante, el trabajo ha costado sudor y lágrimas. Muchas lágrimas de aquellos que se enfrentaban, ante un folio en blanco, al dolor de sus recuerdos; a volver a remover su tragedia personal, aquella que un día les partió la vida. «Hubo gente que tardó siete meses en escribir diez líneas«, relató la coordinadora del proyecto. Y es que los terroristas «te roban» a la persona querida, pero también «la ilusión y los proyectos. Te queda el vacío que no se llena con nada», reconocía Mari Carmen Teba, que perdió a su marido en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Y después de terminar su pequeña proeza de recordar y plasmar sus dolorosos recuerdos y compartirlos en grupo, la satisfacción personal. Fue una «terapia» escuchar las experiencias de los demás que habían pasado por la misma situación.
«Si tienen que caer políticos que caigan»
Terapia, apoyo y ayuda es precisamente lo que ofrece la Asociación Víctimas del Terrorismo a los afectados. Su presidenta, Ángeles Pedraza asistió también a este acto. Allí fue muy dura con el actual Gobierno del Partido Popular. «Quiero acusar a los políticos que tienen la culpa de que mi hija (otra de las víctimas de la matanza de Atocha) no esté hoy aquí», afirmó.
«Las víctimas estamos cansadas» porque nada «cambia» con «ningún partido político», se lamentó. «Hemos pasado a ser las repudiadas, las olvidadas…» Pero avanzó que desde la AVT «no vamos a callar porque en nuestro cargo no nos va el sueldo ni el sillón del Congreso«, enfatizó. «Nos va la vida de nuestros seres queridos».
«No sé qué va a pasar… Pero estamos ya muy cansadas». Agotadas de «oír a las bases de los partidos decir que nos apoyan, ¡pues que hagan algo!«, pidió. «Si en el camino tienen que caer políticos, que caigan. Pero que llegue la justicia«, pidió.
Y de políticos, precisamente, estaba prácticamente vacía la concurrida sala. Únicamente, los diputados populares Ignacio Astarloa, Cayetana Álvarez de Toledo, el presidente de la Fundación DENAES, Santiago Abascal, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella -que aunque no pudo acudir sí apoyó el acto- acudieron a arropar a las víctimas del terrorismo.