Del blog de Javier Elorrieta
Participé en calidad de independiente en la aciaga legislatura en la que asesinaron a Fernando Buesa, portavoz del grupo parlamentario del PSE-PSOE, en el que estuve encuadrado. Fue cuando tras el asesinato de Miguel Blanco, el PNV y EA, firmaron con ETA el Pacto de Estella, ante la evidencia de la posibilidad que la movilización popular desatada pusiera fin a ETA y al proyecto secesionista en su conjunto.
Recuerdo, como lo hice en el Parlamento Vasco, que en el acuerdo del Pacto de Estella no figuraba la firma de HB. Para que no pareciera como redundante al haber firmado ETA. De hecho Otegui era su portavoz y a Josu Urrutikoetxea (Josu ternera) le hicieron Presidente de la Comisión de Derechos Humanos. Mayor distopía política institucional es difícil de encontrar.
Asesinaron en aquella legislatura, además de Fernando Buesa y su escolta, a mi amigo y compañero de columnas de opinión en El Mundo del País Vasco y Foro de Ermua, José Luís López de la Calle.
Frente aquellas políticas se fue consolidando la alternativa constitucionalista, que a punto estuvo de conseguirse ,con la pérdida de 80.000 votos de HB y 7  . Los acuerdos del PP y PSE-PSOE en materia legislativa estaban, con la acción de las fuerzas de seguridad del Estado, apuntando a la derrota del terrorismo, también en su proyecto político totalitario secesionista.
Toda esa política quedó anulada tras la anulación de la misma por ZP y Maragall. A la que siguió el antidemocrático Pacto del Tinell.
Hoy quienes protagonizaron esa política dentro del PSE-PSOE están fuera del partido, bien expulsados, bien alejados del mismo por unas políticas que con el Sanchismo han llegado al culmen de disparate antidemocrático.
De haber insistido en aquella política, a la que por cierto, Felipe González y la denominada Agrupación Miguel Yuste ( El País con Cebrián como máximo responsable) ayudaron a que no cuajara la realidad política de España hoy sería diferente, mejor, e institucionalmente más acorde con parámetros de concordia y libertad ciudadana.
La rotunda victoria electoral del PP con Rajoy era la posibilidad que se abría, atendiendo a ciertas demandas del Movimiento Cívico constitucionalista en Cataluña y el País Vasco, para revertir el caos político del PSOE de ZP y Maragall. Pero se frustró por su inanidad y el hecho de que cualquier mínimo apoyo a las organizaciones cívicas fuera arrasado con lo que se terminó por apuntillar la posibilidad de una mejor política para la institucionalidad democrática de España.
Sería una enorme desgracia que quede la posibilidad de mejorar la situación general en España a una nueva crisis de carácter de desastre económico, al que nos está llevando a la ruina ese tren ,que dice Pedro Sánchez que va como un cohete, peo cuyos dos raíles son : El descomunal atraco tributario y el crecimiento imparable de la deuda.
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