85 diputados catalanes usurpan un derecho de todos los españoles

EL MUNDO 24/01/13

· Los representantes del 37,2% del censo de la Comunidad declaran la soberanía de Cataluña iniciando el proceso hacia la independencia.

· Sólo Iniciativa y un diputado de CUP se sumaron a la coalición CiU-ERC y cinco diputados del PSC se ausentaron de la votación.

· Albert Rivera define lo ocurrido como «delirio en sede parlamentaria» y Alicia Sánchez-Camacho dice que «es un camino hacia la nada»

El Parlamento catalán aprobó ayer una declaración solemne que define a Cataluña como «sujeto político y jurídico soberano» y que constituye el primer paso hacia la celebración de la consulta independentista que persigue Artur Mas. Los votos a favor del texto doblaron a los contrarios gracias a cinco diputados del PSC que eligieron no seguir la disciplina de grupo y se ausentaron. Sus 15 compañeros sí unieron sus fuerzas a las del PP y Ciutadans para sumar 41 noes, frente a los 85 apoyos que cosechó el sí.

CiU, ERC, ICV y uno de los tres diputados de la CUP -los otros dos se abstuvieron- se unieron para sacar adelante un texto que acuerda «iniciar el proceso para el ejercicio del derecho a decidir para que los ciudadanos y las ciudadanas de Cataluña puedan decidir su futuro político».

La declaración se aprobó tras superar múltiples dificultades. En realidad, CiU y ERC, los impulsores del texto, desecharon hace días una primera versión más ambiciosa para intentar atraer al PSC y a la CUP, que habían mostrado sus dudas. Pero no lo lograron, o al menos no del todo. En cambio, sí consiguieron sembrar la división en las filas socialistas.

Àngel Ros, Rocío Martínez-Sampere, Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, los cinco diputados del PSC que decidieron no seguir la consigna de votar no a la declaración, todos ellos encuadrados en el sector crítico con Pere Navarro, argumentaron que su objetivo era «respetar» el programa electoral del PSC, que contemplaba el «derecho a decidir» de los catalanes. Fuentes del partido señalaron ayer que la dirección no descarta incoar sanciones por el desplante de sus cinco diputados.

En el frente del sí abundaron las declaraciones pomposas. Como las del secretario general de CiU, Oriol Pujol, quien afirmó: «Estamos escribiendo la Historia». En un último dardo al PSC, también dijo que la declaración no es «a favor del Estado propio, ni de la independencia, ni del federalismo, sino a favor de la democracia: no vean más cosas».En la misma línea se mostró el líder de ERC, Oriol Junqueras, quien aseguró que no se decidía la independencia, sino únicamente el «derecho a decidir», lo que, según él, se resume en una palabra: «Democracia».

También el líder de ICV, Joan Herrera, subrayó que «no hay un debate entre soberanistas y los que no lo son, sino entre los que quieren que se reconozca un ejercicio democrático y los que no».

Los partidos que optaron por el no argumentaron que el texto contraviene la legalidad. El líder del PSC, Pere Navarro, acusó a los firmantes de estar cayendo en «un error que no será fácilmente subsanable», sobre todo porque «con la declaración unilateral» se destruye cualquier posibilidad de que la consulta «se acabe realizando dentro de la ley», es decir, previo acuerdo con el Estado. El líder socialista, además, acusó al president Mas de estar dejando a Cataluña «fuera de la legalidad» por seguir el ritmo que marcan «las imposiciones de ERC».

La líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho, también advirtió a Mas de que sus «delirios independentistas» iban a condenar «a los catalanes a una maldición que no se merecen». La popular se mantuvo firme en su creencia de que «la primera prioridad» debería ser la crisis y no «una propuesta unilateral de soberanía» a través de un camino «hacia la nada». Una senda que el presidente de la Generalitat no se atreve a defender en el Congreso «por cobardía», zanjó.

Camacho trató también de azuzar las tensiones que se evidenciaron la víspera del debate entre Convergència y sus socios de Unió, recordando a los 13 diputados democristianos que mientras su líder, Josep Antoni Duran Lleida, estaba en Chile representando a España, «ustedes piden la separación». El PP, además, se encargó de protagonizar uno de los gestos simbólicos del día al abandonar el hemiciclo en señal de protesta tras la votación.

La declaración contó con el apoyo del 63% de los diputados de la Cámara catalana, mientras que el Estatut, votado en 2005, obtuvo 100 votos de los 135 posibles, lo que representaba un 88% del Parlament, informa Efe. La propuesta de pacto fiscal, que Mas presentó en 2012 antes de reunirse con Mariano Rajoy, concitó también un apoyo mayor (un 80%). Si se toma como referencia el total del censo catalán, el porcentaje que aprueba el texto cae aún más, ya que, sumando los sufragios de CiU, ERC, ICV y un tercio de los de la CUP, el apoyo se queda en un 37,2%.

En la parte dispositiva de la Declaración de soberanía y el derecho a decidir del pueblo de Cataluña, se recoge que los catalanes «decidan su futuro político colectivo» de acuerdo con varios «principios», entre ellos el de «soberanía», que fue el que acabó decantando al PSC por el no.

Asimismo, el texto bajo el que se sustentará la consulta asume el compromiso de que se «dialogará y se negociará con el Estado, las instituciones europeas y el conjunto de la comunidad internacional». La declaración concluye con una llamada a los ciudadanos a ser «protagonistas de este proceso democrático de ejercicio del derecho a decidir del pueblo de Cataluña».

EL MUNDO 24/01/13