La ciberyihad

Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 28/3/12

Combatir el uso terrorista de internet es difícil, pero no se puede bajar la guardia

La detención en Valencia por parte de la Guardia Civil de un presunto miembro de Al Qaeda acusado de utilizar internet para promover atentados terroristas se produce pocos días después de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunciara sanciones contra quienes consultan páginas yihadistas en la red. Mientras las palabras de Sarkozy ponen de relieve la preocupación de las autoridades por el uso que los terroristas hacen de la red, el arresto efectuado por el Instituto Armado evidencia la realidad de esas prácticas.

En el 2006, investigadores de la Universidad de Haifa, en Israel, cifraron en más de cinco mil las páginas web sospechosas de apoyar el terrorismo en aquel momento. Muchas de esas páginas duran poco tiempo, aparecen y desaparecen en cuanto son detectadas por las autoridades, pero las posibilidades que ofrece la red hacen que sean sustituidas de inmediato por otras similares.

Los yihadistas fueron conscientes durante la guerra de Iraq de la potencialidad que ofrecía internet. El grupo de Abu Musab al Zarqaui, ya fallecido, colgó el 12 de mayo del 2004 un vídeo estremecedor con las imágenes del degollamiento del norteamericano Nick Berg, secuestrado poco antes. La difusión de aquel vídeo fue el inicio de una actividad propagandística a gran escala de los grupos yihadistas en la red.

Internet no sólo ofrece la posibilidad de comunicarse o de realizar actividades de propaganda, emitir mensajes de los líderes o comunicados amenazadores. Proporciona también información útil para adiestramiento en prácticas terroristas. La investigación del ordenador de Jamal Ahmidan, uno de los suicidas de Leganés implicados en el 11-M, proporcionó a la policía una abundante información sobre las conexiones a internet que fueron resumidas en cien folios. Entre otro material, Ahmidan se había descargado manuales sobre el uso de armas de fuego e instrucciones para actividades clandestinas y para la fabricación de explosivos a partir de productos de fácil acceso. Los analistas de la policía concluyeron que internet había sido una «vía efectiva para la obtención de información útil a los fines terroristas».

Combatir el uso terrorista de la red de redes resulta extremadamente difícil por la versatilidad de internet, pero las autoridades están obligadas a no bajar la guardia.

Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 28/3/12