ABC – 25/11/15
· La petición excluye un movimiento de tropas antes de las elecciones Rajoy no actuará unilateralmente e insiste en la unidad de los partidos.
El presidente del Gobierno afirma que España estará «siempre» con sus aliados, aunque «para ello es fundamental la unidad de España y de los partidos».
· El embajador francés en Madrid, Yves Saing-Geours, lanzó ayer la bomba política que más temía La Moncloa antes de las elecciones: una petición de ayuda militar a España contra Estado Islámico.
Hasta ahora, el Gobierno español cruzaba los dedos para que la amenaza del terrorismo yihadista no implicara militarmente a nuestro país antes del 20-D. No en vano, el presidente Mariano Rajoy tiene «muy presente» la fuerte división que creó en la sociedad española la participación en la guerra de Irak que, precisamente, estos días los partidos más radicales como Podemos están intentando resucitar con nuevos llamamientos al «no a la guerra». Sin embargo, Francia no puede contener la urgencia ante la amenaza yihadista y, según desveló ayer Saing-Geours en Antena 3, la petición de ayuda no se hará esperar.
Esta solicitud, no obstante, no significará la intervención de España en los bombardeos aéreos a Siria iniciados por Francia en su guerra declarada contra Estado Islámico. «Se trata de ver en qué medida España puede echar una mano, pero no será bombardeando Siria», explican fuentes de la Embajada francesa, sin querer dar más datos sobre las operaciones en las que podría participar nuestro país. La ayuda que se requiera, explicó Saing-Geours, no será en ningún caso «polémica» ya que El Elíseo es consciente de la situación preelectoral de España y no quiere «echar aceite al fuego». En esta línea, fuentes de la Embajada francesa explicaron que París no espera que España comience a prestar su apoyo de forma inmediata, antes del 20-D, sino que comience una cooperación formal y bilateral con contactos de «alto nivel». «Un diálogo político y técnico, que será reservado», resumen estas fuentes.
El Gobierno, no obstante, es consciente de la oportunidad que estas conversaciones suponen para los partidos de la izquierda pero no puede negar su ayuda a Francia, que la semana pasada ya recibió el respaldo de todos los socios de la Unión Europea al invocar el artículo 42.7. Un precepto comunitario que establece que «si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros tendrán la obligación de prestarle ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas».
No obstante, fuentes del Ejecutivo explican que el presidente del Gobierno tiene «grabadas a fuego» las decisiones del expresidente José María Aznar durante la guerra de Irak y, en ningún caso, tomará medidas sin consenso. «Va a mantener la misma política de unidad con el resto de partidos que hemos visto tras los atentados de París, y no va a tomar ninguna decisión que pueda ser interpretada, aunque sea mínimamente, como unilateral», señalan las mismas fuentes. «La estrategia está clara: intentar sumar al resto de los líderes y ofrecer una imagen de política de conjunto, confianza y fiabilidad».
Riesgo de politización
El riesgo de que los partidos de la izquierda usen la petición de ayuda para politizar la campaña y cargar contra el Gobierno, no obstante, esta ahí. Máxime cuando las encuestas electorales apuntan a unos malos resultados para el PSOE e IU y una tendencia a la baja entre los votantes de Podemos. Incluso el embajador francés reconoció ser consciente de ello. «Sabemos que el país está en campaña y no debemos entrar en campaña», admitió, subrayando que precisamente por esta coyuntura política, El Elíseo no ha pedido ayuda hasta ahora a España. «No pretendemos presionar a un aliado, entendemos muy bien la situación política y no se trata de crear malestar sino de analizar las posibilidades», subrayan.
En todo caso, España no será el único país al que Francia dirigirá su petición de apoyo. «Se está haciendo recuento de lo que podemos necesitar y en función de ello se pedirá ayuda a cada socio», señaló la embajada, haciendo hincapié en que, en el caso español, París es muy consciente de la «gran» ayuda que ya presta. España está presente tanto en Malí como en la República Centroafricana.
Una mala experiencia
Asimismo, Rajoy expresó la solidaridad de España «con Francia, con los franceses, su gobierno y ahora también con Bélgica. Nosotros —dijo— vamos a seguir combatiendo el terrorismo, como hemos hecho siempre… y desgraciadamente tenemos una mala experiencia en España. Lo hemos hecho aquí y fuera de España porque hay muchos soldados dando la batalla por la seguridad, la libertad y los derechos de los españoles fuera del país». En cuanto a la ayuda solicitada al resto de países de la UE por el presidente francés, François Hollande, en la lucha contra el terrorismo, Rajoy declaró ayer que «vamos a estar con nuestros aliados siempre», aunque destacó que para ello «es fundamental la unidad dentro de España y la lealtad entre partidos políticos. El mayor error que podíamos cometer en la lucha contra el terrorismo sería que hubiera diferencias entre nosotros. En lo que de mí dependa, no habrá diferencias en materia de lucha contra el terrorismo».
Por su parte, los socialistas siguen matizando las palabras iniciales de Pedro Sánchez, de apoyo a una solución «de fuerza» en Siria si viene avalada por una resolución de la ONU. Tras unos días de cierta confusión, ahora mantienen un apoyo crítico al Gobierno, eso sí, exigiendo a Rajoy que aclare a los españoles, antes del 20-D, qué piensa hacer el Ejecutivo.
ABC – 25/11/15