El lehendakari ve al PNV «atrapado en la órbita del mundo de Batasuna»

DIARIO VASCO, 10/4/12

López observa «recrecido» el debate identitario y advierte de que «fractura a Euskadi». El PP vasco asegura que Rajoy «tiene claro qué hacer» por la paz y dará «pasos con sensatez y en el marco de la ley»

El lehendakari ve los mensajes de las distintas corrientes nacionalistas cada vez más próximos entre sí. De hecho, considera que todas las opciones políticas, incluido el PNV, se encuentran ya «atrapadas» en la «órbita del mundo de Batasuna». Y así lo evidenciaron, a su juicio, en un Aberri Eguna donde ninguno planteó ya la «independencia como una aspiración retórica y diferida en el tiempo, sino como una posibilidad casi inmediata». Patxi López advierte, en un artículo publicado ayer en su blog, del «riesgo» de que Euskadi vuelva al «viejo pantano del debate identitario», y reprocha, más allá de su oposición a las reivindicaciones soberanistas que ve «recrecidas», que ni los jeltzales en Bilbao ni las formaciones del entorno abertzale reunidas el domingo en Pamplona mostraron en sus discursos más interés que por la independencia, sin prestar atención a las «preocupaciones» de los ciudadanos vascos.

La valoración de López sobre las celebraciones paralelas del Día de la Patria Vasca cargó especialmente contra la formación que lidera Iñigo Urkullu. El lehendakari consideró que el «marcaje del PNV» a la izquierda abertzale y la «disputa» entre ambas corrientes por alzarse con la «hegemonía nacionalista» en las próximas elecciones autonómicas «ha desnudado» las aspiraciones del nacionalismo vasco «sin eufemismos como el derecho a decidir o el soberanismo». Es decir, considera López que el PNV ha dejado clara su intención de trabajar por «una independencia que fractura a Euskadi, a sus territorios y a su sociedad». Para el líder del PSE, el mensaje de los jeltzales se ha visto arrastrado por el empuje electoral del conglomerado abertzale, reunido en torno a Bildu y Amaiur, pero también por «el efecto contagio de la deriva del nacionalismo catalán» o el referéndum «apalabrado» en Escocia para 2014.

«No se proponen acuerdos ni escenarios para sumar nuestra pluralidad y diversidad», quiso alertar López a la sociedad vasca, sino que la intención es volver «a la política de bloques, a la confrontación y al enfrentamiento permanente» que, en su opinión, este debate «estéril y dañino» supuso en el pasado. Y «no es división lo que necesita la sociedad vasca en estos momentos», insistió el lehendakari, quien pese a «no ser muy de patrias», reivindicó la fecha de la firma del Estatuto de Gernika -el 25 de octubre, ahora Día de Euskadi- como el «verdadero Día de la Patria» vasca. Ese pacto, el del Estatuto, con sus «virtudes, limitaciones y renuncias» -recordó el lehendakari- hizo factible «la patria que nos reconoce como ciudadanos vascos con derechos, libres e iguales».

Una mención sobre la sociedad vasca, concretamente sobre sus «preocupaciones y necesidades» en este momento, es lo que echó de menos el dirigente socialista en los discursos del Aberri Eguna. «Hemos oído mucho hablar de independencia, de pueblo vasco con mayúsculas, de Estado propio, pero poco de los ciudadanos que viven en esa geografía que todo el nacionalismo ya ha acotado entre el Ebro y el Adour», reprochó. «El paro, las urgencias de la crisis y las distintas opciones para salir de la recesión estuvieron prácticamente ausentes» en ambos mensajes abertzales, insistió. Y este hecho, en opinión del lehendakari, deja patente «cuáles son las prioridades» de las formaciones que secundaron sendos actos nacionalistas.

«Competición»

Tampoco el PP vasco ahorró críticas al PNV tras su celebración del Aberri Eguna. El secretario general, Iñaki Oyarzábal, consideró que los jeltzales están inmersos «en una competición» con la coalición aber-tzale «para ver quién es más independentista». Una «dinámica» que consideró «preocupante» para el futuro del país. «Seguramente vamos a asistir a una radicalización del PNV» ante la próxima convocatoria electoral, auguró Oyarzábal en una entrevista en RNE, en la que se opuso frontalmente a los proyectos «que quieren romper con el resto de España» y a quienes quieren «imponer el abertzalismo obligatorio».

El dirigente popular respondió, como responsable de libertades y derechos en la ejecutiva del PP nacional, a las críticas lanzadas por Urkullu contra la actuación del Ejecutivo en el nuevo tiempo sin violencia. Y ante las peticiones para que el Gobierno de Mariano Rajoy se «mueva», Oyarzábal preguntó a Urkullu «por qué no es exigente con Batasuna y ETA para que den los pasos que no han dado». «Siempre mira hacia el PP, hacia el Gobierno, y se hace eco de las reclamaciones de Batasuna», reprochó al líder jeltzale. Pero «el Gobierno tiene claras las cosas que hay que hacer», respondió. «Creemos que hay que dar pasos con sensatez, inteligencia y prudencia, y lo haremos en el marco de la ley y no a golpe de exigencia de la izquierda abertzale», recordó tanto a Urkullu como al lehendakari, al que ve también demasiado pendiente de las reivindicaciones de la izquierda abertzale.

Aunque ayer las reacciones al Aberri Eguna llegaron principalmente de los dos partidos que no lo celebraron, el PSE y el PP, también hubo, en el sentido opuesto, felicitaciones por parte de una de las formaciones que tomaron parte en la manifestación de la capital navarra. La diputada foral y secretaria de Comunicación de EA, Ikerne Badiola, consideró que el acto de Pamplona sentó las bases del «independentismo del siglo XXI» que, según explicó, es el que mediante «vías democráticas y más allá del cortoplacismo trabaja en la consecución de un Estado vasco» dentro de la Unión Europea.

Badiola agradeció la presencia de «los miles de independentistas» y afirmó que su partido «seguirá trabajando» por la «construcción nacional». También la red Independentistak aplaudió «el éxito» de la convocatoria e indicó que la numerosa asistencia demuestra que «la independencia está ya en el centro del debate político».

DIARIO VASCO, 10/4/12