Intervención de Mikel Buesa en el 2º Encuentro Cívico

 

Antes de leer el Manifiesto del Encuentro en favor de la Constitución Europea, Buesa describe tres elementos emocionales por los que estima que merece la pena participar en el referéndum del 20 de febrero diciendo ‘sí’ a la Constitución Europea.

El papel que me ha tocado en este acto es el de presentar y leer el manifiesto del Espacio Cívico “Sí a la Constitución Europea”, pero antes de leerlo me han pedido que realice una explicación.

Dado que lo tengo que improvisar, lo voy a hacer expresando fundamentalmente con qué emociones digo yo ‘sí’ a la Constitución Europea. Porque efectivamente, si uno es capaz de leerse las cuatro partes de que consta, y entrar en el detalle, descubre que en este Tratado Constitucional hay avances muy notables y muy importantes, sobre todo en el reconocimiento de la ciudadanía a la hora de tomar decisiones, como la participación muy importante en el Parlamento Europeo. Y estos son progresos que sacan a la Unión de ese espacio de trasiego de intereses económicos, hacia el espacio político, hacia el reconocimiento de los ciudadanos. Sobre esto hay escritas ya algunas cosas bien interesantes, que están disponibles y que cualquiera de vosotros puede leer para tomar decisiones racionales de apoyo a la Constitución Europea.

Sin embargo, desde mi punto de vista, el ‘sí’ a la Constitución Europea no es sólo una cuestión racional, es también una cuestión de voluntad. Voy a señalar los tres aspectos de la Constitución que a mí me han levantado el ánimo a la hora de pensar por qué merece la pena participar en el referéndum del 20 de febrero diciendo Sí a la Constitución Europea:

– El primer aspecto que a mí me llama de manera especial es la parte segunda, donde se establece la carta de Derechos y Libertades de los europeos, donde uno puede leer que en el espacio europeo, en la UE, dentro de la Constitución Europea se prohíbe taxativamente la pena de muerte; no sólo se prohíbe, sino que se añade que nadie será ejecutado. Y claro, yo he conocido muy de cerca a alguien que fue condenado a muerte y ejecutado. Este alguien era mi hermano Fernando, al que condenó a muerte ETA y que fue ejecutado.

Cuando uno lee en un artículo de la Constitución que efectivamente nadie puede ser condenado a muerte y ejecutado, que nadie será ejecutado, pues efectivamente creo que merece la pena a partir de ahí considerar el apoyo a esta Constitución.

– La Constitución también deja claro desde el primer momento que la UE es la unión de los estados europeos y también de los ciudadanos; es la unión de los estados y de los ciudadanos. No reconoce ningún otro tipo de institución que medie en el proceso o procesos decisorios más que los estados y los ciudadanos. Los estados que están representados en los órganos por los Jefes de Estado y de Gobierno, y los ciudadanos estamos representados en el Parlamento.

Y dentro de este entramado constitucional también se establece que los estados pueden separarse de la unión; digamos que la Constitución Europea reconoce el derecho a la secesión, pero este derecho lo recoge sólo para los estados. La Constitución no reconoce a ningún grupo de ciudadanos, a ninguna región, a ninguna nacionalidad, el derecho a separarse. Y como somos muchos los que hemos luchado contra la secesión en el País Vasco, no sólo contra los intereses de los nacionalistas por tratar de sostener un derecho que no tienen, si no contra las pretensiones secesionistas del nacionalismo, por eso también digo ‘sí’ a la Constitución.

– Y el tercer elemento que tiene mucho que ver con todo lo anterior es el artículo de la Constitución en el que se establece la obligatoriedad de todos los estados de la Unión, de prestar su solidaridad con aquellos estados que han sufrido ataques terroristas.

Aquí nos hemos reunido, además de muchos ciudadanos, unos cuantos que somos víctimas del terrorismo. Ésta es una experiencia un tanto extraña que es muy difícil de expresar. Yo tendría que contar elementos de mi experiencia vital para lograr transmitir lo que verdaderamente siente uno cuando le tocan estas circunstancias. No, no voy a entrar en este tipo de explicaciones porque quizás nos llevaría demasiado lejos.

Pero sí me interesa subrayar que cuando uno lee en un texto constitucional que si alguien es víctima del terrorismo, todos los estados europeos deben expresar su solidaridad, deben prestar su ayuda a aquellas personas, instituciones y a aquellos sitios que han sido objeto de ataques terroristas, y de esto tenemos la experiencia en España de manera muy intensa, y lee que la Constitución no distingue si estos ataques terroristas vienen del terrorismo islámico o vienen del terrorismo nacionalista, todos los ataques terroristas están unidos, bueno pues uno siente esa solidaridad, la emoción sobre todo de sentirse arropado en una experiencia tan dura como es la experiencia de ser víctima del terrorismo. Por eso también yo digo ‘sí’ a la Constitución Europea, porque soy una víctima del terrorismo.

Editores, 20/12/2004