JOSÉ GARCÍA DOMÍNGUEZ – LIBERTAD DIGITAL – 21/09/15
· Yo no sé si Artur Mas habrá oído hablar alguna vez de un tal Germà Bel.Pero debería conocerlo, aunque solo fuera porque es el candidato número uno de su candidatura, Junts pel Sí, en la provincia de Tarragona. Y es que los argumentos expuestos por la patronal bancaria para justificar la alarma extrema ante una eventual secesión de Cataluña se parecen como dos gotas de agua a los vertidos en su día por el mentado señor Bel a propósito de idéntica cuestión.
Artur Mas aún no lo sabe, pero los banqueros españoles lo único que han hecho es reproducir casi al pie de la letra el documento sobre la materia que él mismo encargó a un llamadoConsell Assessor per a la Transició Nacional (CATN), órgano donde el catedrático Bel ejerció de perito económico.
Por más señas, en su informe octavo, el que versa sobre la política monetaria, es Bel quien advierte a Mas de que la ruptura con Españasupondría que los bancos locales «no tendrían acceso directo al crédito del BCE». Y no solo eso, pues ahí se afirma que habría otra penalidad añadida, a saber, que «los activos financieros emitidos en Cataluña no podrían ser utilizados como garantía bancaria de las operaciones de crédito del BCE».
Consecuencia inevitable de todo ello, alerta el entonces asesor, se produciría una súbita “contracción interna del crédito” y un “encarecimiento” inmediato del precio del dinero. Se lo está diciendo, repito, su propio candidato, el candidato de los separatistas por Tarragona, no los siempre arteros, oscuros y perversos poderes fácticos de Madrit. Ya saben, pues, Mas, Romeva y Junqueras a dónde tienen que mirar a partir de ahora cuando vuelvan a hablar de los que azuzan el voto del miedo: hacia el espejo más próximo.
En otro orden de majaderías, parece que Artur Mas sigue ajeno a que, fuera de su universo de fantasía, existen los bancos y los catalanes, pero no los bancos catalanes. Algún alma caritativa debería revelarle de una vez que el Sabadell, sin ir más lejos, únicamente genera en Cataluña el 15% de su negocio, frente a un 80% en el resto de España. En cuanto a Caixabank, cabría decirle que esa entidad gestiona, ella sola, el 23,5% de todas las nóminas de España, o sea una de cada cuatro.
Y por si lo anterior se le antojase asunto baladí, convendría hacerle llegar que también La Caixa administra el 19,5% de las pensiones del país (del de verdad, no del petit). Por algo veintisiete de cada cien españoles son clientes suyos. Veintisiete de cada cien, Artur, veintisiete. El Sabadell y Caixabank, caro Artur, son más españoles que los toros, el flamenco y la sangría juntos. Así las cosas, en la República catalana habrá bancos, claro, pero solo para sentarse.
JOSÉ GARCÍA DOMÍNGUEZ – LIBERTAD DIGITAL – 21/09/15